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Sehun y Chanyeol se sentaron en silencio por lo que restaba del viaje.

Para Sehun era imposible no sentir los latidos de su incontrolable corazón, las palmas de sus manos estaban sudorosas y la incómoda sensación de vergüenza lo inundaba mientras todavía seguía medio desnudo y completamente desaliñado.

Después de recorrer varios caminos de tierra, aventurándose más profundamente en el bosque, finalmente llegaron. Cuanto más minutos pasaban, más ansiedad sentía Sehun. No sabía lo que le esperaba; podría ser torturado, asesinado, cualquier cosa podría pasarle, cosa que ni siquiera podía imaginar ni esperar porque Chanyeol era impredecible.

Los esperaba la cabaña más grande y moderna del lugar, Sehun había imaginado una choza pequeña, vieja y en ruinas, con cuerpos colgando de postes como decoración. Sin embargo, lo que se le presentó fue básicamente una mansión de madera. No sé atrevió a decirle nada a Chanyeol, simplemente por miedo a no saber cómo reaccionaría el otro.

-Estamos aquí.- Chanyeol confirmó, despejando hasta la más mínima duda de Sehun, quien no se molestó en responder.

Rodando por el camino de grava, se dirigieron lentamente hacia el garaje. Chanyeol precedió a aparcar el coche, sacando las llaves y guardándolas en el bolsillo de su pantalón. Sehun observó el movimiento lo mejor que pudo, la tarea era considerablemente difícil con ellos dentro de un espacio oscuro como lo estaba el garaje.

Sehun se sintió incómodo cuando Chanyeol salió del auto, no podía ver a dónde iba ni lo que estaba haciendo. Sehun solo podía sentarse allí, con sus pensamientos y su enorme ansiedad, a esperar.

El golpe de la puerta del auto hizo que saltara en su propio asiento, un pequeño chillido lo acompañó. El rostro de Chanyeol emergió de la oscuridad, una mirada satisfecha y hambrienta.

-Ven, ya no puedo esperar más.- Le dijo Chanyeol casi sin aliento. Esto hizo que Sehun volviera dificultosa su propia respiración. ¿Qué venía ahora? ¿Iba a torturarlo, a asfixiarlo de nuevo?
Lo que Sehun no esperaba era que Chanyeol tomara suavemente su mano y lo guiara fuera del auto.

Ponerse finalmente de pie fue más difícil de lo que Sehun esperaba, todo su cuerpo dolía y todavía era un desastre pegajoso por lo que habían hecho corto tiempo atrás; Sehun no pudo evitar avergonzarse cuando soltó un quejido mientras se levantaba, un rubor indiscreto cubrió su rostro cuando Chanyeol se rió entre dientes en respuesta.

Sehun fue llevado fuera del garaje, hacia un pasillo largo y gris.

-Hogar, dulce hogar.- Chanyeol tarareó mientras seguían el camino. Sonaba juguetón y alegre. Sehun podría desmayarse con el sonido de su voz. Por un momento, esta extraña relación de víctima y victimario pareció llegar a su fin para Sehun, por un breve y desquiciado momento donde Chanyeol tomaba su mano y lo invitaba a seguirlo por lo que era su hogar, se sintió como si fueran una pareja, una pareja normal y corriente, algo que Sehun jamás había experimentado antes y casi lo descolocó. Sacudió su cabeza para alejar esos estúpidos pensamientos.

En lugar de caminar hacia un calabozo, subieron un tramo de escaleras, lo que fue una lucha para Sehun, y entraron a un dormitorio principal. Se parecía a lo que Sehun imaginaba que era un ático. Pero el destino final no era el dormitorio principal sino el gran baño que, en realidad, era más grande que el antiguo apartamento de Sehun. ¿Qué tanto dinero tenía este hombre? Sehun estaba seguro que el dinero que él mismo robó no era comparable, lejos de ser suficiente para suplir todos los lujos que estaba viendo.

-Debes estar muy cansado.- Chanyeol interrumpió sus pensamientos. -Vamos a darte un baño.

Sehun tardó en darse cuenta de que estaba mirando una bañera y no una mini piscina.

-Nunca mimo a mis juguetes de esta manera. Generalmente terminan en un balde para que los perros los limpien de todos modos.

El corazón de Sehun dio un vuelco. Este hombre no era solo un asesino, era un sádico asesino en serie. Incapaz de controlarse, Sehun terminó fuera del agarre de Chanyeol y cayó al suelo.

Siempre lo habían tratado de manera más baja que la mugre, así que tal vez no era tan sorprendente que terminara como comida para perros.

-Oh, dios mío...- Sehun murmuró para sí mismo, incapaz de mirar al sonriente Chanyeol. Esto era enfermizo, incluso más allá de eso. Cualquier hechizo bajo el que había estado se había roto en ese mismo momento.

Todo estaba realmente jodido. Más que jodido y Sehun volvió a tener ansias de escapar.

-¿Qué pasa?- Chanyeol casi se rió, su lado loco y enfermo brillaba.

-Tu..- tartamudeó Sehun. Y eso fue todo. Ni siquiera pudo intentar escupir alguna otra palabra.

-Desnúdate.- Chanyeol ordenó después, con voz firme.

-No.- Sehun respondió de manera automática.

Ambos se miraron el uno al otro en silencio por unos momentos, inexpresivos, igualmente sorprendidos. Sin parpadear, Chanyeol se movió como para agarrar a Sehun sin embargo Sehun se apresuró a esquivarlo, pero en lugar de escapar, se agarró a las largas piernas de Chanyeol, abrazándolas fuerte, logrando descolocar al hombre.

-Desnúdate conmigo.- Sehun dijo de forma instantánea. Incluso él no sabía hacia dónde iba con esto.

Chanyeol se rió, una risa casi seductora, y luego acarició la cabeza de Sehun como si de un pequeño cachorro falto de atención se tratara.

-¿Ahora el bebé es tímido?- murmuró con una voz más profunda que lo normal.

-Sí...- Sehun hizo un puchero, sorprendiéndose de sí mismo con su rápida actuación, aunque una parte de él se preguntaba si realmente estaba actuando.

Chanyeol, provocando más sorpresa en Sehun, comenzó a desvestirse primero sin ningún reparo. Se quitó la camisa y dejó ver sus magníficos abdominales y pecho bien cincelado. Una vez más, Sehun se sintió menos hombre.

Entonces Chanyeol siguió, quitándose los pantalones.

Fue ahí cuando Sehun hizo su golpe, agarrando el par de pantalones desatendidos de inmediato y luego salió corriendo con prisa de la habitación. Mientras corría, pudo escuchar muy a penas a Chanyeol gruñendo un enojado "joder", sin embargo Sehun no se molestó en voltear.

Rebuscando entre la prenda de vestir que llevaba entre sus manos mientras trataba de salir de ese lugar tan grande al mismo tiempo, Sehun casi lloró cuando sintió que sus dedos rozaban las frías llaves que le ayudarían a escapar, pero el alivio no duró tanto ya que escuchaba cada vez más cerca a Chanyeol quien lo perseguía con determinación, lo que hizo que Sehun corriera con una fuerza desconocida hasta ahora.

Fue capaz de llegar al garage, logró abrir y dirigirse el auto de manera eficaz gracias a las luces intermitentes del mismo. Entró y a los pocos segundos hubo un duro golpe contra la ventanilla del conductor, Chanyeol le advertía amenazante que no lo hiciera, que no se fuera, pero Sehun tomó valor y lo ignoró.

En cambio, dio marcha atrás con el auto y se marchó, dejando a un furioso Chanyeol detrás y lejos de él.

Sehun podía sentir su corazón latir de dolor.

Estaba libre. Se había ido.

Nunca volvería a ver a Chanyeol.

Nunca más...


No había vuelta atrás y Sehun tuvo que aceptarlo.

CABIN  || CHANHUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora