Llego el viernes, en la escuela era el último día, pues la siguiente semana era cambio de curso y me sentía feliz por tener una semana libre, bueno excepto porque tenía que ir al trabajo pero no me molestaba en absoluto, mi rutina me estaba gustando más de lo que pensé. Algo que no mencioné es que dentro de la empresa tenían un código de vestimenta para cada área, en el caso del área médica que es donde yo estoy, los doctores optaron por no usar un código de vestimenta tan extremo, en especial la doctora Min, decía que prefería que si tenía trabajando con ella jóvenes, que disfrutaran su juventud usando ropa de acuerdo a su edad, claro sin ser excéntricos o que dicha imagen pueda ser mala para el área, así que si, podía ser libre en mi forma de vestir y la ventaja es que no soy tan exótica en la vestimenta, ya bastante tengo con mis curvas. Use mi vestido corto negro con puntos de colores, mi chamarra de vinipiel y unos tenis vans negros, tome mi mochila y me fui directo a la escuela.
Antes de llegar a la empresa decidí pasar a un combini que estaba cerca de la escuela pues se me había pasado el tiempo platicando con el grupo que no comí absolutamente nada, mientras estaba pagando los productos que compre, me percate que afuera estaba pasando una chica bastante atractiva, morena con cabello afro, curvas despampanantes que lucían perfectamente un short de mezclilla, un top negro de tirantes y un cárdigan de flores muy colorido, era Amelia quien caminaba de espaldas mientras sonreía y estiraba los brazos, caminando frente a ella se encontraba un chico muy simpático que vestía una camisa de cuadros rojo con azul, pantalones de mezclilla y una definida barba y cabello rubio, si era Jay quien le sonreía tiernamente, esa escena me hizo sentir sumamente feliz por mis amigos, sabía que terminarían juntos y no me digan que no son pareja porque esas miradas, esas sonrisas que se dan tan tiernas y esa química que emanan es indiscutible. Tome mis cosas y me dispuse a salir del combini, vi alejar a mis amigos y en un momento veo que Amelia le toma la mano a Jay y él le da un tierno beso en los labios, fue bastante conmovedora esa escena, pues ese tipo de escenas me hacen creer en el amor y que existen más cosas buenas que malas en las personas, me hizo feliz la idea de que al fin Amelia había encontrado a alguien que es una buena persona, como lo sé, Jay es mi amigo igual que Amelia y sé que es un ser increíble y centrado en lo que quiere con grandes metas y quien quiere a alguien a quien prepararle hotcakes y chocolate por la mañana, es un romántico y me alegro bastante saber que Amelia, mi querida Amelia es la afortunada.
Algunos se preguntaran porque tanto empeño en la historia de ellos dos y no en la mía que es por la que estoy escribiendo esto, bien, Amelia fue la primer chica que conocí al llegar aquí a Corea, me encanto porque ambas somos las únicas latinas del grupo, como ya lo había dicho, fuera de que seamos del mismo continente, la química entre ambas es maravillosa, pero lo que me hace tenerle más respeto, paciencia y cariño del que quizás podría darle es por su historia con un antiguo novio, si ella está de acuerdo en contarlo así que prosigo, hace unos 8 años, cuando ella apenas tenía unos 18 años empezó a salir con un chico que era prácticamente su amigo de la adolescencia, decía que era un relación muy linda hasta que ella empezó a salir de fiesta con sus amigos, si creo que ya muchos sabrán por donde va el asunto, el chico se ponía celoso, le gritaba y le decía que seguramente lo engañaba, cuando ella estaba enamorada completamente de él, hasta que un día en una cita el tipo este la golpeo, dejándole un gran moretón en su ojo y en sus brazos, ese patán la lastimo, ella le dijo que no la volviera a buscar, él se molestó más y empezó a amenazar, al final ella puso una orden de restricción pero no era suficiente para ese patán, el tipo buscaba a la familia de Lía, por lo que ella decidió alejarse completamente, se mudó a Estados Unidos con su tía, comenzó a trabajar y al parecer cuando el tipo busco información de Lía y se dio cuenta de que ella se había ido de Colombia, quiso buscarla pero ella no lo permitió, pasaron los años, gracias al universo él no la volvió a buscar ni a meterse con la familia de Lía, pero ella ya no quería volver, no quería poner en peligro a su familia así que decidió viajar, se volvió una beauty blogger muy reconocida y eso le permite viajar aún más.
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¡No vuelvas!
Teen FictionD.O. es una joven que se lanza a un viaje a Corea del Sur para aprender del idioma, en dicha experiencia conocerá al joven Seok, ¿sera el quien haga cambiar su perspectiva hacia las relacionas amorosas?