Capítulo 03

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La puerta se abrió dejando pasar una helada ráfaga de viento que arrastraba consigo el mensaje de que el invierno está próximo a llegar, su largo viaje a su fin está por llegar y por un tiempo se va a quedar.

Una mujer que aparentaba ser un poco más joven que su verdadera edad, dejó a un lado el florero que con dedicación estaba decorando con un sin fin de flores que, su muy atento esposo, le había regalado por su aniversario la noche anterior.

Un pequeño chico tiró su mochila sobre el sillón con rabia, y no tardó en correr al baño como de costumbre lo hacía cada que su día escolar llegaba a su fin.

— Innie... por favor, dime... ¿Está todo bien? — preguntó con dulzura su madre apoyándose con delicadeza sobre la oscura madera de la puerta.

Ese día en particular, JeongIn se sintió aterrado desde el primer momento en el que abrió los ojos, pero a pesar de haberle rogado a sus padres el haberse quedado en casa, ellos insistieron en que debía de ir a su último día de clases.

Las lágrimas cayeron por sus mejillas dejando grabado un triste legado. ¿Así debía de sentirse? ¿Eso era estar cerca de que su mundo se acabara?

No sabía si siquiera había algo después de que sus ojos para siempre cerrara. Tal vez alguien al otro lado lo estaría esperando o quizás sería un profundo sueño del que no despertará jamás porque esta vida nunca fue hecho realmente para él.

Él no sabía cómo explicarle a su madre ¿Cómo decirle que ya se cansó de vivir de esa forma cuando ella lo había dado todo por él? Él simplemente quería al fin descansar porque estaba agotado. El mundo no fue algo en lo que él pudiera encajar, aquí nunca encontró su lugar y por mucho que lo intente no había forma de eso cambiar.

Se sentía débil, sentía como si él nunca hubiera tenido que pertenecer allí.

Quería descansar, pero a pesar de que la mayor parte de su ser comenzaba a fundirse en una profunda tristeza que trataban de ocultar, aún guardaba pizcas de esperanza, migajas de sueños y un par de anhelos.

Fue entonces, que entre medio de sollozos Jeongin a sí mismo en un suave murmullo quebradizo se preguntó... — ¿Y entonces? — y lo dudó.

Él no tenía la respuesta a aquella pregunta, por mucho que intentara hallarla, le era realmente imposible. ¿Por qué recién se daba cuenta de lo corta que era la vida? Hace tan solo un par de horas era un niño que jugaba con sus peluches en su casita del árbol, hace un par de minutos estaba entrando a la preparatoria por primera vez con los nervios a flor de piel.

Hace tan solo unos instantes estaba feliz, se sentía vivo. Pero ahora es tres de diciembre, los copos de nieve están cayendo y él al viento le pido que sople lejos esos sentimientos. Quería su dolor tirar lejos y que junto a él se lleve sus pensamientos.

Hace tan solo unos minutos él de la vida estaba escapando creyendo que esa era la verdadera carrera que debía de realizar. Ahora la muerte lo está esperando un poco más allá y él solo quiere regresar hacia atrás.

— Te mentí, mamá — confesó alzando un poco la voz para que ella pudiera escucharlo a pesar de la pared que los separaba — Aún lo amo... pero ya no quiero amarlo más, estoy cansado de sufrir, mamá, me duele mucho el pecho. Amo a HyunJin pero siempre hace que mi corazón se ahogue con sangre... solo quiero olvidar todo mamá, ya no quiero verlo ser feliz con Felix, solo quiero irme de aquí.

El corazón de una madre destrozada se retorcía de tan solo oír la quebrada voz de su hijo, su único y preciado hijo al cual sabía que perdería en cualquier momento pero que por mucho lo intentara, realmente no podría otorgarle la felicidad que tantos años había estado buscando hasta en los rincones más oscuros solo para que su hijo viera lo valiosa que era la vida.

𝐐𝐔𝐈𝐄𝐑𝐎 𝐒𝐀𝐁𝐄𝐑  ⁞  hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora