¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
octuber 15th, 1994, 10:16 pm
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La irradiante luz de la luna se filtraba por aquel gran ventanal de vidrio, iluminando cada rincón de aquella habitación con paredes pintadas de tonos blancos, que eran opacadas por los pósters de sus bandas favoritas y la pizarra de sueños donde había cientos de imágenes y recortes de sus metas. Todo a excepción del techo, el cuál era negro con pequeñas estrellas y constelaciones fluorescentes brillando en la oscuridad.
Se encontró a sí misma admirando al dulce chico frente a ella, quien pasaba sus dedos tan ágilmente por la cuerdas de su vieja guitarra, formando una perfecta melodía y endulzando sus oídos.
Regresó su mirada a la hoja en la que trazaba el rostro de su novio, cuidando cada pequeño detalle, plasmando su esencia en él.
— ¿Crees que suena bien "no mires hacia abajo porque seguimos subiendo"?—cuestionó Luke, levantando su mirada hacia River.
La joven sonrió, dejando de hacer trazos y poniendo su atención en él.
—Has estado escribiendo mucho últimamente—le dijo.
Se acomodó mejor en la cama, puesto que sentía su cuerpo acalambrado por estar tanto tiempo con las piernas dobladas.
Su mirada pasó fugazmente por su cuaderno, era tan viejo y lleno de historia: le había acompañado desde los ocho años, cuando su padre descubrió a su pequeña hija dibujando en las paredes de su habitación, y al darse cuenta del talento que poseía decidió regalarle un cuaderno para que plasmara sus ideas en él. River se había encargado de personalizarlo, forrándolo con telas y stickers de diferentes figuras y colores, se había vuelto no sólo un cuaderno de dibujo sino también en donde sus letras cobraban vida.
Nadie nunca había visto el contenido de aquel cuaderno viejo y contaba con que nunca fuera así.
—Eso no responde a mi pregunta, Riv—le reclamó entrecerrando los ojos.
Luke había tomado una posición poco cómoda, poniendo una pierna debajo de la otra, sentando junto a su escritorio el cual estaba con algunos lápices y papeles desordenados por todo el lugar. River no se consideraba una persona desorganizada, pero esa noche después de que llegó Luke olvidó poner todo en su lugar.
