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Hoy era el día, Kirishima tomaría valor para invitar a salir a su amado; Bakugo Kastuki.

Aunque Bakugo también tenía planeado invitar a salir a Eijiro. Porque después de pensar tanto, encontró una idea super original, aún si solo haya combinado dos ideas de las que leyó en algunas historias.

Así que, o los planes chocarían entre sí, o alguno de los dos le pediría primero al otro.

Por lo visto al parecer el primer en invitar al otro será Kirishima, ya que a las 6 de la mañana, ya se esta preparando. Y Bakugo, pues, el se levanta a las 7, en un fin de semana, pero esta vez fue algo diferente.

-Bien, Eijiro, te has preparado para este día desde ayer. ¡Tu puedes!- se decía a si mismo el pelirrojo para darse algo de ánimos, bueno, su preparación era solo darse esperanza. Y así duro un buen rato.

Mientras, Bakugo ya se estaba despertando.
Se había dormido con el celular en la mano y una libreta al lado.

-Me duele la cabeza- se quejó el recién levantado; Kastuki.

Tal parece que se durmió muy tardé por pensar en una forma perfecta para invitar al pelirrojo, al final la encontró, pero ahora esta pagando por no dormir bien.

-Es cierto, hoy tengo que invitar a salir a ese bellísimo idiota, así que bajó a desayunar rápido sin que nadie me vea, cuándo acabé vendré aquí y me cambio de ropa, y pongo en marcha mi gran idea- y salió de la habitación, pensando que era muy temprano y nadie lo vería. Estaba tan equivocado.

Al salir de su cuarto se topo con Eijiro, que al parecer también iba a desayunar.

-Ah, h-hola Bakugo- dijo el pelirrojo, para después soltar risitas nerviosas.

-¿¡Ah!?- gritó el cenizo, no había visto al chico así que lo tomó por sorpresa -¿Que haces aquí?- preguntó muy sorprendido aún.

-Bajo a desayunar

-¿Tan temprano?- dijo levantado una ceja.

-No es tan temprano que digamos, Bakugo- le mostró la hora, vaya, que el se esperaba que fueran entre las 5 o 6, pero no las 8:30 -Bueno, vayamos a desayunar- propuso Kiri con una bella sonrisa de esas que dejan tonto a Bakugo.

Caminaron juntos hasta el comedor hablando de cosas triviales, Bakugo solo asentía o comentaba cualquier cosa nervioso.
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Al terminar de comer, los dos subieron a sus habitaciones, para prepararse y arreglarse bien.

Kirishima peino su cabello como generalmente todo el tiempo lo hacía, se puso una camiseta blanca y encima un camisa roja, con unos pantalones negros.

Bakugo todavía no iba a cambiarse, el solo seguía repasando su plan. Cuando acabo bajó de nuevo a la sala común, para que cuando llegara Eijiro el esconderse y poner en marcha su idea.

Mala idea, por no fijarse, chocó... con Kirishima, de nuevo.

-Ah, lo siento Bakugo- se disculpó el pelirrojo.

El de dientes de tiburón ayudo al cenizo a pararse, pero este solo se quedaba mirándolo olvidando por completo lo que iba a hacer.

Y ahí se fue todo su plan por el caño.
Estando ahí cerca de el no podría lanzarle la explosión para que no supiera que era el y dejarle una cartita; si ese era su auténtica idea.

-Gracias- fue lo único que dijo el rubio sin dejar de mirar a Kirishima.

-Bakugo, te estaba buscando, quería...- se estaba empezando a poner nervioso -Que tú... digo yo, fueramos a...- ahora ya no podía hablar.

-Rápido, habla- y Katsuki se empezaba a desesperar.

-Bakugo, ¿quieres ir cita conmigo?

-¿Que?- creo que Eijiro debe ser mas claro.

-Ah, que si ¿Quieres ir a una cita conmigo?- habló por fin sin trabarse y con una sonrisa hermosa.

-Idiota- dijo Bakugo en un susurro -Si- sonrió al igual que el pelirrojo.

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Se viene lo mas cliché y dulce, gente 👊😳

Espero que este capítulo haya sido de su agrado. Gracias por leer!!

-Mira

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