"La última batalla"

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Cuando lees un cuento y llegas al final de la página no significa que sea el final de la historia.. aunque no lo podamos ver, las historias siguen, y jamás se acaban, van de generación en generación, puede ser el último capítulo que subiré en este libro, de la historia pero no será el fin de ellos.. si les gustó les pido que lean hasta el final.

-Ya en los últimos días Elías me sobreprotegia, no me dejaba casi salir de casa, solo para ayudar con los que hacerles y aveces nisiquiera para eso, haci que intente ayudar en las labores de adentro de casa pero Elías noe dejaba hacer nada, nisiquiera estudiar, haci que me la pasaba todo el tiempo en la habitación sin saber que hacer. Ruth ayudaba a Silki por mi y Elías se la pasaba haciendo deberes.
Una vez quise leer algo y fui al estudio, pero note que una sábana cubría algo que estaba en el suelo, cuando lo destape, note que era una de esas máquinas de escribir, me interesó Mucho, haci que la saqué he intente usarla, aunque solo podía con una mano, me agrado haci que me la llevé a mi habitación, me la pasaba todo el tiempo escribiendo. Escribía el como me sentía y lo que pasaba, hasta escribía cartas para Elías solo que me las guardaba y no se las entregaba, ya que solo era algo que sentía y que no quería compartir, o almenos en este momento no.

Paso una semana y se acercaba la cena de año nuevo, me encontraba escribiendo en mi cuarto cuando escuché un ruido que provenía de afuera, no le tome importancia, pero logré escuchar una voz que decía mi nombre, haci que decidí bajar, Elías estaba en su estudio haci que salí con cuidado, ya en el invernadero, vi a.. Joseph?

- Hola chise..

Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

- Te dije que vendría por ti, a menos que quieras que muera!

Derrepente en sus brazos apareció la pequeña de cabello corto y rubio, que había visto en mi sueño.

- Dejala!

Lo mostrando un poco una expresión de odio en mis ojos.

- Claro! Es más te daré a la niña y la forma de curar tu brazo, pero.. Necesito que vengas conmigo.

Yo dude.. pero no tenía otra opción, no podía dejar a esa niña.. aparte si me iba, ya no molestaría más a Elías..
Apreté con mi mano que no tenía la maldición, la piedra esmeralda que tenía en mi pecho.

- Está bien..

Me saque el broche, en ese momento salió Ruth a tratar de detenerme junto a Elías, se me había olvidado que Ruth veía mis recuerdos, haci que los mire y les regale una " última sonrisa" solté el broche y Joseph junto a mi nos teletransportamos lejos, dejando caer el broche esmeralda.. solo logré oír el grito de Elías y Ruth..

- CHISE!!...

.....

Desperte en el piso junto a la pequeña, haci que me levanté y la puse en el sillón, me dirigí a otra sala que estaba, ahí estaba Joseph.

- Hola.. veo que ya despertaste, bueno te preguntarás

- Bueno , como ya sabrás yo estoy condenado a vivir eternamente, haci que.. Necesito tu maldición de dragón.. Te lance otra maldición lamentablemente esa si no te la podré quitar ya que es eterna, pero te quitaré la Maldición de tu brazo y te daré a la niña, pero para eso, Necesito tu brazo.

- Mi brazo?

- sip. Ya aceptaste el trato.

- Mm e- está bien..

El me puso en una camilla como de hospital , y justo cuando iba a cortar mi brazo muchas imágenes pasaron por mi mente, era.. era el, Joseph.

Josep había sufrido en su pasado era un sepulturero que trabajaba muy duro, su familia había muerto y el vivía solo, no lo querían por qué veía cosas extrañas, un día se encontró con una persona herida y quiso ayudarlo, sin saber que esto terminaría haciendo una terrible maldición.. una que no podría evitar.. y el alma de Joseph y el chico que salvo.. cartaphilus se unirían haci convirtiéndolo en lo que era.

una luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora