Era una hermosa mañana, esplendida para aprender, pájaros cantando y...
Al demonio, ass no durmió en toda la noche porque los pensamientos del día anterior aun rondaban por su cabeza, se vistió en automático y realizo todo como una rutina monótona, ni si quiera se dio cuenta cuando llego a casa de su señor, este salió corriendo sin ver al frente, pero ass no se dio cuenta porque realizo una reverencia para saludar, resultado, iruma choco con ass mandándolo al suelo.
Ass se toco la cabeza para apaciguar el golpe un poco pero al levantar la mirada vio a iruma de pie, mirándolo por encima, su cabello proporcionaba una sombra a sus ojos que lo asían ver afilados, un escalofrió le recorrió cuando pensó que esa fría mirada estaba dirigida a el, esa es la mirada que debía recibir, tuvo la tentación de arrodillarse y besar el zapato de su señor pero fue sacado de su mente cuando iruma preocupado le ayudo a levantarse.
Iruma- lo siento ass, pero mi abuelo está planeando algo y opera no lo podrá detener por mucho- dijo nervioso mirando hacia atrás y sacudiendo la ropa de su amigo, pero por los nervios estaba dando mucho más fuerte, ass estaba avergonzado, quería que fuera más rudo, pero antes de que su mente se fuera a otro lado clara apareció saludando, ass jamás estuvo tan agradecido con ella como ahora.
Unas horas más tardes estaban en clases esperando al profesor, al parecer hoy trabajarían con el libro de torturas, asmodeus jamás entendió porque a su iruma-sama le ponía tan nervioso pero ahora era el que no quería tomar la clase, no con tantas escenas obscenas de su mete que protagonizaban su señor y el.
Se dirigieron a un cuarto donde había varios artilugios de dudosa procedencia para torturar, como cadenas pegadas a las paredes, una cama de estiramiento y una de clavos, el profesor los puso en pareja, asmodeuz claramente fue con su iruma-sama y como él jamás se atrevería a ponerle un dedo encima le dijo que él podría ser el torturado, claramente no pensó cuando dijo eso, se arrepintió solo cuando vio a su señor decidir minuciosamente que utilizaría en el, al verlo tan serio sobre que escoger una extraña excitación le recorrió, estaba ansioso por ser castigado por el otro, movió esos pensamientos de su mente, no era el momento para eso.
Desde el punto de vista de iruma, este estaba nervioso porque no quería hacerlo por lo que estaba tratando de escoger lo que menos dañaría a su amigo.
La decisión fue tomada.
Una correa para perro y una fusta fue la elección.
Mientras todos estaban en su propio mundo y sus rincones tratando de averiguar para que serbia cada cosa iruma se acerca a asmodeuz quien lo esperaba rígido y leal en una esquina junto a una silla de cuero y los libros de la clase, el pobre niño primero leyó lo que tenía que hacer.
-amo y esclavo, digno de usted iruma-sama- dijo el alvino, un rayo de excitación le recorrió
-tengo... que ser... agresivo- dijo dudoso mirando a su amigo- no quiero lastimarte-
-no se preocupe por mí, puede dominarme como quiera- sonrió para calmarlo pero su propio corazón palpitando rápido le pedía solo rogar para que lo hiciera, vio al chico de cabello azul respirar hondo antes de asentir.
-bien, entonces puedes agacharte para ponerte el collar- el otro acato la orden, arrodillándose ante iruma y sintió como el collar de cuero tocaba su piel, la cual empezó a hormiguear, intento pararse pero una voz lo detuvo- ¿Quién te dio permiso para pararte?- su sangre corrió más fuerte, levanto la cabeza y miro directo a los ojos de su señor, el cual estaba mirándolo hacia abajo, tal y como empezaba a gustarle, sintió su cuello tirar por la cadena en la mano de iruma- gatearas hasta donde yo te diga- y lo paseo como si fuera un perro hasta llegar a una silla, asmodeuz empezaba a hiperventilarse por eso, estaba siendo tironeado por su señor, iruma parecía dudar un poco antes de poner su voz firme y dar una orden- date la vuelta y quiero que cuentes cuando te golpee, en voz alta y clara para que te escuche, entendiste- el alvino asintió, iruma gruño y lo volvió a tirar hasta que asmodeus cayó de bruces al suelo- dije entendiste-
-s... si –tartamudeo, aguantándose un gemido, dolor o placer, no tenía ni idea
-señor, tienes que decir señor-dijo en voz fría pero preocupada
-si señor- lo miro con seguridad para que el otro no se detuviera
-entonces acata mi orden- dijo más tranquilo
-si señor- se dio la vuelta gateando, solo hay se dio cuenta de que prácticamente le golpearía con la fusta en el trasero, no sabía si le aterraba o le excitaba, lo descubrió cundo dio el primer golpe, duro y preciso- u... uno- logro decir
-asi se hace, no eres un buen chico- parecía una burla, pero a asmodeus le debilito las rodillas, el era un buen chico para su señor, el sería el mejor de los chicos para él, otro golpe y otro más, seguía contando, como el quinto golpe se dio cuenta que tenía una erección, agradecía que su uniforme personalizado la cubriera, escucho como iruma se paraba y lo rodeaba, el chico le levanto la cara con la fusta
-mírate, estas babeando, esto te gusta- parecía sonreír, movió la fusta hasta meterla suavemente en los labios de ass- no lo muerdas-ass claramente empezó a succionar, deseando que fuera otra cosa-así se hace, ese es mi chico bueno, ahora te quedaras muy quietecito mientras golpeo tu espalda verdad cariño- diablos ass quería gimotear para poder refregarse aunque sea en las pierna de su señor para liberarse pero solo pudo mover la cabeza en afirmación- ese es mi chico- y a continuación sintió los azotes en la espalda y la voz de su señor elogiándolo, lo único que supo fue que se corrió antes de que se acabara la clase y que amaba los hechizos de limpieza, no podría aguantar mirar a los ojos de su señor si descubría que en realidad disfruto más de lo que debería esa clase y viendo al chico disculparse tan apenado, claramente ese secreto se lo llevaría a la tumba.
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la primavera de Asmodeus
Randomesta historia la escribí por capricho, vi la oportunidad y la aproveche, espero que les guste con amor ladyemina001