No te pares o morirás

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Una noche cualquiera de un mes de verano un grupo de amigos se reunieron en la casa de Aida, una joven con ganas de hacer amigos y sin experiencia ni habilidad en ello, sin embargo había logrado obtener un grupo de amigos gracias a Helena, su prima.

Aquella noche los jóvenes se reunieron para divertirse pasando el tiempo juntos, jugando o hablando. Entre ellos habían quienes amaban el género del terror, las leyendas urbanas y los misterios perturbadores, siendo Helena la que más se interesaba en esas cosas, lo cual ocurre al contrario con Aida, a la que no le gusta nada que respecte al terror, siempre fue una chica miedosa.

— ¿Qué hacemos? — pregunto Aida sentada sobre su cama, su habitación tenía diversos sacos de dormir para los demás.

— Contemos leyendas urbanas — Respondió Helena con una sonrisa mientras dejaba el móvil en el suelo.

— No, ya sabes que no me gustan — Respondió Aida con voz suave.

— La que os voy a contar es bastante aterradora — Dijo Helena ignorando a Aida.

— Ya os he dicho que no me gustan, ¿por que queréis escuchar esas historias? no lo entiendo — Dijo Aida apesadumbrada.

— Por que son muy.... como explicarlo, sabes que te va a asustar o a perturbar, pero quieres escucharlas para así sentir la emoción del terror. Es una sensación adictiva — Respondió Jonás, un chico rubio amigo de Helena.

— Aun así no me gusta, a mi me asusta demasiado — Dijo nuevamente Aida.

— Vamos cuenta la historia — Dijo Fran, otro de los chicos amigos de Helena.

— Vale haya va — Dijo Helena preparándose para contar la historia — Esta historia me fue contado por alguien del que me puedo fiar y por ello se que es real. Según la leyenda urbana si vais corriendo con todas vuestras fuerzas por la calle, da igual cual pero tiene que ser una calle, en plena luna llena y seguís corriendo hasta las 03:00 en punto, no debes parar de correr hasta las 03:01, ya que si te paras morirás. A quien le sucedió esto solo pude gritar de horror ante su muerte. — termino de contar Helena con una voz trémula.

Aida miraba hacia la pared y con las manos en las orejas intentaba no oír la historia, se podía ver que estaba enfadada y molesta por como la ignoraron.

— puff, que mala, ¿se supone que mueres si te paras? — Jonás soltó un bufido mientras levantaba los brazos, obviamente no era lo que esperaba.

— No lo se, mi amigo desapareció antes de contármelo — Respondió Helena con aire misterioso.

— Eso es mentira — Dijo Fran con algo de molestia, al igual que Jonas no era lo que se esperaba.

— ¿estas seguro?, ¿no será que tienes miedo? — Dijo Jonás a Fran.

— ¡Claro que no! — Respondió Fran molesto.

— Bueno, entonces vamos a hacerlo, ¿Qué os parece? — Dijo Jonás levantándose — Son las 02:40, empezaremos a correr antes de las tres y veremos a ver si es cierto. Claro, si en verdad no te da miedo — Añadió Jonás mirando a Fran con una sonrisa.

— lo hare — Dijo Fran a la vez que se levantó mirando fijamente, y desafiante, a Jonás.

— Yo me apunto también — Dijo Helena metiéndose entre los dos chicos — Aida vamos a hacerlo — Añadió Helena.

— No lo haré, es demasiado para mi — Dijo Aida en un tono de voz algo agudo e infantil.

— Que tal esto, si lo haces no te contaremos más historias de miedo — Propuso Helena con una sonrisa a la vez que se sentaba con Aída en la cama — ¿Lo haréis chicos? — Pregunto ella.

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⏰ Última actualización: Sep 26, 2024 ⏰

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