Capítulo 11. Cordura

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Y tal como lo prometió, Woo Hyun aparece esa mañana para acompañar a Sung Kyu. No le agrada para nada la idea de tener que verlo para correr, incluso antes de que las clases empiecen, pero el alfa ha tomado la firme decisión de soportarlo todo con tal de obligar a su padre a que le diga dónde está su madre, además, también es alguien a quien le gusta cumplir con su palabra; es totalmente lo opuesto a Boo Hyun y está orgulloso de ello.

Sin dudarlo siquiera, Woo Hyun llega a la pista cuando el sol está por salir y comienza a calentar el cuerpo mientras observa a Sung Kyu hacer lo mismo. Sus miradas hacen contacto por un par de segundos, pero el alfa lo ignora y continúa con su labor antes de posicionarse en la línea de salida con toda la intención de comenzar a correr.

Y así lo hace cuando Sung Kyu también se acomoda en otro de los carriles. Woo Hyun sale disparado del suelo y no está dispuesto a llevar el mismo ritmo del omega, puesto que sabe que aquello no es más que una infantil treta de su parte para molestarlo.

Parece que sacarlo de sus casillas se ha convertido en el pasatiempo favorito de Sung Kyu; no puede pensar en otra cosa ya que, desde que lo conoció, todo a su alrededor ha tomado un giro inesperado, extraño y demasiado irritante.

—Esto no es una competencia, Nam —dice Sung Kyu de pronto puesto que ha corrido hasta darle alcance a Woo Hyun.

Sin mucha dificultad, el omega corre a la par del alfa y eso termina por fastidiarlo aún más. Todo parece ser tan sencillo para Sung Kyu que aquello le resulta exorbitantemente molesto.

—¿En serio? Porque siempre me has dado la impresión de que todo es una competencia para ti —responde sin una pizca de arrepentimiento.

Sung Kyu suelta una carcajada porque su comentario para nada lo hace enfadar. Woo Hyun frunce el ceño y por un segundo piensa que está fingiendo.

—¿Para mí? Has sido tú el que ha tomado todo lo que sucede entre los dos como un absurdo enfrentamiento. No tengo idea de por qué estás tan obsesionado con ser el número uno siempre. Es tan fastidioso.

—¡No estoy obsesionado! —se exalta Woo Hyun antes de detenerse.

Sung Kyu hace lo mismo y sus ojos se vuelven filosos.

—¡Lo estás! Todo para ti es una contienda. Me has nombrado tu rival desde el primer día que llegué a esta escuela sin siquiera conocerme, ¿¡y te atreves a decir que no estás obsesionado!?

—Las estúpidas disputas entre nosotros no pueden llamarse rivalidad. Te falta mucho para estar a mi nivel, Kim —menciona Woo Hyun, aunque no está del todo seguro de haber querido decir la última frase.

Pero es que Sung Kyu es tan exasperante que le resulta muy difícil no ponerse a la defensiva.

—Más bien, tú no estás al mío. No puedes olvidar que también te he ganado en todas las carreras y que te dejé en el suelo la otra vez —dice con tono burlón.

—¡Eso fue un descuido! ¡Me tomaste desprevenido! No tenía idea de que eres un salvaje a la hora de pedir las cosas.

—¡No soy un salvaje; te las pedí de buena manera desde un principio y te negaste!

—¡SÍ! ¿¡Por qué tenía que ser soy el que te ayudara!?

—¡Porque el profesor lo sugirió! De haber sabido antes que eres un niñato egocéntrico y narcisista, nunca lo hubiera aceptado.

—¿¡Egocéntrico y narcisista?! ¡Eso es precisamente lo que tú eres!

—¿Sabes qué? Dejemos esto por la paz. No sé en qué estaba pensando cuando acepté ayudarte. Olvídalo. Le diré a mi padre que no me casaré contigo —sentencia Sung Kyu antes de darse la vuelta.

Te Odio | WooGyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora