—Ya voy a llegar.— después de esas bruscas palabras se cortó la llamada
Un chico de ojos rojos; como el rubí, tiró el teléfono hacía un costado, lleva su ceño fruncido, sus manos tiemblan ligeramente.
El de cabellos rubio cenizo va en el asiento de piloto; manejando. El chico va los más rápido posible, teniendo su pie hasta el fondo en el acelerador.
—Fuerzas, hermano.— soltó con compasión un chico de ojos rojos; como las manzanas
La masculina voz de Kirishima llegó a los oídos sordos de Katsuki, este último se encuentra muy ensimismado en sus pensamientos.
El chico de cabellos color rojo, da furtivas miradas a su compañero y hacia al frente; observando la carretera, que gracias a Dios, está despejada.
Kirishima aunque sea un Beta puede oler el miedo, desespero y enojo que siente el Alfa en estos instantes, las feromonas de Katsuki siempre han sido abundantes.
El chico de dientes puntiagudas va en el asiento de copiloto, mientras sujeta con fuerza el cinturón de seguridad.
Se siente nervioso, su amigo cenizo va demasiado rápido y un accidente podría ocurrir en cualquier momento por la velocidad del vehículo.
No pasaron más de siete minutos cuando finalmente ya se encontraban en el destino que les indicaron, gracias al universo.
Ambos varones están sanos y salvos aunque Eijiro va con el corazón en su mano derecha y su ano en la izquierda.
Al llegar y estacionarse, los dos jóvenes que van en el automóvil pudiera divisar a la distancia a un impaciente chico de pelo verde
El de ojos verde esmeralda alzó su vista, encontrándose con un mercedes, a tan solo quince metros de distancia.
En ese instante el chico de pecas supo a quien le pertenecía aquel carro y sin poder evitarlo arrugó su entrecejo; con molestia.
Katsuki observo fervientemente a Izuku, un par de segundos y entonces el corazón de Bakugou late fuerte y con miedo.
Ignoró la horrible sensación que tuvo en la garganta; un nudo el cual le impedía decir algo, procedió a dirigir su mirada a su colega; Kirishima.
El de cabello rojo fuerte le dió su apoyo incondicional con una mirada, misma que le dió un poco de coraje al miedoso cenizo.
Bakugou tomó aire y bajo del automóvil, al momento de poner un pie fuera soltó un suspiro aterrado.
Katsuki empezó su caminata, yendo con pasos rápidos y decididos; Midoriya, es su objetivo.
El de cabello ondulado y verde al momento de ver al rubio yendo hacia él; le dió la espalda para caminar dentro de aquel enorme hospital.
El Alfa al ver esa acción entendió de forma inmediata; una señal silenciosa, así que lo siguió; entrando a aquel hospital detrás del muchacho.
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Hasta pronto. [Terminada]
FanfictionLa sensación de abandono no se va de su cuerpo. Maldita sea la hora, maldita sea el momento, maldita sea su petición, maldita sea aquel sueño, maldita sea la sensación. Lo extraña, lo extraña demasiado, lo necesita más de lo que jamás llegó a imagin...