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Abel.

Así fue, pasaron muchos años 11 con exactitud, viví con mi tía... Y mis abuelos, cuando decidí la universidad quise venir aquí... A mi ciudad... Cuando me instale en mi apartamento salí y compre muchas flores y cosas, había algo que nunca había olvidado - noah... - Dije viendo la tumba otra vez llena de monte y sucia al igual que la de mis padres, fui ahí y limpie todo dejando flores, hice una oración, luego vi para todo lados y no estaba por ningún lugar -supongo que lograste irte- sacudí su nombre y le puse su ramo de flores, tuve que irme temprano para registro de la universidad - creí que lo vería...- pensé mientras me ponía los audífonos, tome un taxi y Pase toda la tarde en el registro.

(más tarde con noah)

Cuando volví de mi recorrido matutino (para no hundirme de depresión en un solo lugar) me llevé la sorpresa de que todo estaba limpio y con una flores hermosas, vi por todos los lados esperando encontrarlo, corrí hasta la entrada pero no lo vi por ningún lado.

- Abel... - Murmure bajo, agarrando los fierros apoyando también mi frente ahí con una mueca triste - espero que vuelvas - casi rogué, para luego alejarme de los barrotes y volver a mi tumba tomando el ramo abrazandolo con fuerza - seguro esta enorme - sonrei con melancolía...

Narrador omnisciente.

La mañana siguiente en la casa de cierto castaño había un desastre, ropa, libros y muchas cosas más tiradas en el suelo, se la había pasado desempacando pero se quedaba observando viejas fotos y recuerdos, entre ellos la rosa que su amigo de la infancia le regalo... Aquel que lo ayudó a sobre llevar su dolor.

Sus padres fueron su mayor ejemplo, su abuelo su mejor amigo y compañero, y aquel espíritu, ese chico que tanto lo apoyó, el queria ayudarlo, la razón por la que vino... pero sabía que estaban en un lugar mejor o tal vez y reencarnaron, a este punto todo era posible para él.

Su vista era especial, algo fuera de lo común, pero, como escucho una vez en una película, "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", gracias a su vista conocio a su lindo amigo y pudo despedirse de quienes amaba, pero... También había sido tachado de raro por la sociedad, los que se enteraban o se asustaban o lo miraban raro, después de todo, las personas le temen a lo diferente y no hay nada más extraño que poder ver gente muerta.

Aunque, el sabía que podía ayudar con ese poder, se había dedicado a estudiarlo y pulirlo, leía mucho y quería contribuir para que almas fueran al "más allá". Lo pensó mucho y decidio volver al cementerio a hablar un poco con sus padres, así que luego del almuerzo llamó a un uber y paso comprando flores, cuando llegó hizo una oración y luego se sento frente a las tumbas diciéndoles cuanto los extrañaba.

Noah.

- Ahora entiendo lo que es extrañar - Murmure atrás suyo, con una sonrisa ladina al ver lo enorme que estaba, este pareció asustarse, al instante se puso de pie volcando a verme con asombro, yo rei un poco ahogado por mis ganas de llorar en ese momento - estas tan grande, pequeño - el me sonrió pero al instante su expresión cambió a una de preocupación.

¿Sigues aquí? - soltó confundido-ha pasado mucho tiempo...

Si, pero no me hagas preguntas hasta que me des un abrazo - lo necesitaba... abri mis brazos y este sonriendo se acercó, y yo lo envolvi en un abrazo fuerte - es increíble que ahora seas más alto que yo - bromee sintiendo como las lágrimas bajaban - desde la primera vez que salí no extrañe a nadie, hasta el momento que te fuiste.

También te extrañe... Te dije que no te olvidaría - sonrió acariciando mi cabello, suspire con una sonrisa aliviada al sentir sus caricias

Mi Hermoso FantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora