C A P Í T U L O 12 🐾

711 83 8
                                    

Jimin abrió los ojos. Un poco desorientado se tensó sobre la cama y observó todo a su alrededor en busca de algo que respondiera a su pregunta de dónde se encontraba. La pequeña lámpara en forma de sol fue prueba suficiente para que reconociera que estaba en la habitación donde había dormido el último tiempo. Con un suspiro tembloroso se permitió relajarse.

Su brazo izquierdo tenía una vía que se conectaba al suero colgando a un lado de su cama. Levantando su mano contraria la llevo para sacarse esa cosa de su brazo, la ansiedad picando por saber que era lo que estaban haciendo con él.

—Jimin-sii —la voz salió suave aunque grave de los labios del alfa que se encontraba en una silla a los pies de la cama, segundos antes durmiendo—, por favor, es por tu bien, si lo sacas te sentirás mal.

Ante el pedido Jimin se quedó congelado en el lugar, sin completar su cometido ni desistir a su idea de arrancarse esas cosas del brazo. Su mano temblando en el aire, porque no se había percatado de la presencia del alfa, y su vista en un punto fijo en la frazada que cubría su cuerpo. El alfa con tranquilidad envolvió el brazo y lo acarició con suavidad, dejandolo reposar nuevamente en la cama.

Jungkook sintió que su animal interno se comportaba tan solícito a la actitud del Omega frente a él, que se extrañaba de su propio accionar. El alfa dentro de él tratando de verse inofensivo y aplicado en las acciones dirigidas al suricato, cuando durante toda su vida se comportó de forma desinteresada e inaccesible. Ya que mientras más imponente se viera más fácil era que cumplieran sus órdenes. Mordiendo su mejilla no quiso pensar demasiado en eso, porque era entrar en un terreno que no quería explorar todavía.

Jimin levanto la vista de la mano que tomaba la suya al rostro del alfa frente a él. Con un ojo sano y el otro sin poder abrirse del todo, con un rasguño que lo atravesaba de arriba a abajo. El recuerdo de lo que había hecho llegó junto con la culpa. Mordiendo su labio inferior comenzó a temblar a punto de romper en llanto.

—L-lo siento —su voz salió como un graznido ronco, repitió—, lo siento mucho.

—Esta bien —sonrió el leopardo, aunque un escozor lo atravesó ante la acción—, puedo ver, pero si me lo preguntas realmente fue un buen derechazo.

El Omega sonrió y dejó escapar una pequeña risita, débil, con los ojos llorosos pero sin derramar una sola lágrima. Jungkook se sorprendió y no pudo despegar su atención del rostro del suricato. Su animal interno interesado y con las orejas atentas para volver a escucharlo.

—Yo, yo, yo, yo... —repitió nervioso, rascando sus piernas intentando detener las hormigas que caminaban por sus muslos—, yo, yo, yo, yo

—¡Hey! respira, ¿si?, solo dilo después de respirar.

Guiado por las acciones del alfa inspiro y expiró un par de veces. Siguiendo sus ojos y sus manos. Más tranquilo tomó aire.

—No fue mi intención lastimarte, estoy arrepentido —musitó bajito con la.voz ahogada, con la vista clavada en el entramado de la tela, sin atraverse a mirarlo a los ojos.

—Esta bien, lo entiendo —con cuidado deslizó sus dedos por las mantas y tomo las manos ajenas, se veían pequeñitas a comparación de las suyas, que se notaban estilizadas—, dentro de media hora tengo que ir a buscar a Jinhwan a la escuela, Hyunjin es tu enfermero, es un alfa de liebre, ¿estarás bien con eso?

Asintió despacito.

—Jinhwan... —murmuró a penas, viendo cómo el alfa aún sostenía sus manos, sintiendo calidez en su piel—, ¿puede quedarse un rato conmigo?

—Por supuesto. —concedió. El Omega levantó rápidamente la cabeza en su dirección—, necesito pasar más tiempo con Jinhwan para reestablecer el lazo, no sé cuánto demorará, pero el cachorro depende emocionalmente de ti. Así que sí, puedes estar con él.

Protégeme ~KookMin~ [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora