Capítulo 3

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El desayuno era cereal como ya venía siendo de costumbre desde que tengo uso de razón, no importaba cuantas cosas más hubiesen en la mesa, yo amaba con todo mi ser comer cereal.

- Parece que estas por llegar tarde- advirtió mamá.

- Ni siquiera tengo ganas de ir a trabajar hoy- a decir verdad nunca tenía ganas de ir, es piénsenlo, porque mejor no quedarse en casa durmiendo hasta que sea haga la hora del almuerzo y hacer doble comida...aaah si, eso es vida.

-¿Que está pasando por tu cabeza hijo?- mi mamá era bastante curiosa siempre. Sin embargo no podía contarle todo lo que me pasaba, si, mis padres siempre intentaron ser diferentes a los padres de mis amigos, menos donde existe una cultura donde el respeto es lo primordial.

Porque muchos padres sólo quieren que sigas su ejemplo en la vida, o quizás mejor que ellos, y en el amor, encontrar la persona ideal que también en algunos casos debe ser aprobada por los padres, entonces muchas veces solo te acercas lo suficiente y podemos aveces ser indiferentes a situaciones que pueden pasar en el camino. O simplemente también podemos darle mucha importancia a cosas sin sentido. Pero todo es parte de una cultura.

- Hijo es tiempo que hablemos contigo sobre algo muy importante- parecía que la charla de padres estaba por llegar, de que iban a hablar ahora.

- Madre quisiera quedarme pero es verdad ya se hace tarde- expresé mi pesar por no poderme quedar obviamente mentía , ser ignorado aveces no es tan malo, pero mis padres se aferraban a mi luego de que mi hermano decidiera vivir solo a penas cumplió dieciocho, pero eso era algo que debió hacer por obligación, puesto a que su carrera como productor era muy ocupada y requería mucho tiempo.

Salí de mi casa luego de despedirme formalmente de mis padres, estaba llegando puntual a mi puesto de trabajo, llegar tarde jamás era una opción, una tan sola falta indicaría despido por irresponsabilidad, a menos que ocurriera un accidente de camino.

Mientras marcaba la hora de entrada, afuera parecía ya haber autos esperando por atención, el teléfono sonó un par de veces mientras marcaba.

- Yongmin tienes pedidos por entregar date prisa - vociferó la señora Sun hee, la propietaria del lugar.
Tomé ni casco lo más rápido que pude, coloque la comida en base al destino que llevaban, y luego subir a la moto con rumbo a entregar los pedidos de comida rápida.

La primera entrega era una hamburguesa con doble queso, triple carne y kimchi, a un señor de unos cincuenta años, llame a la puerta y nadie salía y el tiempo corría porque por cada minuto atrasado el cliente recibía descuento en la siguiente compra y no podía pasar puesto a que me despedirian.

Alfin la puerta se abrió pero no pude ver la cara de nadie sólo se apreciaba la mano de una persona, entregaron el dinero, tomaron la comida y luego cerraron la puerta rápidamente. - Eso fue extraño.

Seguí mi camino que iba en dirección a un edificil muy cerca del que yo vivo, pero como en muchos vecindarios no conocemos a nuestros vecinos tanto, porque en este país nuestras vidas son siempre muy ocupadas, y generalmente no nos detenemos en el camino, para no perder el tiempo camino a trabajo.
También es que la mayoria de personas aquí vivimos en apartamentos, de dos habitaciónes más o menos, porque comprar una casa no es que sea tan barato.

Entonces llegué y nadie atendía, parecía que mi día iba a ser así hoy, segundo después estaba intentando presionar nuevamente el timbre para que se apresurada, pero rápidamente escuche el sonido de la puerta abrirse, ésta vez era una joven y muy amable tomó el pedido y así mismo cerró nuevamente la puerta.

El día apenas comenzaba y esperaba poder terminar todo a tiempo antes de mi segundo empleo.

Tarde después en mi tiempo libre decidí ir por un café, ese día en especial habían muchas personas en ese lugar, me gustaba la vibra que había ahí, porque siempre tenían música de Jazz y daba esa sensación de tranquilidad.
Sin embargo mientras me relajaba, observe que afuera se estacionada un auto costoso estacionarse, segundos después observe a este chico
De la secundaria Changmin, al que era un bravucon, el mismo que al parecer estaba siendo influencia en Dongyu.
Lo observé y parecía estar en compañía con una chica, entraron juntos a la cafetería, sin embargo hizo que la chica se quedara sentada, mientras él ordenaba lo que iban a tomar.
La chica vestía con lentes oscuros y un vestido negro de mangas largas y el corte hasta la rodilla. Parecía llamar la atención en el lugar, pero no era una chica local, parecía más bien extranjera; causaba curiosidad, pero ya se me hacía tarde, y tenía que regresar al trabajo.

Entonces deposité la basura en su sitio, y al salir por la puerta me entró la curiosidad de ver nuevamente esa pareja, y es que algo no andaba bien, pero yo tampoco sabía que era. Podría tener sólo una percepción de que algo andaba mal pero quizás eso se debía a la reputación que Changmin tenía cuando estudiábamos juntos.

Observe mi reloj y era hora de regresar, quedaban ya sólo dos horas para salir y tenía que hacer entregas.

- Yongmin tu madre vino a buscarte - notificó la señora Sun Hee

- ¿Ah?

-Deberías llamarle , probablemente necesite decirte algo -Enmudeci, y es que no tenía idea de que estaba sucediendo.
Le agradeci a la señora Sun Hee, y mientras esperaba a que se completarán los cinco pedidos, decidí llamar a mi madre.

- ¿Mamá, viniste a buscarme? ¿Está todo bien? - a decir verdad estaba un tanto preocupado.

- Hijo, esto y de maravilla, te fui a buscar porque te tengo una sorpresa - ¿Sorpresa? Pero no era mi cumpleaños.

- ¿Qué sorpresa mamá?

-Si te digo ahora no será sorpresa.

-¡Ah! Está bien mamá , pudiste llamarme me asusté un poco.

- Lo siento Hijo, sólo pasaba por el lugar -la escuché reír. - Ah Hijo, ¿tienes trabajo hoy en el bar?

- No mamá, hoy tengo la noche libre iré hasta mañana, ¿Porque me lo preguntas?

-Por la sorpresa hijo, regresa al trabajo ya quiero verte.

-¡Gracias mamá! - y así terminó una de las llamadas más extrañas que he tenido con mis padres, y vaya que han sido muchas.
A decir verdad sólo mis padres y Dongju me llaman, aveces me siento un perdedor, que más da no importa.

Continúe mi trabajo de entregas, lo que restaba de tiempo.
Y al llegar la noche la tarde iba camino a casa, porque personalmente nunca tengo un plan luego del trabajo, solo descansar.

Tomé el autobus que iba con destino hacia mi vecindario, el clima hoy era cálido, pero no húmedo y eso era algo bastante bueno, incluso estaba disfrutando mucho todo el trayecto. Veía a la gente caminar hacia algún destino, muchos de ellos se reunian con amigos a pasar la tarde, los autos igual iban a su tiempo todo parecía siempre estar en lo normal.

Al llegar a la parada de autobus me percate de que mi madre estaba en la panaderia de la esquina, parecia mantener una conversación bastante amena con la dueña del local, eran personas que conocian a mis padres de todo una vida.

Me acerqué a la ventana y mi madre notó mi presencia, seguido de eso, salió y le ayude con sus compras , para luego caminar juntos a casa.

- ¿Mamá para que es todo esto?

-Tendremos unas visitas muy importantes hoy hijo.

-¿Y esa era la sorpresa que tenias para mi?

- No, esa no es la sorpresa pero necesito que estés presente, porfavor bañate y ponte lo que te deje en la cama. - No esperaba menos de mis padres.

- Mamá.. - Se detuvo y me miró.

- ¿Quieres que despidan a tu padre? - la habia hecho enojar.

- Perdon, ahi estaré señora mamá.

Era temprano al llegar a casa aún, sin embargo la idea de una reunion con el jefe de mi padre y su esposa, no era lo que mas me encantaba en mi noche libre, mis planes en lo absoluto jamás iban a ser eso, pensar en esa "emocionante cena" me causaba de todo menos felicidad.
Y es que en las cenas con los jefes debes ser lo mas respetuoso posible, mantener sus modales y hablar de tus logros en la vida, mantener una apariencia poco real, pero eso era lo que se necesitaba para poder ser aceptado.

Tomé un jugo de banana que habia en el refrigerador, y observé como todos se volvían locos ordenando y cocinando a la vez.
Pense en llamar a Dongju pero supuse que si lo llamaba y luego saliamos juntos, probablemente llegaría tarde a la cena, como deseaba correr riesgos a veces pero yo también aveces era un cobarde, porque a pesar de que mis padres me respetaban en algunas decisiones, muchas cosas tenia que hacerlas en base a lo que ellos consideraban porque asi debía ser lo correcto.

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2020 ⏰

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