8. Día inolvidable

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Después de una larga semana y dos días sin verlo, por fin es Lunes!!

Tenemos planes para hoy.

Mamá tuvo libre así que entre las tres hicimos los quehaceres de la casa, cocinamos, en fin.. Hoy teníamos visitas; viene Felipe. Hoy se lo presentare a mamá, obvio como mi amigo, y se conocerán, espero todo salga de la mejor manera.

Mamá preparo pollo en salsa, a Felipe le encanta el pollo, mamá esta entusiasmada y Diana esta como loca, para que todo salga perfecto, ya me ponen nerviosa.

Por fin llegó, el hombre más precioso del mundo.

Ahí estaba él, mirándome como si no hubiera otra, con sus ojos empañados, con una sonrisa perfecta.

-Mi preciosaaa(se dirigió hacia mi, abrazandome fuertemente, como se abraza aquello que hace mucho se había perdido, y lo encuentras, así me abrazaba) te extarañe, te extrañe, aquí estoy, volví. No quiero estar ni un minuto lejos de ti (mientras decía todo eso, me miraba fijamente a los ojos) estoy enamorado de ti.

-Felipe, (también lo abrazaba, sentía que una parte de mi, habia vuelto, junto con él) También te extrañe.

Hablamos y hablamos, teníamos mucho que contarnos.

Después mamá nos llamo, ya era la hora de almuerzo y la hora de presentarlos.

-Mamá, el es..

Felipe me interrumpe diciendo:

-Soy el novio de Luci, mucho gusto.

Esto debe ser una broma, mamá me miraba confusa y lo miraba a él, Diana se quedó como una estatua, y no cerraba la boca.

Yo estaba confundida, él no me ha dicho nada, estaba pálida y helada.

-Bueno, seré el novio de su hija Luci, si ella me acepta.

Mamá cambio su semblante y puso una media risa, Diana hizo una cara, de que iba a llorar, que loco todo esto.

Felipe se dirige a la puerta, sale un momento, mamá me vuelve a ver, Diana se ríe y ahí entra él, con un hermosa ramo de rosas rosadas, se coloca enfrente mío, me entrega las rosas, las recibo, mientras caía una lágrima de mis ojos, me dice:

-Luci, mi preciosa. Aceptas ser mi novia? Espera no digas nada todavía. Esto que siento, no lo quiero sentir con ninguna otra, y quiero que seas tú la mujer que este conmigo toda la vida.

(Esas palabras las he escuchado mucho, no porque me las digan, pero en el colegio eso se ve mucho, te prometen y al final, no cumplen, pero a mi también me pasa lo mismo, quiero que siempre sea él)

-Aceptas? Me pregunto con sus ojos empañados.

-Acepto, acepto y acepto.

Nunca antes me habían besado, nunca antes había sentido eso.

No me importó que estuviera mamá y Diana ahí viéndonos, ya nada importaba.

Felipe se detuvo y volvió a ver a mamá y sonriendo le dijo:

-Doña Melissa, y usted me acepta?

Jaja! Las mamás y sus parlas, aceptó con la condición que me respetara y no me lastimara. Le agradezco a mamá que sea así.

Nos sentamos a almorzar, platicabamos, mamá vacilaba, y hasta le pidió que no le digiera mas Doña Melissa, que con Melissa para ella era suficiente, que ahora había un nivel de confianza.

Diana estaba súper contenta de tener un cuñado y claro Felipe estaba muy feliz también.

Le contaba a mamá sus planes para este último año y sus planes de futuro, en los cuales yo estaba incluida y con prioridad.

Comimos postre, la pasamos bien.

Entre los cuatro recogimos la mesa, él ayudo a secar los platos, mientras yo los lavaba y Diana los guardaba. Que buen equipo hacemos.

Después de terminar, mamá se despidió y se fue a su habitación, sin antes decirle:

-Felipe confió en usted, quedas en tu casa. Ah! Y tienes un diamante de novia.

(Mamá lo dijo con ojos llorosos, casi y lloro con ella, pero solo le sonreí)

-De eso no tengo ninguna duda Melissa.

(Se lo dijo muy firme y sonriendo)

Mamá subió y Diana se quedo con nosotros, después de unos momentos se retiró despidiéndose. Estábamos en la sala platicando, y ahora que somos novios, no me resisto a no poder besarlo.

Planeamos las mejores vacaciones!

Mañana presentariamos a nuestros amigos y esperábamos que todo nos saliera bien.

Aún no podíamos creer que esto, estaba pasando. No planeamos encontrarnos.

Después de muchas horas juntos, nos tocó despedirnos, con un beso tan delicado y dulce.

Ya era tarde, así que subi a alistarme para dormir.

Más allá... Junto a ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora