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Seguiste a Jiang Chen cuando empezó a correr detrás de Wen Qing, le confesó su amor y ella lo rechazó. Suspiraste, soltando todo el aire contenido, querías regresar con Wei Ying para despedirte de él. Él te detuvo a medio camino y te abrazó.
-Algún día encontrarás a alguien que te ame, no te preocupes.-te acarició la cabeza.
-Sólo tengo ojos para él, y aún así nunca se dió cuenta. ¿No fuí suficiente?.-concluiste llorando.
Ahora era Jiang Cheng quien vió eso, pero no le dolió pensó que también lo habías dejado para ponerte de su lado y dejarlo solo.
Se fue y desde ese día algo se rompió entre los dos, ya nada fue igual.
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-No pensé que tú también me darías la espalda, Yang (T/N).
-¿De qué hablas?.-intentaste acercarte a él pero se alejó.-Explícate bien...
Su rostro mostró una furia nunca antes vista por ti, eso te dió un poco de miedo y retrocediste.
-Los vi abrazandose y consolandote. ¡Ya no tienes que fingir más y vete con él!.-te gritó.
Una cachetada fue lo que lo paró de decir más estupideces y alzaste tu cara con lágrimas pero en tus ojos se veían plasmada la furia.
-Ese día que fuimos a ver a Wei Ying en los tumulos funerarios y te confesaste a Wen Qing fue el día que me consoló...
-¿Y por qué habría de hacerlo?.
Tomaste valor y te acercaste muy peligrosamente a él, él no te apartó y también te reto con la mirada. Tomaste su rostro delicadamente pero manteniendo el porte de furia y escupiste tus palabras:
-Por que siempre te he amado...
Eso lo dejó sorprendido. Saliste de su casa y fuiste al pueblo por un par de cosas que te encargó Wei Ying para su gente. Sentías su presencia detrás de ti pero no le diste importancia y seguiste comprando.
