Mierda, por qué mi cerebro tuvo que salir corriendo ahora, que tengo a la cosa más sexy enfrente, dejandome claramente como una idiota? Joder, ¿por qué Superman era tan atractivo? ¿Por qué sigo llamándolo Superman?
-¿Superman? Me gusta, seré tu Superman, bonita. Con la condición de que tu seas Lois Lane.- Carajo, ahora sí mi cerebro terminó de huir. El color voló a mis mejillas, ¿por qué estoy reaccionando así? Nunca en mi vida me ruboricé por un cumplido. Maldita Italia.
-Lo siento Superman, pero damisela en apuros no es mi estilo- Solté con una sonrisita de suficiencia, bien dicho Vita. El soltó una fuerte carcajada y mi cara cambió. ¿Por qué se ríe?
-Bonita... puede que no te guste ser una damisela en apuros, pero eso es justo lo que eres ahora. Míranos si no.- Recorcholis! El tenía razón, seguíamos en la misma posición en la que él evitó que yo me matara contra el piso. Bueno exagero como siempre, pero podría haber muerto en el piso, ya ya mejor me callo. Obviamente que el rubor volvió a mis mejillas.
-Ehhh... Emmmm...-Cerebro vuelve a mí, por favor! Te lo ruego! Mis plegarias obviamente no funcionaron, por lo que opté por solo alejarme, como si Superman tuviese alguna clase de peste extraña. Él solamente rió.
-Isaac Herman-Dijo tendiéndome la mano. Y utilizando una super sonrisa, que podría servir para anuncio de pasta dental y que derretía a cualquiera.-Cuál es tu nombre, bonita?
-Vita Bianchi, mi querido Sup... Digo Isaac- Suficiente de la barbie sin cerebro, ahora la verdadera Vita tomaría el control. No sé porque mis hormonas estaban tan alocadas o porque mi cerebro simplemente se nublaba cerca de él. Pero basta de todo eso. A partir de ahora el no volvería a alocarme.-Si me disculpas me retiro, tengo que ir al comedor.
-Te acompaño, bonita- Y me guiñó un ojo, maldición. ¿Por qué era tan malditamente sexy? Alborotaba todas mis hormonas. Las muy malditas eran sumamente susceptibles a Isaac.
-No es necesario en lo absoluto, conozco perfectamente el camino- Es una gran mentira, ya que por ir en mi mundo no tengo ni la más mínima idea de en donde estoy. Pero el orgullo siempre será más grande que todo. Me alejé de Isaac y empecé a caminar hacia la derecha, hasta que él me gritó.
-Bonita! El comedor es hacia el otro lado. -Dijo mientras reía. MIERDA. Creo que ahora Superman es consciente de que no tengo ni la más mínima idea de en donde estoy parada. -Vamos Bonita, no seas tan orgullosa y ven conmigo. No tienes ni idea de hacia donde está el comedor.- Mi orgullo claramente se encontraba a seis metros bajo tierra en este momento. No me quedaba más remedio que aceptar, era eso o deambular por el colegio hasta dar con el comedor. Lo cual me llevaría horas.
-Está bien, iré contigo. Pero que conste que lo hago porque no tengo más opción y a propósito, gracias por salvarme hace un rato, creo que es obvio que soy un poco descuidada al caminar.-Dije proyectando una pequeña sonrisa.
-No hay porqué Bonita, eres nueva aquí supongo, verdad? Si no, sabrías donde está el comedor. -Dijo riendo. Mierda que risa tan perfecta
-Si, vengo de Florencia. Nunca dejarás de reírte de que haya ido en la dirección equivocada solo para demostrar que mi ego es más grande, verdad?
-Florencia es una linda ciudad, pero nada se compara con New York, soy un chico de la gran manzana, Bonita. Por supuesto que me reiré por el resto de mis días, no siempre tengo el placer de ganarle a tu orgullo.- Y me guiñó un ojo, este super héroe definitivamente era un jugador.
No pude evitar reírme. Se nota porque es un jugador. Tiene la cara, el cuerpo y la personalidad para serlo. Lo mejor que puedo hacer es simplemente olvidarlo luego de llegar al comedor. El amor o algo parecido no es para mi... No después de Vladimir.
-Así que un chico de la Gran Manzana, siempre quise visitar New York. Es la primera vez que tratas con mi orgullo, Superman. Lo siento pero está será la primera y última vez que le ganas.
-Créeme, no será la última vez. Le ganaré a tu orgullo otra vez y te ganaré a ti.-Dijo acercándose demasiado para mí gusto, nuestros labios estaban a centímetros. Gracias a Dios estábamos ya en las puertas del comedor, por lo que logré escabullirme y cuando mi espacio personal estuvo libre de intrusos, le contesté.
-Créeme tu a mí. Nunca vas a ganarme. -Y con esas palabras dichas, me dí media vuelta y entré al comedor. Sentí que había triunfado. Pero me duró muy poco. Ya que Isaac atrapó mi brazo antes de que pudiera llegar a mi mesa. Donde Nes y mis nuevos amigos me esperaban.
-Quieres apostar, Bonita?-La mirada en sus ojos me dijo que iba a arrepentirme de esto, pero maldición, no puedo dejar pasar una apuesta.-Apuesto a que voy a ganarte y serás mía antes que acabe el semestre, si pierdo seré tu esclavo un mes completo. Pero si gano tu serás mi esclava. Que dices?
-Bien, acepto. Pero yo apuesto a que no puedes terminar esta apuesta porque te has enamorado de mi.- Oh sí, me estaba metiendo hasta el cuello. Pero no hay nada mejor que una buena apuesta. Y estaba segura de que ganaría.
-Hecho. -Dijo Isaac y me tendió su mano. La acepte y cerramos el trato.
-Hecho.- Repetí mientras sacudíamos nuestras manos. Oficialmente estaba decidida a ganar esto. Soy demasiado competitiva y en esta apuesta había mucho en juego. Además de mi orgullo. Superman iba a morder el polvo. Eso era un hecho. Además que era obvio que yo había perdido la cabeza en el trayecto de mi dormitorio al comedor.
Nota de la autora:
Lamento la demora no hay excusas para que no haya subido. Recién pude terminar el capítulo, lean y comenten por favor. Y ya saben le dedico el capítulo al primer comentario. Gracias por leer, un besazo.-Alice Boham XOXOXOXOX
ESTÁS LEYENDO
Russian-Roulette Mejorada
JugendliteraturLa ruleta rusa. Es un juego peligroso... casi tanto como enamorarse. Enamorarse es como jugar a la ruleta rusa, pones el arma en tu cabeza, tomas aire y elevas una pequeña plegaria y luego... Disparas y esperas que no te lastime. Así es el amor, cae...