La clase Junior era un bullicio de susurros y miradas poco disimuladas hacia los dos chicos nuevos.Hyeongjun había acaparado la atención presentándose alegremente frente a todos los estudiantes con una profunda reverencia y luego había obligado a Minhee a hacer lo mismo, quién lo imitó a regañadientes y un tanto avergonzado.
Nadie les respondió ni les dio una cordial bienvenida, seguían viéndose como los chicos raritos y pobres, pero Hyeongjun pensó que podría haber sido mucho peor que eso así que iba a mantener en alto su optimismo. Fueron a sentarse en dos asientos que estaban juntos en la parte lateral de la sala mientras esperaban a que llegara al maestro.
En el otro extremo del salón, había un chico de pequeñas proporciones mirando a través del ventanal, sus ojos parecían tristes y desolados mientras divagaba inmerso en sus pensamientos.
—Podría pasarte un rayo por encima y no te darías ni cuenta.
—Ah, lo siento Gahyeonssi.
Dongpyo se giró a saludarla sin mucho ánimo, forzándose a sí mismo a exhibir a una sonrisa.
Son Dongpyo era el único hijo de la directora, un chico de 18 años, bajito, cabello negro y labios perfectamente abultados. Era un muchacho tranquilo y buen estudiante, tenía una buena personalidad y muchos millones de won en su cuenta bancaria, además de ser el dueño en un futuro de una grandísima herencia de la compañía de su papá.
—¿Te encuentras bien? —Preguntó ella preocupada.
La chica de cabello rosa era su mejor amiga desde la infancia, solían llevarse y entenderse a la perfección, habían estado juntos desde que tenían memoria, por lo que no era de extrañar que supieran absolutamente todo del otro.
A excepción de un secreto que Dongpyo enterraba en lo más profundo de su pecho.
Y es que la situación que le tenía así de abatido y triste no era que su mejor amiga irrumpiera en su espacio abruptamente. Sino el hecho de estar comprometido con ella.
—¿Ya te avisaron sobre la cena de hoy? Papá quiere charlar con el tuyo para establecer las condiciones del compromiso, probablemente quieran fijar la fecha de la boda.
De sólo oír la palabra "boda" Dongpyo sintió un nudo en su estómago. Tenía ganas de gritar, llorar o salir huyendo de allí. No le repugnaba la idea de tener que casarse con su mejor amiga, sino que odiaba el hecho de que otras personas se sintieran con el derecho de tomar las decisiones por él. Eso y su secreto, aquello que lo atormentaba y que a nadie se atrevía a decir, ni siquiera a Gahyeon.
—Ya, no pongas esa cara, sé que es terrible pero habíamos quedado en que mejor nos resignamos.
Dongpyo suspiró con pesadez y dirigió la mirada a la chica sentada a su lado. Se sentía fatal, no deseaba estar ahí en ese momento, no quería que llegara la noche y tener que ir a esa estúpida cena a discutir sobre cómo sería su patética boda. Intentó mantener la calma, aunque inconscientemente siguió apretando los puños como un acto reflejo a su frustración.
—Tienes razón, supongo que ya me había hecho a la idea.
—Nada de lo que hagamos va a detener a nuestros padres de todos modos.
—Es cierto... —Suspiró una vez más, pasando una mano por su cabello azabache con cierto cansancio.
Y es que tenía razón. Los padres de Lee Gahyeon eran los dueños de Boca Cosmetics, la industria más grande de productos de belleza, tenían muchísimas subsidiarias en todo el país y eran actualmente el conglomerado más influyente. La mamá de Dongpyo por su parte, era directora de la universidad y su papá el propietario de una compañía químico-farmacéutica.
ESTÁS LEYENDO
«ÉLITE ; X1»
FanfictionTres jóvenes de la clase obrera asisten a la universidad privada más prestigiosa y exclusiva de Seúl, en donde el choque con los hijos de la élite y las diferencias de clases sociales acaban en una misteriosa desaparición... ¿O deberían llamarlo tra...