"Una estrella en el cielo"

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Desde El gran edificio me acerco lentamente h a la orilla del techo, ya no siento nada... Ya no tengo más por qué estar aquí.. mi mirada no muestra nada... Llevo el uniforme todo sucio.. cierro mis ojos y apunto de dar un pasó algo o debería decir alguien.. me detiene, abro los ojos y miro, es un hombre que no logro ver bien por la luz del sol que solo me permite ver una silueta.

- " si tanto deseas abandonar tu vida... Por qué no te entregas a alguien que te desee y te valore.."-

Una semana después..

- Firma aquí porfavor-
....

- Espero no te arrepientas-

Salgo toda despeinada, y con el uniforme militar que tenía asé ya algún tiempo junto con unos guantes de color marrón, simplemente ellos me guían mientras me pones unas cadenas alrededor de las manos y mi cuello... Me llevan frente a una multitud donde comienzan a decir precios que pagarán por mi..
Aunque solo quiero un lugar donde ir, pero a menos que no me quieran donde valla, ya no tengo nada por que vivir, ni nadie..

Se abre la gran puerta frente a mi, a lo lejos una silueta enorme se acerca a mi, se cubre con un velo rojo su rostro, pero logro verlo. Se sube al escenario y frente a mi, toma la cadena del cuello..

- Tu serás.. mi aprendiz..-

Quedó.. como le llaman.. confundida? ante las palabras que dijo, no sé mucho tampoco sobre los sentimientos..

Me llevan a una habitación para hacer el pago de 5 millones que dijo aquel hombre, aunque la verdad no me interesa...
- Es de origen japonés, es obediente, ya está acostumbrada será fácil disciplinarla-

Habla el hombre que me "salvó" de la muerte..
 
Aquel hombre me pide que lo siga, y haci lo hago, hasta llegar a  una habitación, después entramos y el cierra la puerta retirándose el velo logro ver aquella cabeza de un cráneo de vestía pero no me asusta, ya estoy acostumbrada, la luna de sus ojos es roja, pero da tranquilidad con solo observarlos.

- Soy Elías ainsword-

Toma mis manos y hace que las cadenas que me sujetaban desaparezcan como el viento.
Pongo una de mis manos en mi frente , saludando  y con un tono de voz seguro me precento.

- Soy chise hatori señor-

Parece verse confundido cuando hice eso, no se cómo pero lo noté.

- Ven-
El me llama, toma mi mano que al hacerlo se siente que cruje como metal. Me observa pero no dice nada. De la nada saca un bastón color de la tierra toca el piso con el haciendo que un círculo de espinas nos rodeen
Cierro mis ojos por la luz que esté generaba, al volverlos a abrir me doy cuenta que nos encontramos en un bello campo de flores y frente a mi se encuentra una grande pero bella casa.

- Este de ahora en adelante será tu hogar y serás parte de mi familia, nos encontramos en el oeste de Londres, llegamos con magia, si es lo que ibas a preguntar-

Yo posó mi mirada en el sin ninguna expresión facial, como siempre ha sido mi mirada y  asiento con la cabeza, volviendo a mirar hacia la bella casa, entramos y por dentro de ve más bella aún, ya dentro una chica se asoma por una de las habitaciones, su cabello es de un rubio casi dorado a mi parecer, con unos ojos de un color rosa , algo que no se ve muy seguido, y su ropa también con un vestido rosa y un gorrito.

- Voy a estar en mi estudio si tienes alguna duda dile a silki pero te advierto que no es muy habladora-

Yo vuelvo a poner mi mano en mi frente y me pongo derecha.

- Como usted ordene señor-

Elías me mira y luego se retira metiéndose en una de las habitaciones-

Silki me mira con una sonrisa y con su mano me señala la puerta de una habitación,yo me agachó para agradecerle y me dirijo a la puerta que me señaló. Al entrar me doy cuenta que se trata del bañó, haci que tomo una maleta que traía en manos y la dejo en la puerta del baño para luego quitarme la ropa y meterme en la Tina ,  unas pequeñas personitas con alas se acercan mientras me ducho, una de ellas me saluda.

- Hola niña de ojos color del mar, tu debes ser la sleibega que eligió el mago para ser su aprendiz no es haci?-

Yo me quedo con algo de duda.

- Sleeibega?-

- hmm,  bueno eres una humana que puede atraer a muchos seres mágicos, tienes la abilidad de  reunir y hacer magia fácilmente-

- ya veo..-

- pero también por lo que veo puedes vernos, eso no es muy común en los humanos-

- ¿Ustedes que son?

- Somos aereals , mi nombre es Ariel , somos las "vecinas"

Rien un poco y se van alejando.

- Adiós niña de ojos color del mar-

Yo no entiendo muy bien, al parecer seré la aprendiz de un mago y soy una especie extraña llamada Sleeibega, no me importa realmente haci que salgo de la ducha y me pongo un vestido elegante, me acomodo el cabello en unas trenzas enroscadas y me pongo mis guantes color de la tierra.

Salgo del baño, silki se encuentra afuera y me toma del brazo llevándome a la cocina ahí se encuentra mucha comida, con un olor delicioso.
Silki me invita a sentarme en una silla, y eso hago , me pone un plato y me sirve comida, hace tiempo y no comía haci y mucho menos algo tan delicioso como este manjar.
  Después de comer intento levantar los platos pero silki toma de mi brazo y dice no con la cabeza, me lleva a un cuarto y cierra la puerta.
Parece ser mi nuevo lugar para dormir, se encuentra una cama al lado de la ventana y un pequeño escritorio, en la cama se encuentra un camisón blanco, me lo pongo y me siento en la cama mientras desago mis trenzas, simplemente me siento junto a la ventana admirando el bello cielo estrellado, ahora tenía un hogar y al parecer también una familia..

Ya casi es de madrugada pero no tengo sueño, derrepente veo un pequeño brillo en las flores del jardín que veo por la ventana, y pasa algo que deja caer el brillo, me preguntó ¿qué será?  Me levanto y me pongo rápidamente una capa , y bajo en silencio al jardín para ver qué es lo que se encuentra, me percató que es  la aereal , Ariel, quien ríe ligeramente .

- hola chise..-
- eras tú la que dejaba caer ese brillo?-
-sip , oye quieres ver algo más hermoso?
- ¿algo más hermoso?
- ajá.. ven..
- pero debo avisarle al señor Elías-
- Vamos chise, será rápido.-

No sé cómo pero toma mi mano y me jala, hasta un poco dentro del bosque y logro soltarme.

- lo siento no puedo alejarme-
- Vamos, no necesitas estar en esa casa , y con reglas de ese tonto mago -
Ríe algo macabra.

Yo doy pasos hacía atrás, se que no debo alejarme, como siempre yo no muestro ningún movimiento facial .

- Yo debo regresar, no debo estar aquí-

digo con un tono de voz confiado, al voltearme me topo con Elías quien se encontraba atrás de mi.
Las aereal se ven enojadas y Ariel le saca la lengua a Elías.

- Muy bien chise, si cambias de opinión aquí estaremos esperandote-

Elías me mira atentamente, posa sus manos en mi cabeza.

- Ten cuidado, ellas atraen a la gente intentando los seducir pero veo que tú no caíste en su trampa-

Yo me agachó pidiendo disculpas.

- no te preocupes debí decirte-

Yo estaba confundida, normalmente me regalarían por cometer un error haci.

Elías me toma en brazos, mi expresión facial logra cambiar un poco a sorpresa.

Elías va caminando por el bosque cargándome hasta que se para .

- Chise, ¿serías mi esposa?

Yo no sé que responder ya que he escuchado esa palabra pero jamás he sabido bien que significa.
Y simplemente respondo.

-si...-

Atrás vez de esa cabeza sin expresión , logro ver una pequeña sonrisa del rostro de Elías y caminamos a casa..

Al llegar se encuentra silki con un martillo en manos.





una luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora