Reencarnando en una historia de demonios y dioses [Terminada]

Capítulo 37: No estas preparada

Todos estaban parados con incredulidad pero, esta vez, era por algo completamente diferente. Mingyue Wushuang, una orgullosa discípula de la secta nota celestia, se había postrado, completamente arrodillada a los pies de Ye Shen, el maestro de la secta gloria celestial, ¡Pidiendo que la tome como su discípula!

Esto era... simplemente sorprendente.

Mingyue Wushuang era una de las discípulas más talentosas y con un gran futuro en la secta nota celestial. Quizás, incluso sea apta para la selección de maestra de secta. Pero, ahora mismo, estaba arrojando todo para rogar a los pies de Ye Shen.

En lo alto de la sala, donde estaba Ye Shen, el Jerarca cielo marcial suspiro. Esto era inimaginable, no solo por la petición casi desesperada de Mingyue Wushuang, si no también por que la melodía de Ye Shen había hecho que todos avanzaran una etapa en sus reinos de cultivo. ¡Incluso el mismo! ¡Esa magnifica melodía había desenterrado recuerdos que ni siquiera sabía que tenía!. Que solo la intención de Ye Shen causara que aumentara un rango de su reino ancestro marcial era simplemente una maravilla.

El nunca había visto tal intención poderosa o escuchado una melodía tan triste y hermosa al mismo tiempo.

...

Ye Shen miro hacía abajo, viendo como la cabeza y frente de Mingyue Wushuang tocaban el suelo sin moverse. Sus palabras anteriores demostraban cuanto deseaba ser guiada por el.

Sin embargo...

"No"

Todos inhalaron ante esa sola palabra. Fue una simple palabra, pero trajo más incredulidad a todos. Algunos entendían que quizás Ye Shen no quería crear descontento con otras sectas amigas, otros suspiraron ante la oportunidad desperdiciada de tener una discípula tan increíble como lo era Mingyue Wushuang.

La misma mujer tembló por un momento en su posición, pero no se movió de ese lugar.

Mingyue Wushuang se levanto lentamente, mirando sus manos antes de que se las mostrara a Ye Shen, ella saco un cuchillo y estaba a punto de cortar sus manos, asustando a muchos, sobre todo de la secta nota celestial.

"Detente", Ye Shen sostuvo sus manos con fuerza, impidiendo que ella se cortara.

"Tienes un talento inmenso. Pero no entiendes por completo lo que te falta.... En un principio apenas mostrabas emociones. Ahora, te estas dejando llevar por ellas... "

Mingyue Wushuang tembló otra vez, recordando las palabras que su abuela le había dejado. Ella se mordió los labios mientras miraba sus manos, sostenidas por Ye Shen.

"Olvidaste muchas cosas en tu camino hacía el poder. No entiendes algunas cosas, por lo tanto... ", Ye Shen soltó las manos suaves de Wushuang y se giro, sacudiendo sus túnicas mientras bailaban en su camino hacía fuera de la sala. Todos miraron su espalda con respeto y admiración infinitas. El se detuvo repentinamente antes de girar su cabeza, mirando de reojo a Mingyue Wushuang con una enorme seriedad.

"No estas preparada"

Diciendo estas ultimas palabras que reverberaron en los oídos de todos, volvió a caminar.

"¿Lo... que me falta?", Wushuang se pregunto mientras miraba sus pies, esa pregunta se repetía una y otra vez en su mente. Ella toco sus dedos y miro hacía arriba, viendo como Ye Shen salía de la habitación. Sus túnicas, su largo cabello y sus ojos grises brillantes... toda la figura de Ye Shen había quedado gravada en su corazón y mente, sin que ella se diera cuenta.

. . .

"¿Realmente no la tomaras como discípula?", Ye Ziyun pregunto con curiosidad, aunque todavía estaba sorprendida por lo que había ocurrido.

"Ella perdió su objetivo, esa cosa esencial por lo que comenzó a tocar la cítara. Si ella ni siquiera puede recordar eso, entonces no tiene sentido", Ye Shen sacudió la cabeza.

"La maestra de secta estará sorprendida por todo esto", Ning'er suspiro un poco, tomando la mano de Ye Shen mientras se sentaban en un lugar aislado, sin que nadie los moleste. 

"Sobre eso... ¿No quieren volver a ciudad gloria?"

"No es que no queramos. Simplemente será difícil convencer a la maestra de secta. Sobre todo por que Ziyun y yo somos sus discípulas", Ning'er suspiro con un poco de resignación. Ella solo quería ir y quedarse para siempre con Ye Shen. Pero no quería ser mal agradecida hacía su maestra.

"Tomen... ", Ye Shen les entregó cuatro botellas pequeñas. "Dos dos para ustedes dos - uno para cada una de ustedes. Las otras dos para su maestra. Tenía pensando usar esto para que las dejen venir"

"¿Esto es?", Ziyun pregunto. "Ya les entregue el diluido de la fruta divina sin fase. Los de su maestra son dos de esos. En cuanto a la otras que son para ustedes... Lo entenderán después"

"Hmph... Siempre actuando tan misterioso", Ziyun resoplo, pero se acerco más a Ye Shen y beso su mejilla cerca de sus labios. Ning'er había actuando al mismo tiempo, haciendo lo mismo que Ziyun.

Ye Shen solo se rió antes de abrazar a ambas chicas, besando sus labios una después de la otra.

"¡Ye Shen!", Ziyun exclamo avergonzada y con su rostro completamente rojo.

"¿Que pasa? ¿Me dirás que no querías?"

"Yo... ¡No es eso!", Ziyun resoplo otro poco, mirando por todos lados. Incluso si estaban alejados, todavía podrían venir personas.

"No importa... ", Ye Shen se acerco a su oído y susurro: "Tu esposo es un experto con un dominio en la ley espacial. Nadie se acercara... "

Ye Ziyun miro sus pies, completamente avergonzada. Era la primera vez que Ye Shen se hacía llamar esposo cuando se refería a ellos dos. Esas dos palabras habían hecho rebotar su corazón de felicidad.

"No es justo... ", Ning'er actuó de forma juguetona y mordió la mejilla de Ye Shen.

"¿No fue suficiente emoción y amor con lo que hicimos anoche?"

"¡Solo te gusta intimidarnos!", Ning'er exclamo avergonzada.

. . .

Ye Shen voló fuera de la secta plumas divinas, hacía el mundo exterior. La noche estaba sin nubes, mostrando las innumerables estrellas brillando y la enorme luna. Las islas flotando se volvían borrosas ante su velocidad. Cuando llego hasta cierto punto, se detuvo, descendiendo sobre una isla más pequeña.

"¿Estas listo?", Ye Shen pregunto con seriedad.

"Siempre lo estoy", Nie Li sonrió mientras sacaba la pintura miríada de ríos y montañas.