Desde hace una semana Fluke comenzaba a sentirse incómodo por la actitud de Ohm y es que podía notar que el mayor intentaba entablar una conversación que ni él sabía como iniciar, a pesar de que en sus 7 años había sido todo muy tranquilo y solitario, Fluke había aprendido a vivir así y ahora que el mayor intentaba hablarle se ponía bastante nervioso y apenas podía retener la mirada en el contrario. Y es que quien en su sano juicio podía mantener la mirada a Ohm Thitiwat, porque a pesar de que ambos tuvieran sus conflictos y decidieran no hablarse por muchos años eso no queria decir que Fluke estuviera ciego, ya que admitía que su compañero de cuarto le parecía bastante atractivo a pesar de que solo lo pensara y jamás admitiera frente a sus amigos lo que ellos mismos le decían, como por ejemplo: ¿Como es que podía vivir con Ohm, si todos en el instituto decían lo caliente que era?
Y basta decir que Fluke le incomodaba y le enojaba ese tipo de comentarios, ya que no podía ser posible que chicas pensaran así del mayor. El creía que debían tratarlo con mayor respeto ya que por lo que ha visto este jamas da motivos para algo más.Sabe que Ohm es atento y caballeroso, ha visto ayudar a los demás sin recibir nada a cambio, o incluso ayuda a personas sin siquiera conocer su situación o pasado algo que a veces Fluke envidiaba ya que él era muy desconfiado en esas cosas y el no se permitiría traer al departamento a un extraño pero a pesar de que a veces sus peleas se debían a eso, Fluke estaba orgulloso del mayor aunque muy en el fondo de su corazón porque casi nunca lo mencionaba en su mente. De igual manera inconscientemente y sin que lo supiera le gustaba verlo a lo lejos, su sonrisa era una maravilla para quien tuviera el privilegio de verlo, ya que muy a menudo lo estaba haciendo, cosa que jamás hizo en público y en ese entonces pensaba que Ohm era un amargado pero ahora que lo ve, su sonrisa lo hace ver mucho más lindo.
Con un golpe mental Fluke desecho esa idea, ver a tu compañero como alguien lindo y atractivo era mucho que procesar y es que desde hace un mes el pequeño Fluke comenzó a pensar mucho más en su mayor lo cual le preocupaba y fue por eso que había decidido despejar su mente saliendo de casa antes de que este llegara lo cual había ayudado mucho o eso creía hasta que hace unos días este se comenzó a comportar diferente.
Cada vez que Fluke llegaba no podía pasar directamente a su cuarto porque Ohm lo detenía con varias preguntas que por cortesía contestaba, ya que sino lo hacia seria una falta de educación que no se perdonaría pero que también lo hacía sentir incómodo. Y es que luego de terminar esa plática y cuando se dirigía a descansar el mayor le pedía que cenaran juntos lo cual no podía negar ya que a pesar de que siempre cenaba solo siempre quizo sentir la compañía del mayor a su lado, y crear en su mente que siempre se llevaron bien y que ahora solo están cenando como siempre lo han hecho lo cual sabe que solo es algo inesperado ya que jamás hicieron tal cosa.- La cena esta deliciosa, no creí que supieras cocinar.
Y hoy como los días anteriores los chicos están sentados mirándose de frente cenando la deliciosa cena que preparó Fluke ya que esta vez el menor decidió que era momento de cooperar en la relación que tal parecía el mayor queria arreglar.
- Sí, mi madre me enseñó un poco de lo que ahora se, la otra mitad lo aprendí viendo algunos tutoriales de cocina.
El mayor solo sonrio mientras probaba otro bocado de la exquisitez que había preparado Fluke. Y luego de varios elogios más por parte del mayor se quedaron en silencio para seguir disfrutando la noche. Con el paso de los días el silencio se había vuelto un poco menos incomodo y mucho más agradable como el de ahora mismo.
Ambos se miraban de reojo sin que ninguno se diera cuenta, y a pesar de negar cualquier sentimiento sus corazones latian al mismo tiempo por la situación, porque cada vez se conocían un poco más de lo que antes sabían. Y ver las sonrisas contrarias de cada uno les hacia darse cuenta lo mucho que perdieron todos esos años. Pero no podían hacer nada ya que ambos habían creado un muro del cual jamás se decidirían a abrir porque si lo hacían solo les harían daño, pero ahora se daban cuenta de lo equivocados que estaban porque tenían una perspectiva diferente a como la tienen ahora.
Ambos se dan pequeñas sonrisas no llegando a incomodar al otro, ahora se encuentran en la sala tomando una copa de vino luego de haber terminado de cenar y haber lavado los platos antes de dormir, el silencio era acogedor pero a pesar de ello necesitaban muchas respuestas a sus preguntas que solo ambos pueden dar a conocer.