Dia 1. Cambio repentino

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Mi tiempo en las Islas Hirvientes había llegado a su final. No quería irme, pero de solo pensar en mi madre tuve que hacerlo. Recuerdo ese día con claridad. Cientos de globos terroríficos decorando la casa búho, mis amigos divirtiéndose y obsequiando cosas para que no me olviden. Noté que intentaban camuflar su tristeza para no hacerme sentir mal al igual que yo, en mi mente opinaba "reír ahora, llorar después". No sé cuantas horas había tardado la celebración de despedida, pero sentí la mano de Eda tocar mi hombro, era indicativo de que ya debía irme. Le di un último abrazo y todos se unieron después. King fue el primero en llorar, Gus, Hooty y Willow le siguieron posteriormente. Noté de reojo que Amity se mostraba inquieta, pero sin ninguna lágrima en sus ojos, no como yo que estaba hecha un desastre.

Luego de ese emotivo final, Eda y yo nos dirigimos al portal. Le había insistido que me llevara hasta ese lugar para que mi madre no sospechara mi ausencia. Les dediqué un último vistazo y crucé al otro lado. Era un día hermoso con nubes decorando el cielo y el clima agradable. Eda invocó su bastón una vez estando afuera de esa casa vieja y nos dirigimos al sitio.

Descendemos a un punto solitario. Ella desenroscó a owlbert para despedirme del responsable de mi ida a ese mundo extraño. Me hubiese gustado tener un palisman conmigo, así no me sentiría sola. Nos dimos un último abrazo y me dirigí a la salida para esperar a mi madre para volver a casa.

Varios meses pasaron, mi vida se volvió rutinaria y aburrida. Constantemente me sentía desmotivada y más cuando tenía que ir a la escuela, sufría la indiferencia de mis compañeros por los eventos de mi pasado.

En casa debía que aparentar que estaba todo en orden a mi madre para no preocuparla. Tuve que investigar temas aburridos para que cuando me hiciera una pregunta tendría alguna respuesta preparada porque no quería que pensara que no había ido a ese odioso campamento.

A veces sueño que estoy en las Islas donde lo consideraba un hogar, haciendo tonterías con King y Hooty, leyendo los libros de Azura con Amity o pasar un rato agradable con Willow y Gus. En una ocasión soñé que le robábamos Eda y yo toneladas de helado y que King se lo comió todo, eso le dio un tamaño colosal y superpoderes. Y lo derrotábamos con cosas calientes porque se había salido de control y comenzaba a comerse todo a su alrededor.

Hoy le comenté a mi madre que estaba estresada por la escuela, así que le pedí permiso para ir a la feria y ella accedió, me dio un poco de dinero y me acompañó al lugar. Luego se despidió de mí y me dijo que volviera en la noche, que tuviera cuidado.

Entré a la feria y era como si estuviera a otra dimensión. Muchos juegos mecánicos por doquier, de distintos tamaños y formas, en donde había largas filas esperando su turno, tiendas que vendían diversos artículos y comida. Estaba anonadada, no sabía por donde empezar, así que decidí caminar por un rato hasta que me dio hambre y compré algunas golosinas, comí una y seguí mi camino.

No sé cuánto tiempo pasé caminando por todo el sitio hasta que vi algo que me llamó la atención, era una tienda que vendían cosas de magia y hechicería, así que decidí echar un vistazo. Había frascos con líquidos de distintos colores, figuras de criaturas extrañas, huesos tallados con letras raras, entre otras cosas. Estaba tan emocionada por ver esas rarezas cuando una señora de avanzada edad me habló. Me sorprendí por su repentina aparición y me preguntó si había algo que le gustara de su exótica tienda, rápidamente me mostraba muchos productos desde cabezas disecadas de diversas criaturas, no sabía si eran reales o no, pero se veían interesantes al igual que unos extraños amuletos mágicos entre otras cosas más inusuales.

Inocentemente, le pregunté si tenía algo para cumplir un deseo, le expliqué que quería ir a un punto lejano porque me había sentido a gusto allí y tenía personas a las que apreciaba mucho y extrañaba. Ella me dijo que tenía algo que podría ser lo que buscaba, me dijo que esperara un momento por lo que asentí. Aproximadamente tardó como 10 minutos y salió con un frasco con un líquido azul. Le pregunté que era y me dijo que era una poción que cumplía tu sueño más anhelado, pero solo duraba una semana. Sin dudarlo lo compré y salí de la tienda ignorando la advertencia que me decía, ahora ya lo sé.

Entré a mi casa y saludé a mi madre, quien estaba en la cocina preparando la cena. Le dije que iba a ver una serie, me dijo que está bien, que cuando estuviera lista me iba a avisar. Encendí mi pc y puse una serie cualquiera. Emocionada, bebí el contenido del frasco, tenía un sabor como a algo que prepararía Eda, pero no me importó su desagradable sabor, solamente quería ir nuevamente a verlos a todos.

Cerré mis ojos esperando ese momento mágico, pero nada... pasaron varios minutos y todo seguía igual. Me sentía estafada, todo el dinero que gasté por un agua de dudosa procedencia, pensaba lo peor hasta que sentí un mareo. De pronto mi estómago comenzó a burbujear y mis huesos y músculos me empezaban a doler, quería gritar, pero mi voz no salía, todo se tornaba borroso y perdí la noción en mí. 

Cuando desperté estaba oscuro y sentía que me movía, también noté objetos varios alrededor de mí al parecer estaba en un saco al sentir la textura de ese.
De repente se abrió y una mano gigante apareció sacado todo, yo estaba asustada, queria escapar pero no podía moverme. Cuando me sacó no podía creer lo que veían mis ojos ¡Era Eda! Mi amada mentora. Quería saludarla, pero no me salían palabras, en su lugar ladraba, cosa que me inquietó. Eda parecía extrañada con mi presencia preguntando si le servía de utilidad, luego vi a King, él se mostraba celoso porque ya no era la única criatura peluda y pequeña del sitio. Me maldecía y me lanzaba miradas asesinas a cada momento, me tenía inquieta.

Tenía sentimientos encontrados, por un lado, me alegraba de verlos, pero estaba triste porque no me reconocían. Tenía que hacer algo para que supieran que soy yo, por lo que decidí ladrarle amistosamente para que me hiciera caso. King, harto de mis ladridos, arrojó un objeto causando una reacción a mis instintos haciendo que fuera por el.

A la dama búho le pareció ingenioso, que una pequeña criatura "inferior" tuviera esa habilidad, por lo que decidió adoptarme momentáneamente. Decidí ayudarla gustosamente para atraer gente. Comencé a saltar sobre dos patas y a hacer el truco de antes. La gente poco a poco comenzó a interesarse en mí y querían comprarme, pero King quien ya se sentía bien conmigo, creo que quería que fuese su soldado para su ejército o algo así, no permitió que pasara. Entrando la noche decidieron llevarme a la casa búho. Estaba tan contenta por ir, pero tenía miedo de volar en el bastón con este nuevo cuerpo, temía caer desde lo alto. Eda se dio cuenta de lo aterrada que estaba, me tomó desde el lomo y me colocó en su larga cabellera. Me sentí muy cómoda con eso y sentí la brisa refrescante mientras volábamos hacia nuestro destino fue grandioso.

Llegamos y Hooty me miró extrañado y trató de acercarse, pero le devolví un gruñido al no querer escuchar sus historias. Decidí entrar lo más pronto posible porque comenzaba a hacer frío.

Adentro, estaba acogedor, me había puesto cómoda en el sillón, cosa que a King no le encantó compartirlo al ser su lugar favorito, por lo que me echó de mala manera. Su actitud hostil hacia mí hizo que comenzará a lloriquear porque aún era una pequeña cachorra que demandaba atención. Era algo que no podía evitar.

Ambos estaban hartos de escucharme, así que decidieron sobornarme con comida. Me dieron unos tentáculos asados y acepté gustosa. Si mi madre viera eso le daría un ataque, no es común que los humanos consumiéramos ese tipo de platillos, era algo que yo adoraba y extrañaba desde que volví a la Tierra. No es que mi madre cocine mal, es solo que hay algo que tiene esa comida tan peculiar que me vuelve loca.

Después de un gran banquete comencé a buscar un sitio cómodo para poder dormir. Decidí dormir afuera de la habitación de Eda. Ella al notar mi presencia decidió que entrara con ella y que estuviera mejor en el nido. Antes de quedar dormida la escuché decir que por alguna razón le recordaba a su humana, que la extrañaba mucho y quería volverla a ver, pero era peligroso para ambos mundos.

Una semana a cuatro patasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora