Reencarnando en una historia de demonios y dioses [Terminada]

Capítulo 42: Lo que existe sobre los cielos (2)

Ante todos, las tres bestias sin par, habían desaparecido por completo de la vista de todos los cultivadores que podían ver sus figuras.

Pero...

¡¡¡BOOOOOOOOOOOOOM!!!

Una enorme explosión resonó en los cielos unos segundos después, dejando ver a las tres bestias una vez más. Las garras de cada una habían chocado, creando una inmensa explosión de poder y leyes...

Muerte... Luz... Oscuridad...

Viento... espacio

Fuego.... rayo.... tierra... metal... oro...

Las leyes se arremolinaron de forma caotica mientras el cielo se despejaba por completo y la tierra temblaba. No importa quien fuera, todos tuvieron que usar todas sus fuerzas mientras trataban de no salir volando ante el movimiento de las leyes del mundo.

A lo lejos, fuera de la secta Gloria Celestial, las personas escupían sangre ante el golpe que reverbero en sus cuerpos y almas. Algunos se desmayaron al sentir que perdían sus cultivos y se volvían estériles.

De hecho, si no fuera por las preparaciones de Nie Li y Ye Shen, sus respectivas miembros de sectas hubieran sufrido lo mismo pero, incluso así, la barrera que tenían sus sectas se estaban rompiendo poco a poco.

Y, en el cielo, ninguno de los seres extremadamente poderosos dijo una palabra.

No había necesidad de tal cosa.

Ye Shen y Nie Li sabían que tenían que derrotar y matar al Sabio Emperador.

Y, el Sabio Emperador sabía que tenía que matar a sus enemigos.

¡No había lugar para palabras! ¡Solo la fuerza hablaría por ellos! ¡Solo el poder los llevaría la victoria!.

De repente, Ye Shen extendió sus alas que parecían cubrir la totalidad de los cielos sobre la secta gloria celestial y, junto a ellas, el espacio se oscureció como si un abismo se hubiera invocado. Cuando Ye Shen movió sus alas hacía delante, el espacio se rompió por completo y cientos... no, incluso superior a millones - una miríada de rayos destellantes ilumino la oscuridad como si fueran estrellas disparadas por arcos.

"Disrupción espacial", la voz imponente de Ye Shen resonó en todo el reino y el espacio exploto hacía delante, haciendo que Sabio Emperador se moviera entre el espacio roto, tratando de esquivar cada ataque. Pero, si el no tuviera las paginas que le otorgaban un dominio en la ley del espacio, hubiera sido asesinado hace tiempo.

Lamentablemente para el Sabio Emperador, Ye Shen no era el único que luchaba en su contra.

"Muere... ", una sola palabra fue la que salió de la enorme boca de dragón de Nie Li. Pero, solo esa palabra basto para que el Sabio Emperador sintiera un terror como ningún otro. 

Incluso entre todos los expertos, uno no tendría vida eterna e inmortalidad hasta llegar al reino supremo. Ese era el objetivo del Sabio Emperador... Ser absoluto... Ser inmortal...

Incluso el, quien ha devorado reinos y una miríada de vidas, le tenía miedo a la muerte.

Cuando Nie Li pronunció esa palabra, el Sabio Emperador sintió como un poder horrible comenzó a devorar su alma y fuego de la vida.

El se detuvo, mirando hacía Nie Li. Cada cabello de su bigote de dragón se había erizado con un terror que jamas había sentido.

"¡¡¿Cómo alcanzaste ese nivel con la Ley de la muerte?!!", el grito alarmado.

Nie Li lo miro con ferocidad mientras respondía: "He sido espectador de millones de muerte, he visto surgir la vida... Traspase dimensiones y reinos.... He muerto y vuelto a vivir... "

"¡Nadie más que yo sabe lo que significa las muerte!"

"¡No moriré de esta forma! ¡¡ME NIEGO A MORIR A MANOS DE USTEDES DOS!!", El Sabio Emperador rugió mientras movía las nubes y las hacía desaparecer. Con un veloz movimiento, su cuerpo de dragón de oro serpenteo y golpeo a Ye Shen.

O eso es lo que pensaba.

Los ojos del Sabio Emperador se abrieron al sentir que su cuerpo se detenía por completo y toda la fuerza detrás de su golpe se desvanecía.

Su consciencia todavía podía sentir sus alrededores, pero no podía moverse. Y, cuando solo pudo ver como Ye She y Nie Li se movían, fue cuando se dio cuenta.

¡Ley del tiempo!.

Ye Shen miro a el Sabio Emperador con ferocidad y crueldad antes de que un punto negro se formara entre ellos. Al principio, fue realmente pequeño, y casi no podía notarse entre las transformaciones de estos tres seres poderosos. Pero, en un parpadeo, ese punto se había convertido en enorme agujero negro que comenzó a tragar todo a excepción de Ye Shen y Nie Li.

Este era uno de los niveles finales de la ley del espacio: ¡Vórtice de agujero negro!.

Con esto, Ye Shen podía comprimir el espacio en un solo punto, colapsando toda la existencia en la nada, e incapaz de salir para siempre. Una vez que uno ha alcanzado este nivel, puede realmente colapsar el espacio a voluntad y verdaderamente destrozar el mundo y los cielos.

Sin embargo, el Sabio Emperador no era alguien al que se pueda matar fácilmente. En un momento de desesperación, libero todo su poder junto a las paginas del libro del espíritu demoniaco del espacio-tiempo.

Y, tomados por sorpresa, Ye Shen y Nie Li fueron tragados junto al Sabio Emperador.

"Incluso si haces esto, todavía esteremos a salvo", Nie Li comentó enojado por el movimiento del Sabio Emperador. El, por supuesto, sabía de la comprensión de Ye Shen en sus leyes. Incluso si eran tragados, el todavía podía protegerlos y no dejar que se conviertan a la nada. Después, solo faltaría un poco de tiempo para volver.

"Y yo, al igual que ustedes, puedo protegerme con las paginas... ¡JA JA JA JA JA!... ¡Incluso al final, no me rendiré y los aniquilare de toda la existencia!"

Ye Shen resoplo antes de mover una de sus alas...

¡¡¡¡BOOOOOOOOOOOM!!!!

Con ese solo movimiento, los cielos se dividieron, la tierra se rompió, y el firmamento colapso por completo.

El Sabio Emperador, que recibió de lleno ese golpe, miro con incredulidad como la mitad de su cuerpo se dividía antes de ser tragado por el vórtice de agujero negro.

Al igual que Nie Li y Ye Shen.

De esa forma, los tres desaparecieron de la vista de todos y todas las leyes y energía volvieron a la normalidad, causando que los aliados miraran hacía los enemigos antes de levantarse y comenzar a luchar.

Ellos sabían que hacer...

Sobrevivir...

Ganar...

Y, por supuesto, esperar el regreso de sus amigos y familia.

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