2

453 82 27
                                    

Con los nudillos blancos por agarrar el volante con mucha fuerza, Sehun continuó conduciendo en la dirección que había elegido sin estar muy seguro de hacia dónde lo llevaba, pero seguro de que era mejor que el lugar de donde venía. Tenía la frente empapada en sudor y su desbordado corazón le latía con fuerza.

Él lo había hecho. ¡Era libre!

Una burbujeante y plena risa brotó de su pecho por primera vez en años. No solo había robado un banco, sino que también había escapado de un asesino en serie. A Sehun nunca le habían salido bien las cosas antes, así que simplemente no podía creerlo.

Después de la pequeña celebración por su libertad, la paranoia comenzó a instalarse en su interior. Esto estaba siendo demasiado fácil.

¿Chanyeol lo había dejado ir a propósito? Por supuesto que no, eso no tendría ningún sentido. No, Chanyeol nunca lo dejaría ir, ¿cierto?

El agarre de Sehun en el volante se apretó más cuando sintió una lágrima deslizarse por su mejilla, algo andaba mal con él. Pero Sehun no podía concentrarse en eso ahora, necesitaba recordarse a sí mismo por qué estaba haciendo esto en primer lugar; todo era debido a ella. La razón por la que estaba aquí era por ella, todo por ella.

Volviendo a concentrarse en la carretera, Sehun casi se desvía cuando vio una camioneta roja detrás de él, Chanyeol en el asiento del conductor con una expresión loca en su rostro.

-No, joder! ¡NO!- Sehun gritó sin pensar. -¡Vete de aquí!- gritó una vez más, con una carga de adrenalina y enojo, sacó su mano por la ventanilla, mostrándole el dedo medio a Chanyeol, cuyo rostro se ensombreció al ver a un Sehun desafiante.

Ciertamente Sehun se sentía valiente. La cosa era que estaba lejos de Chanyeol y dos autos en movimiento los separaban. Sehun se sentía relativamente a salvo.

Mirando de nuevo hacia atrás, su corazón dejó de latir por unos momentos cuando vio que Chanyeol levantaba una bolsa de lona negra tan familiar.

-¡Maldito hijo de puta!- Sehun siseó, su coraje disminuyó lentamente. Mordiéndose el labio inferior inferior, Sehun miró a la carretera y casi se desmaya cuando vio un letrero que decía "final del camino".

Mirando hacia atras, el rostro sobrante y sonriente de Chanyeol, Sehun susurró una rápida disculpa para ella antes de intentar probablemente el giro en U más peligroso hecho por el hombre.

Pero prefería morir tratando se escapar en lugar de terminar en las manos de ese hombre.

Girando el auto con brusquedad, Sehun perdió el control de su dirección. Antes de que pudiera siquiera gritar, terminó estrellándose contra el bosque, el auto volcó y se estampó contra un gran árbol. Su cabeza chocó contra el parabrisas, rompiendo el vidrio ante el fuerte contacto. Su visión se nubló y luego todo su mundo se volvió oscuro. Podía escuchar débilmente el ruido de pies golpeando contra el suelo y una voz profunda llamándolo por su nombre.

-Sehun,- gritaba la voz. -maldición, ¡Sehun!

-¡Abre tus ojos!- exigió la voz, esta vez más cerca suyo. Pero ya era tarde, los ojos de Sehun se sentían pesados y de un momento a otro, la oscuridad lo tragó por completo.

-Sehun, ¿por qué no vienes hoy y haces algo de jardinería conmigo?- Su agradable voz llegaba a través del teléfono tan dulcemente, Sehun no pudo evitar que la sonrisa se extendiera por su rostro. Por supuesto que le encantaba la idea, sobre todo la parte de volverla a ver.

-Sería estupend-

-¡Cállate, eres un cerdo inútil!- Ella interrumpió. -¡Sé que robaste mis productos enlatados, ladrón!

Sehun se atragantó con su respuesta, su sonrisa cayó y las lagrimas se acumularon en sus ojos. Otro episodio. Los labios de Sehun se tensaron, sabiendo que hablar solo le causaría más problemas con ella.

-¿Dónde están mis productos?- ella gritó esta vez e hizo suspirar a Sehun.

-Mamá...- tartamudeó Sehun, -¿revisaste el gabinete?

-Por supuesto que sí, ladrón.- ella se burló.

-Puedo ir a comprarte más si te hacen mucha falta- ofreció manteniendo la calma ya que había pasado por esto antes.

-¡Solo envíame el dinero, quiero trescientos!- exigió.

-Pero mamá, te envié quinientos la semana pasada.

-Entonces llamaré a la policía.- lo amenazó, y aunque no provocaba miedo en Sehun porque ya habían pasado por esto y la policía los conocía bien, no quería que ella molestara a otros.

-Está bien, lo enviaré ahora.- Sehun suspiró en derrota. Ahora había gastado alrededor de dos cheques de pago solo en ella, lo cual ya era malo considerando que tenía cuentas que pagar.

-Bueno.- respondió con frialdad antes de colgar sin decir nada más.

Sehun se sentó en completo silencio. Las lágrimas comenzaron a caer una tras otra. El dinero no era lo único ni más estresante, la salud mental de su madre también le preocupaba. Con un padre ausente hace mucho tiempo, Sehun era el único que trabajaba. Él era el único que pagaba las cuentas y cuidaba a su madre.

Pronto, él sabía bien, se rompería.



Chanyeol lo estaba perdiendo. Sehun habíadstado inconsciente durante dos días, sin dar ni una sola señal de despertarse pronto. De vez en cuando las lágrimas se deslizaban por sus mejillas, haciendo que Chanyeol se enojara. ¿Por qué Sehun estaba llorando? Todas esas lágrimas debían ser causadas por Chanyeol y nadie más que Chanyeol. Sehun no debería verse afectado por nadie más que él.

-Despierta...- Chanyeol murmuró en el oído de Sehun, acariciando suavemente un lado de su rostro. Su piel era tan suave y pálida, delicada al tacto. Perfecta. -Tú eres mío. No tienes permitido morir.

Mirando el rostro suave de un ángel, Chanyeol se inclinó lentamente hacia adelante hasta que sus labios se presionaron contra la frente de Sehun. Luego contra su mejilla, después en la punta de su linda nariz hasta que finalmente fueron presionados tiernamente contra sus labios.

-Despierta.- murmuró de nuevo, besando al hombre inconsciente una vez más.

Sehun dejó escapar un muy leve sonido y Chanyeol casi se tambaleaó en estado de shock. Pero los ojos de Sehun aún estaban cerrados y no había señales de conciencia en su rostro.

Chanyeol presionó sus labios contra el cuello de Sehun esta vez, sintiendo la carne sutil contra su lengua y dientes. Podía simplemente mordedura y lamer hasta que el hombre estuviera sangrando. El cuerpo de Chanyeol comenzó a calentarse y la oleada de emoción casi lo abruma por completo. Nunca antes se había emocionado tanto, nunca antes había llegado a un nivel tan íntimo con una presa.

Sehun era diferente.

Sehun no era como los demás; no era tan inútil y repugnante. No suplicaba piedad y luchó por su vida. Eso es lo que Chanyeol encontró atractivo en el hombre. Sehun era más fuerte que el resto aunque su apariencia era la de alguien al borde del colapso. Él estaba por encima de su nivel de muchas maneras.
Chanyeol casi podía sentir respeto por él.

Maldita sea, Chanyeol se aseguraría de que Sehun despertara.

CABIN  || CHANHUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora