Decimocuarto episodio: "La lira de Orfeo"

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Estaba perdiendo sangre rápidamente, Raven, era un desastre, cómo pudo con su magia empujó a la sombra Raven que tenía a Apple dando golpe tras golpe, era cierto que Apple había entrenado, estaba cansada, débil por el veneno restante, aún más, ella era humana; una humana que intentaba superar sus limitaciones, cuando por fin se pudo incorporar Apple vio a Raven destilando sangre, saco la espada que llevaba desde el principio y como pudo esquivo la sombra de Raven, atravesandose a si misma, está le miro con resentimiento, Raven por un destello vio a su sombra quien estaba llorando, está sonrió aprovecho la oportunidad para golpearla.

— después de todo es nuestra sombra — Ellas eran producto del odio guardado en ellas, se querían, porque no solo eran odio, sino tristeza, muchas cosas negativas.

Ya cuando todas estaban heridas, las sombras miraron a Raven quien en verdad moriría, la sombra de Apple a pesar del dolor, siguió avanzando hacia ella, coloco una de sus manos sobre las heridas de Raven, cuando estas heridas iban disminuyendo, la sobra de Apple también lo hacia, la de Raven mientras tanto se quedo mirando con lagrimas en los ojos lo ultimo que dijo antes de incorporarse con Apple fue un deseo que la mayoría no creería, el tiempo que se demoraron cada una en reincorporarse fueron 10 minutos en la cual, las dos estaban calladas, la primera que se levanto fue Raven manchada de sangre, de su misma sangre la cual a Raven le causaba pánico, Apple se levanto de segundas mirandola, no se había acercado a Raven a pesar de estar muriendo, le abrazo cuando pudo, a pesar de mancharse también de sangre, la descendiente de la reina malvada correspondió, aun impactada porque la muerte le toco. 

— ella se incorporo a mi la siento — suspiro Raven mientras Apple sentía un escalofrío. 

— pensé que era la única— antes de que pudieran plantear otra conversación paso algo inesperado el soldado de la primera vez llego estaba confundido pues veía a las personas del pueblo atacándose unos a otros, no entendía que esos no eran otros sino ellos mismos, Apple y Raven quienes estaban manchadas de sangre, abrazadas, era solo confusion ¿con quien habrían luchado? 

—¿que les ha pasado? y ¿donde esta la gente?— dijo el muchacho alterado mientras estas se voltearon.

—¿Tu? Eres ese soldado — dice Apple confundida mientras Raven le sonrió.

— no creeras cuánto cuesta la libertad, pero antes de eso necesitas a las personas vivas, ¿Podrías alejar a las personas de aquí? — el chico asintió alejándose temblando — ha empezado — un terremoto sucedió, la energía oscura seguía rodeando tal esctructura, ellas siguieron su camino.

El pasillo cerca de allí había mucha gente tirada, para no parecer más tétrico estaban todas muertas, creando en esto a las chicas muchas veces ganas de vomitar, claro los charcos de sangre no se hacían esperar, en la guerra este era el precio, ¿Eran culpables? Si ellas eran culpables al 100% de todo lo que estaba pasando, cuando terminaron ese camino de horror las vieron, sombras que se alzaban con miradas serías, las sombras de sus madres quienes les veían con una sonrisa como esperándolas, Raven estaba temblando, al principio nunca le tuvo miedo a su madre, pero si ella era capaz de matar a tanta gente con los ojos cerrados a cambio le causaba pánico, ¿En verdad era hija de aquella cruel persona? Sus ojos se llenaron de lágrimas, la magia que había estado manejando explotó, las sombras se fueron con la explosión, apenas si Apple se logró cubrir, le lastimo un poco las manos que tenían pequeños cortes, más nada no manejable.

— ¿Raven? ¡Raven! Vamos acaso quieres dejar de tener miedo, no fue tu culpa y de ninguna nuestras madres hicieron esto, nosotras debemos solucionar esto sino más gente terminara muriendo, no tendremos nunca más te lo prometo sufrir por el destino que querían los otros — le abrazo suavemente — por favor vamos—

Al otro lado de la cámara las madres de cada una de ellas se encontraban revestidas de oscuridad, estaban torturando las de múltiples maneras mientras una con su magia natural, la otra mientras tanto siendo tan inteligente utilizo la magia a través de tecnología, solo para ella, ambas estaban apuradas por cerrar el portal, casi era a costa de su vida, su concentración no les permitía ver qué Apple y Raven venía. Lo que la pareja no se esperaba ver tal magnitud de escena, ambas se veían tan relajadas en su ataúd de pesadillas dónde en realidad lo único que ellas estaban haciendo era absorber cada gota posible de magia.

—¡Mamá! — grito Apple cuando llegó a lo cual se escuchó una voz muy rota hablando.

— Cuando te vi de pequeña creí que eras un angel, una bendición en un momento de mi vida quise darte la felicidad que yo nunca tuve, pero a la ves para que fueras mejor que yo, ese fue mi primer error, Apple yo se que tu deberías ser muy diferente a lo que eres, porque quise que contuvieras muchas de tus emociones, quería que fueras mejor que yo más te estaba convirtiendo en mi dime qué madre obliga a su hija a sonreír todo el tiempo — en eso se calla porque no puede seguir hablando, las lágrimas de frustración y rabia brotaron de Apple más aún así le miro, tristeza, ella no saldría de allí, no en ese estado — te amo Apple como una madre que ama a su hija, cuídate y cuidense, también quiero que me disculpes Raven — la otra estaba en total silencio, cuando la madre dijo esto Raven apretó su mano fuertemente.

— jajajaja Raven — está vez era la Reina Malvada, su voz se escuchaba espectral pero apagada, ella siempre la quiso, pero ahora no sabía porque tenía ganas de llorar — mírate jamás creí que fueras tan fuerte, nunca entendí porque no creías en tu maldad y me di cuenta de que nunca tuviste odio hacia el resto de gente, solo me odiaste a mí y tu destino, pero ya es demasiado tarde, no importa si quieres ayudar yo alguna vez lo hice, si lo harás hazlo en grande que no se olviden de la reina malvada — en eso sí se dislumbraba entre tanto caos asomo una sonrisa — ahora larguense de aquí esto va a explotar y no habrá a nadie quien salvar si ustedes desde afuera no ayudan a defender la explosión — estás se quedaron mirando.

— Apple afuera se encontrará mi último regaló, si lo piensas lo planeamos todo — ambas chicas no les dijeron nada sino se voltearon, estaban empapadas en lágrimas, a pesar de todo el daño que les hicieron eran sus madres.

Con eso en toda su aventura volvieron a salir corriendo.

Es El Destino (Raven x Apple)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora