La Entretención es nuestro Placer

01.

Así es soy un Ángel y vivo en conjunto con otros ángeles en el cielo, paraíso o el jardín del Eden,como quieran llamarlo, no se cuanto tiempo he pasado acá arriba que todo lo que me parecía bello y bondadoso ahora es aburrido y plano. Uno cuando pasa largos años en un lugar fijo se aburre de su simple rutina, necesito algo de emoción este sitio, pero con Dios le quita lo divertido a la vida.
Me dirigía volando a donde se encontraba nuestro padre todo poderoso y lo encontré ahí sentado en su gran silla, rodeados de otros ángeles, alzo un poco la mirada y me vio.
-Hija mía, me alegra verte el día de hoy ¿ Como estás ?- me dijo dios con una voz calmada y amable.
-Aburrida para variar Padre.-le respondí con un poco de sorna y diversión. Los otros ángeles me miraron acusadores y con una pequeña mirada de odio en su ser. Corre un rumor que decían que yo era la favorita de Dios, lo encontré totalmente ridículo ¿porque yo sería su favorita? Si solamente vago por el cielo, no hago sus caprichosas tareas. Ante la contestación que le hice me miró un poco sorprendido.
-¿Por qué?- me respondió mirándome atentamente.
-No lo sé... ¿ Por qué el cielo es celeste ? ¿ Por qué las nubes son blancas y no azules ?-respondí alterandome cada vez más.
- (t/n)... Eres alguien muy curiosa, debo de admitir que me sorprende que te sientas así de abrumada. Yo solo quiero que todos sean felices, sobretodo tú- subí de poco a poco mi mirada hacia a él.
-¿Por qué... me tratas diferente? Se que ya te hubieras molestado por mi falta de respeto hacia tu persona ¿ Por qué me hiciste diferente a los demás? No sólo hablo de mi carácter Padre sino también de "Mis alas".
Tal como lo mencioné yo no tengo dos alas en mi espalda, sino cuatro alas en todo mi cuerpo, las cuales dos de estas se encuentran es mi espalda bajaba las otras dos es mi espalda superior. Tal vez sea por esto que los demás ángeles hablen de mi a mis espaldas, creo que algunas costumbres no cambian.
-Ser diferentes a los demás nos hace especiales (t/n)...estaba seguro de que eso ya lo sabías.
-"No me entiendes ¿verdad Padre?"- Pensé mientras lo miraba fijamente.-¿ Para qué me necesitabas?- quería irme a descansar por ahí, no soportaba hablar de mis emociones.
- Viendo cómo te encuentras hija mía, tengo una tarea que ofrecerte.
-¿Cuál?-le pregunté mientra lo miraba con cierta pisca de curiosidad e intriga.
-te encomiendo la tarea de proteger a un humano como su Ángel guardián- me dijo con una gran sonrisa.

Oh Padre, si supieras lo que acabas de hacer.