Noches en vela

Duele• 💔

Trato de ser fuerte y aparento que no me importa, que no fue nada el que esto, el que eso se haya terminado, pero me duele.
Me duele como no tienes una maldita idea.
Me duele, y cada vez que pienso en él me duele aún más.
Me duele pensar en todo lo que vivimos, en todos esos momentos en los que fuimos felices, y me duele pensar que ya no regresarán.
Me duele imaginar un mundo sin su voz, sin su risa, sin él. Jamás estuvo en mis planes perderlo, y me cuesta imaginar un futuro sin él.

Pero ¿sabes que duele más? Duele voltear atrás y darme cuenta que ni siquiera intentó seguir en mi camino.
Salí de su vida tan fácil que parece que jamás terminé por entrar.
Me borró de su mundo como quien borra un error en sus apuntes. Eso parece ser lo que fui, un error. Sólo que siento que ni siquiera mi marca fue lo suficientemente notoria como para que haya considerado utilizar una nueva hoja, un nuevo comienzo. Me borró y continuó con su vida normal. Así de simple.

Me duele no poderle llamar con cualquier excusa, no poderle mandar un mensaje con un chiste, o no poder ir a su casa a comer como solía hacerlo cada tarde después del instituto.
Me duele ver nuestras fotos y videos, y pensar que todo fue como un sueño del que ya desperté y al que por más que lo intenté jamás podré regresar.
Duele haber despertado.
Duele ya no ser parte de su mundo.
Duele porque yo lo amaba, lo amaba de verdad.
O mejor dicho lo amo, lo amo con todas mis fuerzas y me duele tener que aceptar que ese amor ya no es suficiente y que tengo que dejarlo atrás.
Pero ¿por qué? ¿Por qué tengo que terminar por completo con esto que siento? El echo de que él haya dejado de amarme no quiere decir que yo tenga que dejarlo de amar, ¿Por qué tengo que destruir algo tan hermoso, como mi amor por él?
Duele saber que él así lo haya aceptado, pero duele más no tener un motivo para hacerlo.
Casi cuatro años de relación y terminar como extraños.
Duele verle por las calles y no poderle dirigir ni una mirada, ni una sonrisa como a cualquier extraño.
Duele saber que no eres la culpable de nuestra separación. Sí, creo que eso es lo más doloroso, tenerle tan cerca y al mismo tiempo tan lejos.
Duele no tener a quien culpar.
Duele y duele demasiado.