Insecure [Iwaoi]

𝑷𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒖𝒏𝒊𝒄𝒂

El bucle infinito de recuerdos de su infancia siempre va a parar a la misma persona, Iwaizumi Hajime, su más antiguo y preciado amigo. Se ha acostumbrado tanto a su presencia, a sus motes molestos, a los golpes cuando hace o dice alguna tontería, que es inconcebible para él la posibilidad de perder esa relación que ambos poseen.

No suele ser alguien que se pare a pensar en este tipo de asuntos, que le dé vueltas como una peonza a los preciados sentimientos que ha desarrollado por su más preciado amigo de la infancia. Aún así, no puede evitar el torbellino de inseguridades que lo aborda en cuanto alguna chica se acerca a él con una sonrisa coqueta.

«Iwa-chan es realmente popular» es el pensamiento que le gustaría que predominara en ese tipo de situaciones, y aunque por unos segundos suele conseguirlo la verdad es que al final el pensamiento termina girando hacia algo más como «¿Por qué no me mira así a mí?». Y puede que exagere las cosas, a lo mejor Iwa-chan no las mira de ninguna manera especial que pueda suponer un impedimento para confesar sus sentimientos, pero no puede evitar el temor que lo aborda ante cada situación así.

Él, el famoso Oikawa Tōru del que todas las chicas están enamoradas, ha terminado en ese patético agujero de inseguridades y temores que parecen querer absorberlo en cualquier momento. Es absurdo, realmente lo es. Vamos, si es el chico más popular será por algo, ¿no? Algún tipo de atractivo debe tener para que siempre haya alguien observándolo de manera coqueta o con un brillo especial en sus ojos. Pero si es así, si realmente tiene ese algo especial, ¿Por qué Iwaizumi parece ser el único que no ve esa parte de él? ¿Por qué es el único que no se gira a observarlo cuando pasa?

Escucha el chirrido molesto de sus playeros chocando contra el suelo del gimnasio donde se desarrolla el entrenamiento. Debería concentrarse en mantener la velocidad durante la carrera de calentamiento, debería estar pensando en algunas estrategias para ganar a su estúpido y talentoso kōhai. Y aunque sabe que debería tener su mente ocupada en su querido volleyball, la verdad es que las palabras de aquellas chicas de segundo no dejan de golpear con fuerza su cabeza dándole una fea sensación de tristeza e.. ¿inseguridad?

—¡Me han dicho que Iwazumi-senpai está interesado en una chica de tercero!

—¡He oído lo mismo! Dicen que ya se han besado.

Bah, chorradas. Iwaizumi jamás se fijaría en ninguna de tercero, jamás le ocultaría algo así, jamás lo dejaría de lado por alguna de esas chicas... ¿O sí? ¿Y si está siendo demasiado optimista con la relación que hay entre ambos? Es obvio que son amigos de la infancia por lo que simplemente ha dado por hecho que la confianza debe existir entre ellos pero ¿y si no es así? ¿Y si solo está siendo el pretencioso de siempre?

«Vamos, Iwa-chan me contaría esas cosas...»

Pero por mucho que desea creer eso algo dentro de él le grita que no se confíe, que no dé por sentadas las cosas antes de tiempo si no quiere llevarse una gran decepción. Es verdad que llevan toda la vida juntos y que Iwaizumi jamás ha parecido interesado en nadie pero eso no elimina la posibilidad de que algún día pueda fijarse en alguien que no sea él.

Una horrible sensación se instala en el lado izquierdo de su pecho, allá donde se supone que debería estar su corazón. No lo entiende demasiado bien, no termina de comprender cómo siendo el chico más popular y más solicitado de la escuela ha llegado a sentirse de esa manera. Si Iwaizumi simplemente fuera una de esas chicas que lo persiguen desesperadas por los pasillos... Rápidamente niega con la cabeza, si así fuera ya no sería su querido Iwa-chan y se convertiría simplemente en otra persona que solo se fija en él por su físico tan trabajado debido a los numerosos entrenamientos.