Cause I Love You (Suoh Genji)

Capítulo 6

Parte 1

Esa tarde su padrastro había llegado temprano, todo porque estaba emocionado por conseguir el primer Bey de su hijastra. Poco le importó la razón por la cual ella, sin aviso, estaba interesada en ese deporte.

—¡Aquí fue donde compré mi primer Bey! Lo recuerdo como si hubiera sido ayer —Se llevó la mano al pecho y miró el lugar con nostalgia —¡Mira Nova! —Y si, había traído a Magnus Nova con el.

Suki, debía ser honesta. No entendía esa fascinación colectiva de todos los bladers por su bey y el deporte, cosa que le causaba cierta curiosidad al respecto. Quería entenderlo.

—¡Nova! ¡Un gusto verte de nuevo! —Suki se sorprendió de que el dueño de local, un hombre mayor, le hablara directamente al Bey.

—¡Oye! ¿No es un gusto verme a mi también?

—No, la verdad no —Su padrastro hizo una mueca y se acercó al mostrador, con Suki escondida detrás de el —¿Qué vienes a hacer aquí? Ya estás viejo para regresar a las batallas. Hablo con Dai Nova, tu sigues en buena forma.

—Ah caray —Dijo el hombre que escondía a la joven —He venido por un nuevo Bey.

—¿Quieres reemplazar a Nova? Yo sabía que eras uno de esos.

—¡No! Nova es mi consentido, no lo cambiaría por nada. Es para Suki —El apuntó hacia atrás y al ver que el dueño lo miraba como si estuviera loco, se giró algo asustado —¿Dónde...? Oh, ya me había asustado —Se llevó una mano al pecho, aliviado —Ella es Suki.

—Ya veo —La miró por unos segundos haciendo que la pobre niña se encogiera en su lugar. 

—Linda, el es Kai. Puedes llamarlo...Kai —El la empujó ligeramente hacia adelante, para que se acercara a darle la mano al hombre. Más que nada porque parecía muy indecisa al respecto.

—Tímida —Ella bajó la mirada avergonzada —Bueno, el Beyblade te ayudará mucho a desarrollar carácter.

—¿Qué tienes? —Preguntó Dai luego de un rato.

—De este lado están los de ataque, de este otro los de defensa, de este los de resistencia y aquí los de equilibrio. Yo tengo en lo personal tengo una preferencia por los de defensa, pero pasa y mira cual te llama la atención así te los muestro. Escoge varios, con confianza.

Pasó con duda detrás del mostrador, mientras los dos adultos hablaban sobre el deporte, la conversación se basaba en la carrera arruinada de su padre, esto debido a un accidente y una larga recuperación; seguido de una oportunidad de estudiar en el extranjero y la obtención de un trabajo en la empresa de su padre.

Sin embargo no se arrepentía, tal vez si no hubiera hecho nada de eso, no se habría casado con la mujer que adoraba y no habría conocido a la hija de la misma, que a pesar de que no era suya, biológicamente hablando, la amaba como tal. Esto último, trataba de no mostrarlo tanto; pues sabía que la niña, a pesar de haber vivido juntos ya tres años, todavía no confiaba en el del todo. 

Ella tomó algunos de la sección de ataque, algunos otros de defensa y unos cuantos más de resistencia, y con mucha cautela, cada que escogía uno lo dejaba sobre el mostrador.

En total eran 12, había tomado 3 de cada uno.

—Muy bien ¿Quieres ver los de equilibrio? —Asintió ligeramente y el hombre se hizo a un lado para que pudiera ver los que estaban en el mostrador.

Y hubo uno, que le llamó mucho la atención. Mucho más que los demás, estaba arrinconado, casi como si no quisiera ser encontrado. Sin dudarlo, lo señaló, haciendo que el dueño lo mirara con cariño.