Lonely. // NoRen

2. For You.

Blanco, un color acromarico, que representa la pureza, la bondad y la inocencia.

Pero para Jeno el color blanco no era tan bonito. Lleva un día completo en ese hospital, esperando que Renjun despierte, nervioso, asustado y encima con incertidumbre. El no es familiar directo y no pueden darle detalles del más pequeño. Solo esperaba que este mejor y cuide más su salud.

Jun abrió sus ojos y lo primero que vio fue a jeno tomándole la mano, por el olor, que se le hizo repugnante, podía notar que no era su casa. Estaba en un hospital. Estaba hospitalizado.

Recuerda haberse sentido muy mal durante el dialogo con jeno y haberle pedido ayuda. Pero no penso que sería para tanto.

— Junnie, despertaste, me tenias muy preocupado. — Jeno le abrazo con delicadeza y beso su frente.
Renjun le miraba como si lo quisiera matar, pero ellos se conocían tanto que, en el fondo, ambos sabían que no quería que el más alto se fuera.

— Jeno, cuando llevo acá? ¿Tengo algo grave? — Renjun pregunto con miedo.

Ahora el dolor se empezó a expandir por su cabeza y recordó lo mareado y débil que se había sentido.

— Jun, yo, no lo sé. El doctor no pudo darme detalles por no ser tu familiar directo. — ambos se vieron a los ojos con emociones encontradas, tomados de la mano en ese lugar tranquilo, por fin hablando sin pelear.

Jeno tomo el primer paso, con una mano en la mejilla de Jun acerco su rostro para besarlo, cosa que el más bajo le tomo por sorpresa pero aún así le tomo por el cuello para seguir el beso.

En la cabeza de ambos pasaban miles de preguntas, ¿Aún me ama o talvez solo me extraña? era la incógnita más importante.
Pero en este momento eran ellos dos y nadie más. Claro hasta que oyeron una tos falsa.

— Buenas tardes jovenes, señor Huang ¿Como se siente? — el doctor se hizo presente en la sala.

— Buenas tardes doctor. —respondieron ambos.
— Un poco mejor, pero aún me duele mucho la cabeza. —Renjun confesó.

— Tranquilo ya te explicaré el motivo ¿Ustedes son esposos o novios? — Pregunto el doctor mientras leía unos papeles que tenía en sus manos.

— ¿Esposos? No — dijo Jeno interrumpiendo.

— ¿Entonces son novios?— Le respondió el doctor y ambos asintieron.
Pero claro ahora se miraban sin entender porque hicieron tal cosa.

— En ese caso esta información les interesa a ambos, felicidades serán padres, señor Huang tiene 20 semanas de embarazo. — informó el doctor.

Renjun solo se quedo inmóvil mientras Jeno le miraba con los ojos cristalinos.

— Les dejo solos para que hablen.— y sin más se retiró.

— Jeno, yo lo siento mucho, no quería que tengas esta responsabilidad ahora, tan jóvenes. La verdad yo no sabía que podía tener hijos. Estoy en sorpresa al igual que tu. Se que, algunas personas talvez no nos aceptarían, y no quiero que pases por esto. Eres libre de irte de aquí si no quieres hacerte cargo, no te preocupes. Yo le daré lo necesario a mi hijo, no me odies por favor. — Renjun lloraba porque sentía que el amor de su vida le podría rechazar. Estaba tan asustado.

— Jun, yo. — Jeno pensó el preguntarle por un posible aborto, o por adopción. Pero no es lo que quiere, su corazón se puso tan feliz cuando el doctor le dio la noticia que casi llora. Jeno si quería estar junto a él mayor.
— Yo te amo, te amo como no he amado nunca antes y estoy completamente seguro de que eres con quiero pasar el resto de mi vida, no pienses en cosas que no debes, yo si me haré cargo de  mi familia, por que los amo. — Jeno abrazo a Renjun y este ya había detenido su llanto te besaron una vez más y mientras se abrazaban y Jeno acariciaba su vientre algo abultado confesó.

— Estas algo flaco para tener esas semanas, no estoy seguro de si debería notarse, pero si se porque tus cambios de humor tan raros.— El penso que su comentario no estaba fuera de lugar pero el suave golpe del mayor le confirmo que no era así.

Ambos estaban felices y completos, su nueva aventura empezaba con un bebé. Un pequeño que los unía y que sería una parte de los dos.
Estaban más que encantados con su pequeño o pequeña.

Al darle el alta al mayor, luego de la ecografía y las indicaciones del doctor, volvieron a casa.
Su casa que compartían hace mucho.
Jeno dijo que quería cuidarle y lo haría mejor si vivían en la misma casa.
RenJun accedió y Jeno fue a buscar un par de cosas que este necesitaría.

Renjun noto que los espacios vacíos que el dejo al irse de casa no fueron llenados. El lugar de su piano estaba intacto. Su mitad del cuarto donde Jeno juega video juegos y el pintaba, dibujaba, o escribía. Solo tenía la alfombra que el dejo al irse, hace ya más de 3 meses.

No podía evitar pensar en lo tonto que fue por perder a Jeno, solo por sus cambios tan grandes de ánimo.
El menor no merecía aquello y allí estaba, otravez triste.
Renjun pensaba en que talvez Jeno le quiere por el bebé.

Jeno estaba feliz sacando un par de ollas para comenzar a cocinar, quiso consultarle a Renjun que quería comer, pero le vio mirando la pared y con los ojos brillosos y esas lágrimas traicioneras que caían por sus mejillas.

Se paró frente a él, Renjun no le miró, Jeno quiso levantar su rostro y el mayor alejo su mano. Así que salió de la casa en busca de algo dulce para Renjun.

El mayor al quedarse solo se puso más triste aún pensando que ahora sí jeno no le queria más.

Lloro por un tiempo hasta que recordó que no le hace bien al bebé. Estaba tan cansado de sentirse triste. Solo quería que Jeno le abrazara como antes y como si le hubiera invocado llego con sus flores favoritas, sus chocolates favoritos y una pequeña caja de regalo.

Llevando todo a la mesa en la terraza, también a Renjun y dándole su abrigo para que no tenga frío. Jeno, con una sonrisa, limpio el rastro de las lágrimas del mayor para dejar besos en el lugar.

— Renjun, mi amor, no quiero que llores más, no se si estás feliz o no conmigo. Y tengo miedo, créeme, porque yo si te amo a ti, con todo mi ser. Y también amo a ese bebé, que es un pedacito tuyo y mío.
Quiero que comencemos otravez y talvez es un atrevimiento pedirtelo así de la nada, pero eres lo más importante que tengo.
Junnie, acá en la noche más cálida de mi vida, en presencia de las millones de estrellas que brillan para ti y de nuestro bebé, quiero que te unas a mi para siempre. Jun ¿serías mi esposo?

Luego de decir lo que había aguantado tanto y de que renjun le diera el si emocionado, Cocinaron juntos, y Renjun abrió el regalo, contenía unos pequeños gorritos y guantes para bebé.
Serán necesarios ahora que ambos caminaran juntos de la mano, a lado de su bebé.

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Espero que les gustara este capitulo. Muchas gracias por leer.
Y si llegaste hasta acá te quiero mucho♡