Capitulo /11

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Joshua dirigió a su gran hombre a la bodega, ahí tendrían más privacidad, al momento de cerrar la puerta fue empotrado contra la pared mientras el rubio le besaba el cuello y su trasero estaba siendo manoseado tan descaradamente.

—Cariño, hay cámaras en todo el lugar y no te gustará lo que mi hermana querrá hacerte si viera las grabaciones — Stefan se hubiera separado de el, si el menor no estuviera reaccionando a sus caricias. Sentía perfectamente el bulto entre sus piernas y los jadeos que intentaba controlar.

—No quiero a esos tipos a tu alrededor... Cariño porqué mejor no te mudas con migo, así no trabajarías y me esperarías en casa todos los dias — Joshua le dio una sonrisa y negó

—Bebé, Esa idea también me agrada... Pero aun no es tiempo, además yo seguiría mi rutina... Pero no te preocupes, esos tipos no son ni la mitad de guapos en comparación con mi sexi rubio— El mas alto lo abrazó y besó de nuevo su cuello pero esta vez succionando para dejarle una marca de beso muy visible.

Salieron del lugar y los mismos hombres seguían ahí, Stefan tomó al menor de la cintura y salieron de su visión.

—¡Oye tu!— ambos giraron y ahí estaba, imponente, una mujer segura se si misma— ¿Que crees que le haces a mi hermano—

Ambos hombres intercambiaron miradas un momento, al instante joshua habían recordado la marca de su cuello, no tenía que verlo, por la sonrisa del rubio cuando lo hizo sabía que seria más de lo que podría imaginar, intentó cubriese el lugar marcado, objetivo que no logró.

—¿Porqué marcas a mi hermano? —

—Mari, tranquila — definitivamente no quería que su hermana le diera un sermón a su novio, pero parecía algo imposible.

—Cuñadita... me alegra verte también, deja de mirarme como si quisieras castrarme en este momento —

—Eso es presisamente lo que deseo hacer en este momento, así que te aconsejo no provocarme — Stefan levantó las manos en señal de rendición y puso nuevamente su brazo en la cintura se su novio.

—¿Acaso quieres qué esos bastardos se le acerquen a nuestro tesoro?— Mar sabía exactamente a lo que se refería, había llegado minutos después y sus empleados le habían contado los detalles desde la llegada de esos hombres hasta el momento que su cuñado se había llevado a su hermano a la bodega, bueno con algunos cambios a visión personal.

—Tienes razón, prefiero a un bastardo conocido...pero eso no justifica nada— volvió a atacarlo, el menor sólo veía a las dos personas discutiendo, al final no se dijo nada mas, pero su novio terminó convenciendo a su hermana de que estaría a salvo en casa.
Iban en el auto mientras Stefan conducía, el pelinegro veía muy entretenido todo el camino.

—Cariño, que te parece si vamos a mi oficina — josh volteó a verlo.

—¿Aun tienes trabajo? —  El rubio asintió.

—Pero no quiero ir por trabajo, quiero que conozcas mi oficina y a mis colegas— al ver que su pelinegro aceptó gustoso, se dirigieron a lo dicho.

Llegaron y todos los veían, el hijo del dueño de la gran empresa entraba junto a otro hombre tomados de la mano, josh se ruborizó por todas las miradas que recibían, bajó la mirada mientras seguía al rubio.

—Linda, te presento a Joshua, desde ahora el podrá entrar a mi oficina, no necesitas avisarme de su llegada, ni pedir autorización para dejarlo entrar—

—Claro jefe... joven Joshua será un placer verlo por aquí — josh le sonrió y vió a su novio que le sujetaba de la cintura, desde que había aceptado ser su novio había descubierto que esa era su forma favorita de marcar territorio.

—Cariño, ella es mi secretaria, su nombre es linda —

—¡Pero qué tenemos aquí...! La víctima de nuestro querido jefe—

—Cristian.. deja de armar escándalo — su mejor amigo le sonrió y cuando empezó a acercarse a saludar al pelinegro, Stefan interpuso una mano para alejarlo de nuevo.

—¡Vamos hermano! ¿no me dejarás saludarlo ni con un Abrazo?... Por cierto hola Josh, es bueno verte de nuevo, aunque esté tipo no me deje acercarme un poco —

—Hola, también me da gusto volverte a verte —

—Oh, eres el chico del que me habló cris — la joven estaba claramente emocionada, ambos pelinegro y rubio voltearon hacia el chico que fingió no haber escuchado nada..—Jefe no lo culpe, yo lo interrogué... Después de verlo tan Feliz, me preguntaba del porqué de su buen humor hasta que crís me contó algo de un sueño...a principio no le entendí hasta que me dijo sobre un novio, y realmente hacen una linda pareja —  la mujer hablaba y hablaba mientras que las otras tres personas  la veían con diversión por el intento de aparentar ser una persona seria y profesional que al final término comportándose como siempre, dando brinquitos y moviendo las manos con cada palabra pronunciada.

—Gracias Linda, Entonces ya sabes... Mi novio es bienvenido a mi oficina sin importar horarios...— la mujer sonrió aun más y asintió —Cariño, solo dame unas horas y te llevaré a casa —

Ambos ingresaron a la gran habitación, mientras Stefan se disponía a sentarse en el gran sillón de cuero negro, Josh vagaba por el lugar maravillado por lo grande que era. Habían pasado algunas horas, horas en las que el rubio no podía concentrarse, soltó un suspiro y levantó la mirada hacia su pequeño y sexi novio.

—Cariño, ven...— josh lo miró un momento y caminó hacia él, al momento de no tener más distancia entre ellos, el mayor tomó de la cintura al pelinegro y lo sentó en su regazo, empezó aspirar su olor restregando la nariz en su cuello.

—¿Que haces? — preguntó con una sonrisa Joshua

— Te necesito para concentrarme —  El hombre sentado en su regazo se sacudió con fuerza por la risa que se convirtió en carcajadas al instante.

— Y... ¿Asi es como te concentras? —  Stefan río, ahogando el sonido en su cuello donde no sacaba aun su rostro y lo ocultó más en el, al mismo tiempo, el teléfono en la mesa sonó, el rubio bufó y se negó a atenderle a su secretaria. — solo esta haciendo su trabajo— El mayor levantó la cabeza para verlo, y después apretó el pequeño botón negro.

—¡Que!— Josh dio un salto por el repentino grito, la secretaria tembló, pocas veces su jefe le gritaba, pocas veces se encontraba de malas y no era buena idea hacerlo enojar. «No le hables asi» eso era un susurro, pero sabia claramente que su jefe estaba siendo regañado por su novio,— ¿Que sucede linda?— ahora su tono era un poco más relajada.

—Jefe, el Director de Recursos Humanos necesita hablar con usted—

—¿No puede esperar? ¿Tiene que ser ahora?—

—Si jefe, le dije que estaba ocupado, pero insiste —

—Esta bien, hazlo pasar — volteó su rostro y ahí estaba, su pequeño ángel, lo vio levantarse y caminar del forma lenta pero sensual, ambos voltearon Cuando la puerta fue abierta, un joven castaño y alto, entró sonriendo, no había notado la presencia de Josh hasta que notó que la mirada de su jefe no iba dirigida a el, volteo y se encontró con un hombre pequeño pero hermoso.

—¿Es tu nuevo asistente? — los celos de Stefan salieron a flote, la forma en la que ese hombre le sonreía al pelinegro lo molestó, el castaño era atractivo, pero no permitiría que le coqueteará tan descaradamente a su chico.

—No...es mi novio—

Josh sitió su sangre helarse, la mirada de ese chico lo hizo estremecer, ese hombre lo odiaba, estaba completamente seguro que la mirada que le mostró era de odio.

—Entonces era cierto... creí que las chismosas de la oficina lo estaban inventando todo... Firma esto y se lo das a mi secretaria — dejó lo Folios que sostenía y salió de la oficina cerrando con un portazo.

Me Perdiste (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora