llevaba semanas ahogabandome en un río de tristeza, había vuelto a Madrid para encerrarme en mi habitación y llorar como si no existiera un mañana, algo que ya era rutina pero con la diferencia que ahora no solo por Tomás, si no también se sumaban Mateo y mi grupo de amigos además de ver como poco a poco me quedaba sola, sin rumbo y a nada de tocar fondo nuevamente
había encontrado una forma de escaparme un poco de esta nube de tristeza y esa solución era componer, ya tenía una libreta completa con canciones terminadas, a la mitad o simplemente borradores
trataba de buscar el equilibrio y la conexión perfecta entre ; corazón, ALMA y mente estaba buscando la forma de sanar atravez de la música y lo estaba logrando un poco
decidí salir de mi cama para tomar mi computadora y sentarme en mi balcón, Mathias me había regalado una pequeña cajita antes de volverse a Argentina junto a Luz, está estaba llena de recuerdos tanto de Rosario como de Neuquén y Buenos Aires dicha cajita contenía muchas fotos, CDs, pendrives y algunas cartas, empecé a ver cada una de las fotos y sonreí nostálgica al encontrarme con una foto de toda mi familia
suspiré conectando uno de los pendrives a la computadora para empezar a reproducir todos los videos que se encontraban en este
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— miren, Nicole se despertó con un complejo de Modelo — ríe Mathias grabando a su hermana caminar con tacones
— ¿ esos son mis tacones? — pregunta ofendida Paula al percatarse — ¡ sacatelos ahora!
intenta escaparse de su hermana mayor pero solamente logra doblarse el pie — ay — se queja en el piso provocando que todos rieran — me duele, mamá me duele — vuelve a quejarse al borde de las lágrimas, asustando a todos los presentes pero sabían que Nicole era algo exagerada — duele, ¡ me rompí el pie!
— deja de exagerar — pide rodando sus ojos Mathias haciendo que la pequeña llorara aún más
— te dije que dejaras de jugar con los tacones de tu hermana — niega acercándose a ayudarla pero la pequeña de 10 años no dejaba de llorar
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