Volando al futuro

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Voy bajando las escaleras para desayunar, me paro en la puerta de la cocina y me pongo en mi forma militar.

- Buenos días!-

Silki me dice "buenos días" con una sonrisa y Elías también.

- Buenos días chise-

Ayudo a silki a servir la comida.

- ¿Quiere té Elías?-

- si, porfavor-

Sirvo todo y me dispongo a comer. Mientras llevo un pedazo de carne a mi boca oigo el timbre de la puerta, silki va rápidamente a abrirla.De un momento a otro sé ollé como la puerta se cierra de un golpe, silki se acerca a la cocina y dice "no"con la cabeza.

- Simón -

Me pide que valla a abrir la puerta de nuevo y le hago caso, habro la puerta y me encuentro con un hombre rubio de cabello largo amarrado y ojos color miel con una cruz en su cuello, de inmediato me da desconfianza y cierro la puerta bruscamente, oigo como unas pequeñas risitas de silki resuenan desde la entrada de la cocina, Elías se dirige a la puerta y la habré.

- Veo que ni ella te tiene confianza-

Dice elias con un tono burlón.

- Ja ja muy gracioso ainsword, me vas a invitar a pasar?

El hombre pasa y se sienta en la sala con Elías y conmigo, el me estira la mano.

- Mucho gusto soy simón el sacerdote de la iglesia-

De inmediato me pongo en poción militar.

- soy chise hatori-

- chise no es necesario que hagas eso, solo tienes que darle la mano -

- si señor -

Le di la mano al sacerdote.
El me miró de pies a cabeza, mostraba un poco de sorpresa y curiosidad al observar mi rostro y ver qué no tenía expresiones y al ver mis manos con los guantes, ya que hacía mucho calor para ocuparlos, y no faltó que lo preguntará.

- No eres muy expresiva verdad chise?-

Yo lo mire fijamente, y con mis manos tome mis mejillas intentando que pareciera una sonrisa. El soltó una pequeña carcajada.

- Dime chise acaso no sientes calor con esos guantes?-

- no puedo sentir nada en mis manos señor -

El se quedó con la duda ya que Elías le interrumpió.

- Ya deja de parlotear y dime qué haré está vez.

- valla todo un gruñón, toma.

En la mesa puso tres sobres.

- Son demasiadas!-

- Lo siento pero yo no lo manejo y son solo cosas que tú puedes hacer.

Paso un rato y el sacerdote se fue.

- Adiós! Y chise te recomiendo ser más expresiva.

Yo volví a tomar mis mejillas intentando formar una sonrisa a lo que el sacerdote soltó una carcajada.

- Bien vamos chise, anuestra luna de miel.

Yo solo asentí con la cabeza..



- Islandia es un nido de dragones, nos encargaron vigilar un poco aquí.

Asentí con la cabeza, mientras caminábamos por la montaña, inmediatamente sentí una presencia pero no era mala tras de mi se encontraba un gran dragón con un hombre con capa sobre el, el dragón intento agarrarme pero logré esquivarlo saltando en la cabeza del dragón que aprovecho que estaba encima para comenzar a volar me resbale a lo que el dragón me tomo con el ocico.

una luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora