•Uno•

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-¡Benji!

El grito de mi madre me despertó, me apoyé con los codos en la cama sintiéndome desorientada cómo era lo usual. Hasta que caí en cuenta que año era y como me llamaba, digamos que mi cerebro tardaba en configurarse después de dormir como bebé. Así que si, era de esas personas que se despertaba y se quedaba al menos cinco minutos viendo un zapato con la mente totalmente en blanco.

-¡Benji Sue!... ¡Chicos!

Sus gritos seguramente eran porque ya debía estar listo el desayuno. Suspiré, quité la colcha de encima y en el momento que mi pie tocó una superficie algo blanda, pero que no parecía para nada la alfombra que cubría casi todo el piso de mi habitación, grité y enseguida me incliné hacia adelante para ver de qué se trataba.

-¡Tae! -Lo pateé y el castaño soltó un quejido aún con los ojos cerrados, parecía medio muerto de no ser porque su pecho subía y bajaba.

-Tu alfombra es cómoda. -Abrazó un peluche de perrito que se debía haber caído en medio de la noche de un estante que estaba pegado a la pared, dónde tenía otros más.

Tae era sonámbulo así que no se trataba de la primera vez que despertaba en mi habitación o en cualquier lugar de la casa. Era normal encontrarlo en el baño o en la terraza, una vez lo encontramos en el garaje sobre una de las tablas y con la boca abierta. Yoongi lo grabó y aún lo molestaban con ese vídeo.

El castaño siguió cómodamente en el suelo y yo me levanté, entrando al baño a hacer mis necesidades y mi rutina de skin care. Cuidaba mucho de mi piel al estar tanto tiempo bajo el sol, la verdad es que yo solía ser algo floja o despreocupada en otros aspectos, pero cuidarme era muy importante para mí.

Mi mamá no siguió gritando porque de seguro los chicos debían estar abajo. Después que terminé, salí del baño y Tae ya no estaba en el suelo, así que me ahorré el intentar despertarlo.

Salí al pasillo restregándome el ojo, escuché pasos apresurados detrás de mi y luego sentí como me llevaban por el medio, mi cuerpo fue de un lado a otro como si de una caricatura se tratase.

-¡Lo siento!

-¡Lo siento, Benji!

-¡Animales! -Chillé, viendo a Jungkook y Jimin bajar por las escaleras carcajeándose.

Al llegar a la cocina ya estaban todos comiendo como si el fin del mundo se avecinara y esta fuera su última oportunidad de alimentarse. Mi madre se encontraba en la punta de la mesa viéndolos con ese amor maternal, aún si Taehyung se encontrara masticando con la boca abierta y Jungkook intentara tomar un gran bocado de panqueque haciendo que chorreara algo de sirope por su barbilla. Ew, asqueroso.

Me acerqué a ella y dejé un beso en su mejilla.

-¿Dormiste bien, cariño? -Mi madre llevaba su larga melena recogida en un moño. Cómo era domingo llevaba sus típicos vestidos sueltos, se veía linda cuando los usaba. Todos decían que yo era una copia de ella y que Matt se parecía mucho a papá.

-Si, aunque tuve un susto de muerte por culpa de Tae.

-Lo siento. -Escuché al castaño hablar con la boca llena y lo miré con asco.

-Déjenme algo. -Dije, sentándome entre Yoongi y Jin, éste me guiñó un ojo en modo de saludo y yo se lo devolví, ambos reímos.

Matt extendió su palma frente al rostro de Jin y éste lo quitó de un manotazo.

-¿Te molesta que tú hermana se deslumbre con tanta belleza a estas horas de la mañana? -El pelinegro hizo un gesto con su mano acariciando su mentón y mirando a mi hermano con arrogancia.

Company. •JHS [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora