Llegaron las doce, lo tenía todo preparado y sólo me faltaba escabullirme por la ventana de mi cuarto, me llevé una linterna porque en el bosque no habian farolas y era fácil perderse de noche.
Llegué al bosque encendí la linterna y no había nadie, pensé que me había engañado pero enseguida ví una sombra que me atraía, supe desde el principio que era el.
Cuando llegamos a la casa encendió un candelabro, nos miramos cara a cara y en ese momento me di cuenta de que tenía varias cicatrices en la cara y los ojos muy hundidos. Me preguntaba a mi mismo que le había pasado.
El dio el primer paso, me pregunto que como me llamaba, le dije que Shon y acto seguido se lo pregunté yo, me dijo que se llamaba Peter y que esta era su casa.
Llegado a ese punto seguí preguntando, si tenia padres?, porque no iba al colegio? etc.
El me dijo que su padre murió antes de que el naciera, y su madre murió cuando le dio a luz, también me dijo que no iba a la escuela por miedo a que le llevaran a un horfanato, porque le gustaba la vida en el bosque.
Estuvimos charlando un buen rato y me dijo que me salvó porque sabe lo que era ser un marginado ya que el se había escapado ya de varios horfanatos, me dijo que esos niños no se merecían lo que tenían, y que recibirían su merecido.
Le dije que vendría a menudo para que no se sintiera sólo, y que le traería comida ya que el comía vallas del bosque.
La verdad es que me hice muy amigo suyo.
Volví al día siguiente, un poco antes de la hora de comer y me dijo que había dormido mal ya que hacia frío, así que le llevé mantas, aparte de todo lo que le hacia falta.
La cara le cambio de repente y se puso contento, me dijo que era su primer amigo.
Yo también me puse contento era mi primer amigo también.
Seguí hiendo todos los días que podía y hablábamos un monton asta nos inventamos un juego que consistía en taparse los ojos y acertar con piedras a una diana dibujada en un árbol.
Era perfecto.