Luna azul [Kuroko x OC]

capítulo 1

Los personajes no son míos.

Había pasado demasiado tiempo en "Luna azul" como para reconocer a sus clientes habituales, pensó la joven camarera escuchando a los clientes pedir su orden.

Como por ejemplo: la señora que leía el diario.

—Gracias, querida —agradeció la mencionada, observando su taza llenarse. La joven se limitó a asentir y se fue a entender a otra mesa.

Otro cliente habitual, era un joven de cabello color azul, quien sólo venía a dormir la mayor parte del tiempo y la otra pedía de orden hamburguesa Teriyaki

Además, dos individuos, un chico rubio y su amigo de ojos azules siempre hablaban animadamente mientras comían la especialidad de la casa, Shin Udon.

No obstante, el joven pelirrojo que cruzó el umbral de la puerta era algo nuevo.

—Futaba —, escuchó su apellido de los labios de su jefe—, atiende tú. Arian se largó por una emergencia.

Ella no dijo nada, sólo apretó su libreta que anotaba la orden con fuerza. Miró el reloj de la pared: 19:58 PM. Debía de estar en su otro trabajo a las 8.30, y para colmo, se distanciaba a cinco manzanas de allí.

El cliente ya había escogido la mesa, respiró hondo. Debía darse prisa.

— ¿Puede decirme su orden? —. El pelirrojo de piel tostada levantó su menú.

— ¿Nos traería bolas de calamar, bolas de puerco, bolas mixtas...

Futaba observaba el reloj con ansias 8:01. Tal vez llegaría corriendo.

Asintió anotando y una vez terminada la orden, una gran orden, se largó apresuradamente a dejar la nota en la cocina.

Mientras se hacía la orden se fue al vestuario a guardar sus cosas. Miró el reloj: 8:13. Cuando hubo estado la orden y se la entregó al chico, caminó apresuradamente hacia el vestuario y tomó su mochila. Usualmente los clientes debían pagar la orden antes de pedirla, por eso no se hizo problema en irse con apuro.

Pero, mientras se colocaba sus zapatos, escuchó que la llamaban, girando la cabeza vio a su jefe haciéndole señas desde la puerta. Se mordió su labio arrancándose un trozo de piel, ¿Qué había pasado?

...

Ya le descontaron el día en su otro trabajo, nunca le había pasado. Su jefe le estaba regañando, tampoco le había pasado.

Según él, olvidó tomarle la orden al sujeto que se encontraba mirando sereno a su jefe.

—Lamento esto, ella es muy olvidadiza con las cosas —.Su jefe continuó diciéndole al chico. Estaban en su despacho.

—No pasa nada, solo quisiera que me den la orden, Onegai shimasu —respondió calmado.

—Por supuesto, además le pedirá disculpas —. Miraron atentamente a la joven, ésta miró al techo y respiró hondo. "Solo unas semanas más" se repitió para tranquilizarse.

—No es... —comenzó a decir el chico, pero se interrumpió al ver a Futaba inclinarse frente a él.

— ¡Lamento mi impertinencia, señor! —dijo con los dientes apretados.

...

—Oe, Kuroko. Deja de andar coqueteando y come rápido, quiero irme —soltó Kagami Taiga pasándose el dedo meñique por los dientes.

—Sumimasen —respondió el nombrado tomando su batido. Otra mesera le había dado la orden.

Mientras hablaba con su compañero en un acto de reflejo miró la puerta de la cocina que se abría con estrepito, logrando la atención de los pocos clientes que quedaban. Salía la joven con la frente fruncida y una mueca cerrada. Generalmente las personas se olvidan de la presencia de Kuroko ni bien dejan de prestarle atención. Pero, la mirada directa a sus ojos que le lanzó ésta le hizo verificar que, por esta vez, estaba equivocado.