❝Desire❞ ❘ Yunando ❘ One-Shot

Capítulo Único

Había dejado la llave del agua abierta.

El aire que expulsaba de sus pulmones denotaban su respiración irregular y levemente entrecortada, sus párpados empezaban a abriste y cerrarse con cierta pesadez mientras notaba como una ola de denso vapor se envolvía a su alrededor, nublando su vista.

  —A-Alman-... Ah-h...—Jadeó, ahogando sus palabras.

El leve filo de sus dientes se había aferrado a la carne de su labio inferior con la intención de acallar cualquier tipo de sonido que quisiera emitir inconscientemente.

Su mano se había sostenido a la extensión de su miembro, donde mantuvo un rápido y conciso movimiento que hacía su cuerpo estremecer, tensándolo, dejándolo ansioso por la satisfactoria sensación que le generaba tal acción.

Aunque su mente no se quedaba atrás...

Se encontraba divagando, pensando y recordando con sumo de detalle cada característica que lo cautivaban de esa persona, imaginando la más loca de las posibilidades si él lo llegase a encontrar de la forma en la que estaba en ese instante.

El cuerpo ajeno pegado al suyo, haciendo contacto directo con su piel desnuda, notando como los brazos del individuo se aferraban a él, como sus labios buscarían los suyos desesperados, como si esa fuera la única forma de seguir existiendo, mezclándose y fundiéndose entre el placer que le proporcionaría en su interior en acciones rápidas que lo dejarían temblando...

Un leve cosquilleo comenzó a surgir en la zona del vientre, indicándole que aquel pensamiento tan obsceno y el movimiento de su mano lo guiaban por buen camino.

Su frente se apoyó sobre la superficie fría de los azulejos de mármol incrustados en la pared, sin desprenderse de aquella idea, llevándola a algo más...

¿Cómo podía darse el lujo de imaginar a alguien tan pacifico siendo alguien tan salvaje?.

Sus ojos se cerraron con fuerza tras notar leves espasmos, como su cuerpo se tensó al desprenderse de una exquisita sensación de liberación sin dejar de ejercer aquel movimiento sobre su miembro.

Después de unos instantes, sus músculos se aliviaron, sus ojos se mantenían cerrados pero sin aquella presión, y su mano había dejado de realizar esa acción. Comenzó a regular su respiración, ahora que había terminado, de su mente se fue desvaneciendo esa misma imagen de hace tan solo unos instantes.

Sus ojos achinados se abrieron una vez más, descendiendo su mirada para notar el rastro de sus recientes actos escurriendo sobre la palma de su mano y la pared de la ducha debido a la cercanía que mantenía con esta.

Notaba el bombeo de su corazón retumbar en sus oídos, aún con el rostro cálido por la corriente sanguínea acumulada en sus mejillas, palpando el espeso líquido blanquecino con sus dedos, recobrando el sentido de la razón cuando la nube de lujuria y excitación finalmente se había disipado.

Chasqueó su lengua con cierta molestia, su mano se elevó hasta tocar el agua necesaria que aún corría de la ducha para limpiarse. Suspiró antes de inclinar su cabeza para que las incontables gotas de agua, ahora fría, cayeran sobre su cabeza.

—Me cago en mi puta madle—Murmuró avergonzado, tratando de dejar de pensar en lo que acababa de ocurrir, pensando qué tal vez el agua helada sería capaz de eliminar esa sensación de indecencia tan tentadora.