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Con un suspiro tenso ingreso en el lugar de sus pesadillas, motas de polvo rondaban el lugar, dejándolo todo con un aire siniestro y de olvido, hace mucho que alguien no entraba en ese lugar; y con cierta razón

Cuando pudo pasar todo su cuerpo a través de la puerta, esta se cerro, casi en cámara lenta; mientras el notaba como la imponente madera decorada tapaba la salida, levantando mas volutas de polvo que hicieron al joven toser, sintiendo como sus ojos se enrojecían y su nariz sangraba, siempre había tenido una horrible alergia al polvo, cosa que lo hizo sentir en su auge de estupidez máxima por ir a una mansión abandonada, que obviamente estaría llena de polvo, sin su medicina; pero había hecho bastante para llegar hasta ahí, cosa que lo hizo sentirse tonto a cierto punto, pero sacó esos pensamientos y tomó un cuchillo que había traído en caso de que un vagabundo que viviese por ahí se pusiera agresivo.

Caminó un par de pasos sobre el rechinante piso de madera, hasta que sintió una leve sensación de ser observado, esto no era normal, usualmente nunca sentía eso, los seres siempre pasaban por alto todo lo que él era, asumiendo que no los veía.

Pero estos, lo intimidaban, sentía miradas desde cada ángulo de ese lugar, dejándolo petrificado, tomo valor y prosiguió su caminata, sintió una mano fría rozar su hombro, haciéndolo estremecer, abrió la primera habitación al lado de la escalera y encontró aparte de polvo, una cama, y muchas cajas

- Una bodega, si, eso debe ser- se dijo a si mismo

Prosiguió su camino ascendiendo la hermosa escalinata ahora hecha polvo por los años, al llegar al tope, esta hizo el amago de caer, pero se mantuvo en su lugar; dejándolo seguir con su exploración.

Entro en la habitación mas cercana y hallo una polvorienta cama, papeles regados, un cuchillo, un plato y manchas de algo rojizo en la mesa. Tanto el plato como el cuchillo, que estaba oxidado, se notaban viejos y roídos por el tiempo.

Algo sonaba mal en eso, pero no quería aceptarlo, sintió una presencia a su lado

>> Sálvanos<<

Eso lo sorprendió, los espíritus nunca habían hablado con él, lo máximo era uno que otro niño que lo veía con sus ojos sin vida, pero con una sonrisa en el rostro, que lo perturbaba cada día en sus sueños y fuera de ellos.

Esta era su mansión ahora, y pronto descubriría que no era solo suya.

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⏰ Última actualización: Apr 17, 2015 ⏰

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La mansion del silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora