III

23 0 0
                                    

Realmente estaba pensando en lo sucedido y por su cabeza no dejaba de vagar ese preciso instante.
¿Había sido cruel? ¿Realista? ¿Inmaduro?
Negó con la cabeza mientras avanzaba inmerso en su cavilar.
Estaba preocupado, nervioso, no podía si quiera esforzarse en tratar de quitarle importancia al tema.
Se paró frente al café estáticamente. Parecía que Mino aún no había llegado, eso le daba más tiempo para torturarse con lo sucedido.

"¿Por qué le dije eso, si sé perfectamente que es mentira?"

Bufó un poco molesto, una que otra persona se le quedaba mirando, tal vez por tratarse de quien él era, o simplemente por los gestos que hacía inconscientemente.

—¿Ji? —Y cómo una burbuja cuando se revienta, el mencionado volvió a la realidad.

Mino estaba junto a él, con una gran y resplandeciente sonrisa de aquellas que sólo él sabía dar.
El menor irradiaba alegría, vida, por otra parte Ji, todo lo contrario, en especial esa tristeza en sus ojos.

—¡Mino! ¿Entramos? —Enderezó su espalda mientras lo decía, el chico asintió y juntos caminaron hasta el mostrador. Ahí ordenaron sus cafés; para su suerte no había nadie por lo que fue bastante rápido y pudieron sentarse.

Ji tenía a Mino a su lado, el primero estaba bastante callado mientras que el menor solo lo admiraba en silencio de igual manera.
Sus finos labios amoldarse en el vaso de su café, la pequeña honda de su garganta por el trago que este hacía y sus ojos misteriosos; nunca podía descifrar qué es lo que el mayor pensaba o haría. En unas cosas podría ser muy predecible, pero en otras...

—¿Y hay alguien especial, Ji? — Persuadió con una sonrisa, el mencionado negó.

—No, al menos no por el momento..., ¿cómo va todo con Jinu?— imitó el gesto de alegría del menor, aunque este claramente se notaba apagado.

—Me siento de maravilla, pero últimamente me he fijado en alguien más... —Le dio un sorbo a su café, se ganó la mirada curiosa de Ji por lo dicho.

—¿Alguien más? ¿Es una simple atracción o...? — Elevó una ceja, Mino rápidamente le interrumpió.

—¡Atracción! Jinu es el amor de mi vida — suspiró enamorado, aunque al terminar dudó un poco—. Solo que este chico... Es tan lindo que hasta me dan ganas de golpearlo.

El mayor soltó una risa.
—Solo no lo arruines las cosas con Jinu, hacen una excelente pareja.—Agregó sonriendo.

—Hemos estado teniendo problemas... — Dejó su café en la mesa, obteniendo toda la atención de Ji cuando miró al contrario decaído por lo mencionado—. Él me prometió algo y... No le tomó importancia.

Ji suspiró, no conocía lo suficientemente a Jinu como para justificarlo; era un chico bastante agradable, lindo, sensible, pero más allá, no sabía mucho de él.

—Seguro tiene motivos para eso—

—No, él es egoísta— Mino frunció su ceño; sus ojos reflejaban la impotencia en aquello que eso le hacía sentir—. No se preocupa ni un poco en cambiar...

Ji se quedó sin habla, ambos se miraron por escazos segundos, pero habían sido los necesarios para examinarse mutuamente. Y poco a poco, Mino rompió la distancia.
Aquellos delgados labios del mayor, por fin podía probarlos. Eran aún más suaves de lo que él había imaginado.

Y la cruel realidad es que no pasaron de ese silencio. Mino fue quien tuvo que apartar la mirada, sentía que lo incomodaba cuando no era así. Incluso con su anterior fantasía de besarlo, ¿Lo haría?.

—¿Te gustaría ir a mi casa? — Preguntó al aire, aunque para ser franco el mayor ya estaba vestido y no tenía absolutamente nada que perder.

—Seguro, sería entretenido— Musitó alegre, pronto ambos se levantaron en cuanto terminaron sus cafés y salieron a pedir un auto.

Pretender [Gtop]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora