Capítulo 4

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Luego de escuchar el informe del Capitán Hitsugaya, el silencio se hizo presente en el gran salón de reuniones.

—Los poderes de ese sujeto eran de un nivel muy diferente al nuestro, dudo que...—Toshiro intentó justificarse.

—Excusas, los debiluchos solamente tienen excusas que decir.—Esta tajante afirmación era emitida por el mismísimo Capitán del 11vo escuadrón, Zaraki Kempachi.

—¿¡Que dijiste Zaraki!?—Preguntó el Capitan Hitsugaya muy enojado.

—¡SILENCIO!—Gritó Yamamoto mientras elevaba su reiatsu.

Todos los Capitanes presentes guardaron silencio de manera inmediata. El liderazgo del Capitán Comandante era absoluto.

—Por el momento, olviden al sujeto rubio. Teniendo en cuenta que nos encontramos en la antesala de una guerra, no podemos arriesgarnos a perder Capitanes en combates irrelevantes.—Indicó Yamamoto, generando que todos acaten dicha orden.

De esta manera, los jefes de escuadrones se retiraron del lugar, exceptuando a los Capitanes Kyoraku y Ukitake, quienes se acercaron para conversar a solas con su viejo maestro de academia.

—Oye Yama-jiji, con los detalles dados por el Capitán Hitsugaya, podemos confirmar que se trata de un individuo de la dimensión del Rey Supremo. ¿Por que no hacemos nada al respecto?—Preguntó el Capitán Kyoraku.

—Lo haremos, pero eso es algo que los demás Capitanes no pueden saber.—Respondió Yamamoto.

—¡Pero...! ¡Sensei! Usted conoce la profecía a la perfección...—Dijo Ukitake tratando de hacer entender la importancia de esta decisión.

—"La Sociedad de Almas desaparecerá a manos de un ser que cruzará la barrera entre universos."—Relató un sujeto misterioso que acababa de ingresar por la puerta.

—No hace falta que me recuerdes ese presagio. La razón de existencia de mi posición como Comandante recae absolutamente en esa profecía.—Dijo Yamamoto de manera tajante.

—¡Vamos vamos! No te enfades anciano, solamente quiero recordarte lo crucial que puede ser esto para todos.—Dijo el sujeto misterioso mientras se sentaba en la silla del Capitán Comandante, una clara muestra del escaso respeto que mantenía hacia Yamamoto.

—¡Levántate ahora mismo! no me obligues a sacarte a la fuerza de este lugar.—Yamamoto elevó su reiatsu.

—Soy el líder del Clan noble más poderoso, solamente necesito chasquear mis dedos para que la División Cero se encargue de tu insolencia. Pero eso ya lo sabías, ¿cierto?—Preguntó el sujeto misterioso con un tono repleto de arrogancia en sus palabras.

El Capitán Comandante estaba furioso, en estos momentos su orgullo estaba siendo pisoteado.

Sin dudarlo, Yamamoto elevó su reiatsu a tal nivel que el gran salón comenzó a destruirse.

Por otra parte, el sujeto misterioso mantenía su semblante arrogante, pero esto era una mera fachada, ya que internamente su cuerpo no soportaba la increíble presión que emitía el poder del Comandante.

—¡Gaius! ¿Podrías tranquilizar a nuestro querido Capitán Comandante? Supongo que su edad le impide acatar órdenes.—Indicó el sujeto arrogante.

De inmediato, un sujeto peliblanco apareció detrás de Yamamoto, apoyando su espada en la garganta del Comandante.

—¡Tómese un té abuelo! Baje su reiatsu, no queremos que sufra un infarto.—Dijo de forma burlona el sujeto de cabello blanco.

—¿Saben por que sigo siendo el Comandante del Gotei 13?—Preguntó Yamamoto, disminuyendo la presión de su reiatsu.

—No tengo idea, ilumínanos anciano.—Respondió el sujeto llamado Gaius sin quitar la espada de la garganta del Comandante.

Naruto: Esperanzas sin Futuro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora