CAPÍTULO 200

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*NARRA VEGETTA*

Y le dije "adiós, hasta nunca", y en silencio le desee que fuera feliz, que encontrara el amor, ese amor que tanto le falta y que a mí me sobra, y luego le pedí al cielo por él, pero más por mí, porqué era yo quien más lo necesitaba.

Eran las cuatro y treinta de la madrugada cuando me fui, llorando con el corazón hecho pedazos, me fui sabiendo que él es el único a quien he amado,... a quien amo, porqué sí, aún lo hago, no mentiré, no sé, si es masoquismo, terquedad o la más grande estupidez de mi parte, porqué a pesar de lo que me hizo, y sentir el más grande dolor que me pudo haber causado, una parte de mí todavía siente algo por él, y es que no se puede arrancar un sentimiento de la noche a la mañana.

Siendo aún muy temprano, busqué un hotel del centro, necesitaba estar solo,
y aunque pude acudir con Luzu y Lana, no quiero molestarlos a esta hora, tampoco contarles en este momento lo sucedido, no me siento en condiciones ni siquiera de hablar, tan solo quiero dejar de llorar, esto me duele demasiado.

Cuando llegué a la habitación del hotel, me tumbé sobre la cama, me sentía exhausto, triste, cabreado y hecho una mierda, necesitaba dormir y olvidarme aunque sea por unas horas de este sufrimiento, pero antes cogí el móvil y bloquee a Guille para no recibir sus llamadas ni textos mentirosos nunca más en la vida.

........................

Cuando desperté, cogí el móvil, eran las catorce horas, también vi que tenía varias llamadas de Luzu y muchos mensajes, preguntando por mi paradero, era obvio que Willy ya le había dicho algo, así que le llamé.

-Vegetta, tío, llevo toda la mañana llamándote, donde estás, preguntó efusivo y preocupado.

-Hola Luzu.

-Como que hola, dime ¿estás bien?

-Sí

-¿Dónde estás?

-En un hotel del centro.

-Suspiró de alivio. Vale, perdona el tono de hace un segundo, pero es que al rededor de las nueve de la mañana Willy vino aquí a mi departamento preguntando por ti, estaba demasiado nervioso y preocupado, no entendía porque actuaba así y le dije pues que no habías venido, pero no me creyó ya que prácticamente me empujó y entró y empezó a llamarte, fue una suerte que Lanita no estuviese en ese momento, puesto Willy actuaba como loco, y así de la nada empezó a llorar, y a preguntarme en repetidas veces por ti, que por favor le dijera donde estabas, porqué quién podría saberlo con seguridad era yo, le respondí que no sabía y le exigí que me explicara que le pasaba, no quiso darme detalles, solo dijo que tú y él habían discutido y tú te habías ido con todo y maletas, ahí supe que la cosa era grave y empecé a llamarte y escribirte pero no cogiste a ninguno.

-Terminé con él.

-¿Cómo dices?

-Qué terminé con Guille, respondí y otra vez comencé a llorar.

-No me la creo,... quiero decir que, ya me habías dicho que las cosas entre vosotros dos no estaban bien, pero nunca imaginé que llegarían a esto.

-Me engañó...

-Lo descubriste mintiendote otra vez?

-Qué me fue infiel, Luzu.

-Joder! Pero, como, ¿Estás seguro?

-Sí, anoche el gilipollas de Carlos nos invitó a una fiesta, ahí luego de un rato Willy comenzó a actuar nervioso y dijo que iría al baño, cuando fui a buscarlo lo encontré hablando con un tío,... lo escuché decirle,... lo descubrí todo,.... sucedió en el mes de diciembre, en su viaje a Ibiza,...

En cualquier parte del mundo siempre que sea contigo. (CONTINUACIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora