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Capítulo 2

Deje mi carro en el garaje y al abrir la puerta para entrar a mi casa mis fosas nasales  se inundaron con un agradable olor, mi madre estaba preparando pierna al horno, mi favorita, por un momento me deje llevar por el olor hasta que caí en cuenta que en esta cena conocería a la familia de mi prometido.

Subí silenciosamente a mi cuarto y decidí quedarme ahí hasta que fuera necesario, no se en que momento del día me quede dormida hasta que sentí como alguien tocaba mi hombro y al abrir los ojos vi a un chico parado con el brazo extendido con el cual estaba tocándome, aleje su brazo y por instinto me levante de mi cama.

- Tranquila, me llamo Kim Min Ki, tu madre me dijo que viniera a despertarte – dijo con un tono tranquilo.

Tarde un poco en despertar y por lo mismo que me levanté apresuradamente mi cabeza empezó a doler y me volví a sentar en el borde de mi cama.

- ¿Estás bien? – Pregunto Min y en su rostro se notaba que realmente le preocupaba.

- Si, creo que sí, disculpa ¿podrías retirarte? Lo que pasa es que tomare una ducha – dije y mi voz sonó un poco más grave de lo normal ya que me acababa de despertar.

- Lo siento, pero no sé qué esperar si regreso sin ti – dijo y vaya que con él debería tener cuidado, aunque creo que es muy maleable.

- Esta bien, para comodidad de los dos ¿ves ese espejo? – dije señalando el espejo que iba desde el techo hasta el suelo, Min hizo un ademan de que entendía a que espejo me refería – bueno córrelo hacia un lado, atrás de el hay otro cuarto, puedes quedarte ahí y yo te aviso cuando esté lista – dije tomando mi ropa.

Al entrar al baño encendí mi celular y busque alguna lista que me gustara, cuando la encontré me fije en la hora y aun era temprano así que tenia tiempo de tomar una ducha relajadamente. Tarde aproximadamente unos 30 minutos, enjuagué bien mi cuerpo y al salir me seque lo más que pude, ate una toalla a mi cabeza y procedí a vestirme, la verdad no me fije mucho en que había escogido pero me gusto, era un vestido blanco ceñido en la parte baja del busto y de ahí se abría, llegándome hasta la rodilla, abrí la puerta y me asome para ver si Min seguía en mi cuarto o me había hecho caso y se había ido al cuarto de a lado, efectivamente me había hecho caso así que salí, fui a mi ropero, y saque unas sandalias negras con piedras bonitas que las decoraban.

Al terminar de vestirme abrí un poco el vidrio, vi a Min recostado en un puff que había en el cuarto, así que decidí dejarlo ahí en lo que arreglaba mi cabello. Como mi cabello estaba húmedo no quería secarlo así que lo seque lo más que pude, lo cepille y fue todo lo que hice con él.

Me dirigí al cuarto donde estaba Min para despertarlo, pero verlo ahí tan tranquilo como si el estuviera de acuerdo con todo esto del matrimonio arreglado, me hacia pensar en muchas cosas, ¿estará de acuerdo con esto?, ¿no le importa lo que sus papás están haciendo con su vida?, ¿Por qué no se revela o hace algún alboroto sobre esto?, muchas preguntas cruzaban mi mente, pero no era momento.

- Min, despierta, ya estoy lista, debemos bajar – dije mientras tocaba su hombro como él lo había hecho conmigo minutos atrás.

Min reacciono rápido a mi toque, solo se paro de donde estaba, me dio un "okay" como respuesta y se dirigió fuera del cuarto, lo seguí y llegando al comedor ahí estaban mis padres y los que suponía eran los señores Kim, hice una reverencia para mostrar respeto a lo que los señores Kim respondieron con una.

- Que niña tan educada tienen señor y señora Rosas – dijo con una sonrisa en el rostro la señora Kim.

- Muchas gracias, pediré que empiecen a servir la cena, chicos siéntense por favor – dijo mi madre y señalo los dos asientos que quedaban en la mesa, uno de lado de la señora Kim y otro a lado de mi madre, me dirigí al que estaba a lado de mi madre y Min iba a lado mío, al llegar al asiento, el lo jalo para que yo pudiera tomar asiento, así lo hice, el me ayudo a acomodarme y después tomo asiento frente a mí.