¿Te volveré a ver, mi amor? (Superbat) [YAOI]

Capitulo 3

—Escuchen todos— llamó el murciélago a sus compañeros —No sabremos que es lo que Luthor nos tiene preparado, ya nos hemos enfrentado a el y saben que no es un juego. Concéntrense y sigan el plan, sin importar que. La vida de esas personas y muchas del mundo está en riesgo. ¿Entendido?

—Si— asintieron todos.

—Si...— dijo por último el kriptoniano, soltando un suspiro de preocupación.

—Ya lo hemos vencido — dijo Queen para relajar el ambiente —Será sencillo, no se preocupen tanto.

—No te confíes— le dijo el millonario —Sigamos el plan y si algo sale mal, céntrense en el objetivo y en nada más.

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—Nos han informado la reciente e inesperada desaparición del famoso y multimillonario Bruce Wayne, aún no sabemos las razones, ya que la policía no quiere dar detalles y la familia Wayne se ha mantenido al margen— hablaba una voz masculina por la televisión —Tenemos varios mensajes de nuestros televidentes, preguntándonos qué a de pasar con el futuro de las empresas Wayne, ya que este era partícipe de la mayor economía en Gótica.

—Pues tenemos algunos contactos, que nos han informado que el cónyuge del desaparecido empresario tomará poder en la empresa, prometiendo seguir con los futuros proyectos de su esposo— relataba la noticia con mucho interés —Aunque nada es seguro aún. Los oficiales tienen sospechas de que pueda ser un posible secuestro.

La familia había puesto esa excusa a la policía, pues muchas personas habían informado la ausencia de su jefe y socio.

La vida, por mas hermosa que suene, nos hace sufrir hasta la locura

—Ahí estas...— murmuró Batman viendo desde el tejado de un edificio abandonado. Atrás de él estaba su pareja, Superman, que miraba con el ceño fruncido toda la transacción de la mercancía, pues no podían interferir de pronto. Se trataba de un arma nuclear muy poderosa y no podían arriesgarse a nada.

—Ya estamos en nuestras posiciones, Batman— avisaron por el comunicador.

—¿Logran ver a Luthor?

—No, solo podemos ver a unos hombres negociando y revisando mucho, pero mucho dinero.

—Está bien. Mantengan sus posiciones, si algo pasa procuren no acercarse ni dañar el producto, las consecuencias serían devastadoras— explicó cuidadosamente.

—Entendido.

—¿Cuantas personas hay?— se dirigió a Superman.

—Como algunas 400. Son muchas— dijo sorprendido —Esto es impresionante.

—Era obvio, un arma nuclear de tal potencia, no podían darse el lujo de tener pocas personas a su cuidado.

—¡Batman! ¡Batman!— llamaban desesperados.

—¿Que pasa?

—¡Quieren activar la maldita bomba! ¡Van a hacerla reventar aquí!

—¡¿Que?!— se alarmó. Volteo a ver a su esposo con el mismo semblante de preocupación —¿Puedes escuchar que dicen?