6. Reencuentro parte 2

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Cristianno Jones

Entre a la mansion Winston se el salón en donde se iba a celebrar la dicha "bienvenida" era bastante grande, llena de decoraciones elegantes y pues bueno era por la señora Isabella, alta y delgada, muy guapa con su piel pálida, sus ojos color miel y su cabello rubio oscuro que conjugaba bien con con sus ojos. Ella en verdad se veía que era de clase, toda una dama.
Sonaba la canción de «summer» y el salón lleno de personas y de señoritas que pronto probare muy hermosas por cierto con vestidos como a mi me gustan..fácil de quitar. Y seguían y seguían entrando personas, el salón estaba repleto tanto de personas como bocadillos, solo falta ella..Kathia.

-Cristianno...-dijo mi primo-.
-Lo ignore...estaba tan nervioso de ver a Kathia, de seguro seguiría igual de hermosa-.
-Cristianno! -dijo pegandome en el brazo-.
-Que quieres? -dije fingiendo enojo-.
-Que pasa? -dijo mirándome confuso pero despues..oh no- Kathia no es verdad? Tranquilo hermano, ella....-se quedo callado, mirando hacia las escaleras con la boca abierta-.
-Que? -dije mirandolo extrañado-.
-Mi..mir..mira a..lla.. -tartamudeo-.

Oh por Dios! No no no podría ser ella, estaba hermosa, preciosa, que digo! Era toda una diosa, su manera de caminar y su piernas, sus piernas! -cara de pervertido- tenia un hermoso vestido negro que se ajustada sus curvas tan perfectas, unos tacones que la hacían ver mas alta y hermosa, su piel pálida, sus ojos color grises -como amaba esos ojos- sus labios rosas carnosos y su cabello castaño claro y largo, me iba a dar un paro cardiaco si la seguía viendo.

-Oh por Dios -dijimos al mismo tiempo sorprendidos- n..o n..o pu.. pue..de ser... e..llaa. -tartamudee-
-Hey que onda? -dijo un chico que reconocí de inmediato-.
-Hola Alex -dijimos mi primo y yo-.
-Ya vieron a Kathia si que esta para morirse -me observo divertido- pero ya veo que alguien mas la vio, la única diferencia esque yo no babee por ella.
-Cállate Alex -le dije un golpe en el codo-.
-No a la violencia -dijo sobandose su brazo-.

Seguiríamos hablando pero el papa de Kathia, Leornardo, un señor también muy elegante con su piel palida, sus ojos color marrón oscuros y profundos y cabello negro azabache, empezó a hablar...
-Quiero darle las gracias a todos por haber venido a esta bienvenida por mi hermosa hija Kathia Winston, es un honor tenerlos aquí como invitados y espero sea de su agrado y que se la pasen súper bien en esta bienvenida.

Claro que me la iba a pasar mas que bien diría yo «pensé».
Ahora sonaba «don't you worry child» Dios como amaba esa canción! Y pues bueno llego la hora de comer, que bueno porque tengo mucha hambre.
Cuando me iba a mi lugar ja! Justo tenia que pasar esto no? Vaya mi suerte!

Lo InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora