Haz leído esas historias de personas que al morir reencarnan en otro mundo como héroes con poderes y destinados a vivir en un mundo de fantasía?
Ese es el caso de nuestra protagonista llamada Airi quien reencarnó como una zorra de nueve colas con un...
Había pasado un rato luego de que Airi atacara sexualmente a la pareja. Ya había acabado de desvirgar por todos sus huecos a la chica, y no tenia el menor interés en el albino que dejo atrás.
Se sentó en el borde trasero de la caravana, pensando en que haría cuando saliera el sol, no tenia ganas de dormir y se sentía desamparada. Justo en ese momento una luz violeta brillante se abrió en el cielo nocturno, y dicha luz tomo forma, comenzó a extenderse en dos lineas que iban en direcciones opuestas, formando un marco con bordes salientes que brillaban. De en medio surgió una bella figura de una mujer bastante voluptuosa, tenia los ojos amarillos y al igual que Airi tenia facciones de animal, solo que en vez de tener cola y orejas de zorro esta las tenia de gato. Miro a Airi sonriéndole mientras le hablaba en un tono entre coqueto y burlón.
—Ara~... ¿Que tenemos aquí? Eres mas hermosa de lo que imagine~...
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—¿T-Tu quién eres?
Pregunto Airi esta vez algo seria. Aquella mujer aunque bella le mató el instinto sexual y la hizo ponerse a la defensiva.
—Jo~.... No pongas esa expresión, te vez bonita pero no tanto como estando relajada~
Dijo la chica descendiendo hacia Airi y posando sus manos en su mejilla derecha y en su hombro izquierdo.
—N-No te dije que-... —Shhhh~.... Confía en mi hermosa, no tienes de otra~
Airi fue interrumpida por un repentino abrazo de la chica gato, esto hizo que se ruborizada al sentir el cuerpo de la mujer presionar el suyo, cuando la gata se separó para verla soltó una risita, al notar que la expresión seria de la zorra se fue y tenia una mas sumisa y tonta, cosa que avergonzó a Airi haciendola mirar a otro lado.
—... Dime quien eres... —Encantada cariño, soy Senna, una bruja nekomata y la chica que te trajo aqui~
Airi quedo perpleja con una expresión de sorpresa en la cara, quiso preguntar algo pero de inmediato la luz violeta se cernió sobre ellas. Airi cerro los ojos por la luminosidad y cuando los abrió estaba en un lugar desconocido, parecía una librería dentro de una inmensa casa o mas bien una posada.
—Jeje, lo siento pero creo que es mejor conversar a gusto en privado~
La gata se paseo por el lugar revisando y removiendo cilindros de vidrio y uno que otro libro.
—D-Disculpa... Pero ¿Me diras que ocurre? —Oh... Me disculpo, veras yo te traje aqui.
Aquella respuesta vacilona solo hizo ponerle los pelos de punta a Airi de la irritación.
—¡Pero explicame! —Ay... Que ruidosa eres...
La gata se quedo de espaldas ante la zorra mientras buscaba un libro importante.
