Interludio de Blaine

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Región de Kanto, Isla Cinnabar...

Hay muchas cosas que caracterizaban Isla Cinnabar, siendo uno de los lugares más visitados de la región de Kanto. Gracias a su clima, la isla de había convertido en uno de los mayores puntos turísticos de la región, los habitantes podían presumir no solo de la gran cantidad de hoteles que tenían, sino también el famoso laboratorio de investigación Pokémon, donde se realizaban importantes descubrimientos, e incluso se podían restaurar fósiles antiguos.

Pero lo más interesante de todo, era que la isla era el hogar de uno de los líderes de gimnasio más fuertes de la región. Se trataba de Blaine, mejor conocido como el "Maestro de los Acertijos", o en menor medida, como el "Primer Maestro de Fuego", un apodo que se había ganado a base grandes logros.

La historia de Blaine era bastante popular en la isla, había iniciado su viaje, en aquellas épocas previas a la era de Oak, cuando el mundo era mucho más peligroso y los Pokémon parecían más agresivos. Inclusive llegar a la Liga Pokémon era un logro más que difícil, no tanto por el hecho de recolectar las medallas, esa era la parte más sencilla. No, lo verdaderamente complicado era cruzar el Camino Victoria: una infernal cueva, llena de todo tipo de túneles y Pokémon bastante poderosos. Era muy fácil perderse en ese accidentado camino; pocos eran los entrenadores que lograban cruzarlo y llegar a salvo a la Meseta Añil, tal vez por esa razón de que aquellas ligas eran más competitivas. Durante su primer viaje, Blaine pudo probar en carne propia que aquello no se trataba de ninguna exageración: pasó un mes entero perdido en aquellas montañas, a diario tenía que luchar para no ser asesinado por la gran cantidad de peligrosos Onix de alto nivel, tras varios días casi sin comer ni beber, Blaine ya estaba perdiendo la esperanza, ahí fue cuando lo vio... una enorme y brillante flama, y eso fue lo último que pudo recordar antes de perder la conciencia.

Al despertar, Blaine estaba afuera de la cueva, sin darse cuenta cómo era que había llegado ahí, más tarde se enteró que su salvador era aquel Pokémon legendario conocido como Moltres. Blaine no tenía idea de por qué aquel majestuoso y poderoso pájaro de fuego lo había salvado, pero eso ya no le importaba. Había quedado tan fascinado con ello que decidió transformarse en un entrenador de Pokémon tipo Fuego.

El camino era difícil, no había duda alguna, en los años previos a la era de Oak, los Pokémon tipo Fuego eran bastante temidos; pocos eran los entrenadores que se aventuraban a capturar alguno de dicho tipo. El fuego siempre había sido considerado como un poder peligroso y destructivo, cosa que empeoraba con historias acerca de ciudades enteras incendiadas por algún Magmortar que se salió de control.

Pero todo eso cambió, y en parte fue gracias a Blaine, que se había dedicado a capturar distintos Pokémon de dicho tipo, no solo para entrenarlos, sino también investigarlos. Al principio la gente lo criticaba y le tenía miedo, pero poco a poco comenzaron a escucharlo. Blaine se había hecho de cierta reputación; sus investigaciones habían demostrado que los Pokémon de Fuego no eran tan peligrosos como la gente creía, y que incluso eran necesarios para mantener un equilibrio natural. La influencia de Blaine fue tan grande que otros entrenadores comenzaron a entrenar sus propios Pokémon de Fuego y su popularidad fue tal que aquellas especies antes tan temidas se trasformaron en una de las tres elecciones para los entrenadores novatos.

Había pasado mucho tiempo desde entonces, pocos hubieran imaginado que un entrenador tan popular acabaría sus días en la tranquila Isla Cinnabar. A sus 69 años de edad, había dejado de lado sus viajes. Ahora se dedicaba a la investigación, mientras trabajaba en paralelo como líder de gimnasio. Cualquiera pensaría que tras tantas aventuras emocionantes, la tranquila vida que ahora llevaba, sería demasiado aburrida, pero Blaine no estaba de acuerdo con ello. Había un pequeño detalle que hacia su vida más interesante, aquello era...

Pokémon Reset Bloodlines - Interludio de BlaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora