Ú N I C O

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Advertencias: Historia de género Yaoi, Shotacon, Yandere, sin lemon, recuentos de la vida.

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, así como los fanarts y gifs que se ocuparon para esta historia; con fines de entretenimiento.

Pensamientos
-Diálogos- y "Diálogos"

Pensamientos-Diálogos- y "Diálogos"

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-...Y en otras noticias, la policía encontró a orillas del río el cuerpo sin vida de un joven, recientemente identificado como el niño desaparecido, Ryo Hushino de 12 años...-

Fue la noticia matutina que cada estación de radio se encargó de cubrir, a cada rincón; tanto dentro como fuera de las estaciones de metro.

Los altavoces emitían un sonido metálico muy molesto -a causa del eco- el cuál solo lograban ignorar aquellos pasajeros que cargaban consigo auriculares; para evitar llenar de negatividad su día, el cual perezosamente recién iniciaba.

Daisuke Kambe era uno de esos pasajeros que no corrió con la suerte de llevar consigo audífonos aquella mañana, y lejos de verlo como un mal comienzo, se le podía ver disfrutando lleno de paz y tranquilidad el viaje de camino al instituto.

Había dormido poco la noche anterior, estudiando la anatomía del cuerpo humano, para un exámen que debía presentar en el segundo periodo de clases después del descanso. No obstante, su buen ánimo era notorio y eso despertó cierta intriga en sus amigos y compañeros de clase.

-Ya en serio Kambe, ¿Qué te tiene de tan buen humor?- preguntó Shinnosuke con la boca llena de comida, degustando un delicioso emparedado.

Se encontraban en la azotea del instituto, teniendo una hora libre más de lo normal, ya que su maestro de literatura clásica -quién curiosamente resultaba ser el padre del fallecido niño de las noticias- había pedido permiso para aumentarse.

-Desiste de la idea de qué Kambe te haga caso, Kamei- comentó con simpleza la chica que se encontraba junto a ellos, Mahoro Saeki, al tiempo que tomaba un sorbo de su jugo de naranja.

Y antes de que el pelirubio preguntase el por qué, la chica se adelantó, señalando con su dedo índice en dirección al suelo, a las canchas deportivas dónde -en clase de educación física- corrían los niños de primaria.

Kamei volteó la mirada y enfocó la vista en un grupo de niños que corrían dando vueltas a la pista. Y cuándo se dió cuenta de qué aula se trataba sus labios formaron una perfecta "o". Luego, levantó la mirada, y sin discreción mantuvo sus ojos fijos en Kambe.

Daisuke se encontraba inmerso en su burbuja de ensoñación. Sus mejillas habían adquirido un ligero e imperceptible tono rosa, y sí mirabas muy de cerca a sus pupilas, hasta pensarías que en ellas se encontraban formados pequeños corazones.

-El nene apenas tiene 11 años y tu 19, en otros países podrían casarse pero lastimosamente esto es Japón- comentó Kamei como sí nada, solo para generar conversación, aún a sabiendas que el pelinegro no le estaba haciendo caso.

M a n í a || DaiHaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora