Capítulo 17

828 75 19
                                    

Estaba medio despierta, sentía que ya no estaba acostada en el suelo sino en algo más blando y cálido que me permitía estar cómoda. Lentamente abrió mis ojos hasta contemplar con dificultad que estaba en una habitación, la luz del día la iluminaba.

-¿Donde estoy?..- dijo en voz alta mientras fregaba uno de mis ojos e intento sentarme.
-Veo que pudiste dormir comoda- Genma se acercó por el marco de la puerta.

Lo miré algo somnolienta y me puse de pie.

-Diría que dormí como tronco jajaja- rasque mi nuca. -Pero este no es mi cuarto- mire con más atención la habitación.
-¿Será porque estás en mi departamento?- dijo con una sonrisa irónica, se acercó a mi. -El desayuno esta listo, apurate o se enfriara tu café- me dio una caricia en mi cabello.
-De acuerdo..- asentía con una sonrisa.

Me dirigí a la mesa en la cual estaba el desayuno de ambos, dos tazas de café y pan tostado con mermelada.

-(El departamento era pequeño por lo que se veía, pero bastante ordenado para ser un chico soltero)- pensaba mientras inspeccionaba cada rincón del lugar.

Al instante mis pensamientos son interrumpidos por la voz de Genma que captó mi atención.

-Se que estas pensando...- me miró con seriedad.
-¿A Si? Y ¿qué es?- luego de lo dicho tomé un sorbo de la taza.
-Piensas que te traje aquí para hacerte algo raro o alguna cochina pero  no es así- él comía su pan.
-No pensaba eso pero ahora que lo mencionas debería desconfiar de ti..- lo miré con sospechas y me aleje.
-Como quieras..- resoplo cansado y dijo algo más. -No iba a dejarte pasar la noche afuera, debías descansar y me pareció coherente traerte a mi casa-.

Nos quedamos en silencio por unos momentos, sólo podía oírse el sonido de nuestras vidas comiendo y bebiendo. Pero al finalizar mi desayuno le dirigí una palabras.

-Gracias por darme la hospitalidad de tu hogar, gracias por darme un hombro donde llorar y gracias por sacarme una sonrisa y hacerme olvidar por unos instantes lo patética e idiota que me veía anoche- tenía mi visión en la mesa, me daba un poco de vergüenza seguir admitiendo más cuestiones.
-Te dije que estaré cuando me necesites, no eres patética, tal vez un poco idiota, algo ingenua en ocasiones, tal vez irritante cuando no prestas atención..- estaba por continuar pero lo detuve.
-¡Que tierno eres..! No hace falta que me remarques mis virtudes- dije con ironía
-Lo que trato de decir es que te conozco lo suficiente como para saber la clase de chica que eres y un idiota como ese no merece ninguna de tus lagrimas- acercó su silla para quedar a mi lado. -_____ si estás a mi lado te prometo hacerte feliz- me tomó la mano.

Un calor subió por mis mejillas, cuando lo miré  estaba su rostro muy cerca del mío. Trague saliva y me quedo muda por unos momentos.

-¿A mi y cuantas más le dices eso?- intente hacer un chiste.
-De echo eres la primer mujer que traigo a mi casa y con la cual no me acuesto en la primer noche- dijo un poco pensativo.
-¡¿O sea que te la pasas de mujeriego?!- fue lo primero que salió de mi boca.

Él se alejó y comenzó a reír.

-De verdad me encanta verte así de consternada y sorpendida- se cubría la boca con una de sus manos.
-¡Eres un idiota!- le di un pequeño golpe en su hombro.
-Jajajaja pero ya, en serio puedes estar tranquila de que te cuide como una princesa y podría hacerlo todas las veces que quisiera, sólo si tu lo permites- pasos sus dedos por entre medio de mi cabello.
-Agradecería que no dijeras nada sobre mi estado de anoche, si mi abuelo se enterara seguramente me regañaria y luego buscaría al causante de mi malestar- mire para otro lado.
-Tranquila, no diré nada- levantó su mano y juró.
-Gracias Shiranui...- en un momento miré la hora y vi que ya estaba a punto de despiertar Konohamaru.

Me puse de pie y fui al espejo más cercano para arreglar mi cabello.

-¿Ya te vas?- me preguntó.
-Mi hermano despertara en cualquier momento y sino me ve se preocupara- camine a la puerta de entrada.
-Cierto, Konohamaru san- Genma vino hacía mi y me plantó un beso en la frente.

Me quedé extrañada por esa actitud tan dulce pero no me disgusto.

-Ten un excelente día, _____ chan y no te olvides de sonreír- me dedico una sonrisa amable.
-Gracias... Y tú también ten un buen día- ya estaba casi roja Y para que no se diera cuenta me marché de inmediato.

Corrí lo más rápido posible hasta mi casa, con sumo cuidado me adentro y veo a Kurenai durmiendo en el sofá de la sala.

-Ya regrese..- le dije en voz baja para no asustarla.
-De acuerdo cariño ¿cómo te fue?- dijo despertandose.
-Me fue bien, ya me siento con un peso menos- sonreí aliviada.
-Me alegro que haya sido así, si me permites debo irme al entrenamiento que mi equipo me debe estar esperando- ella se puso de pie y me despidió con un abrazo.
-Gracias por tu ayuda Kurenai, eres la mejor- le dije.
-No es nada tesoro, puedes contar conmigo para lo que desees-.

Finalmente se retiró, luego fui a darme una ducha rápida para quitarme la ropa sucia y fui a despertar a mi hermanito quien de inmediato comenzó a preguntar donde había ido, tuve que mentir diciendo que tuve que hacer una misión urgente y secreta. Por suerte me creyó.

....

El día transcurrió con normalidad, sólo que está vez me quedé en haciendo las labores del hogar, lavar ropa, limpiar y ordenar un poco.

De repente se me ocurrió preparar galletas para esperar a Konohamaru en la tarde después de su entrenamiento así que me puse manos a la obra.

Se que dije que cuando actualicé lo haría para finalizar y si bien no tengo escritos los capítulos pienso finalizaron en los 3 restantes. Intentaré escribir lo más rápido posible, no prometo nada porque es en vano y espero que les siga gustando la historia n.n ♡♡♡♡ gracias por sus lecturas y sus votos.

Enamorada de un pervertido [Ebisu y tu] Historia Finalizada✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora