Deseo que seas feliz.

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Pov Sofia:

Una boda siempre es motivo de felicidad. En especial si se trata del matrimonio de tu mejor amigo.
Observé como las flores eran llevadas al interior del castillo y coordiné cada pequeño detalle para que todo fuera perfecto.

Él salió a mí encuentro y me apretó entre sus brazos, agradeciendome todas mis atenciones.
Mis ojos se llenaron de lágrimas e intente aguantarlas para no hacerselo saber.

~¿Te pasa algo, Sofía? Pregunto mientras limpiaba mi rostro con su pañuelo.

~No, Hugo, estoy feliz por tu boda, Clio es una gran mujer y estoy segura de que cuidara bien de ti.

~Gracias por apoyarme, no sé que haría sin ti.

Él me abrazó nuevamente, mientras mis pensamientos volvían a aquel día.

Flashback:

~Bienvenido principe Hugo, nos alegra verte de nuevo. Exclamo el rey Roland brindándole una reverencia.

~Muchas gracias, ha sido una larga espera, pero al fin estoy de vuelta. Mencionó mentiras observaba a Sofía.

La joven le sonrió de manera cálida y el principe caminó hacia ella para tomar su mano con delicadeza y darle un pequeño beso en los nudillos.

Las mejillas de la castaña se encendieron al notar un aire de picardía en el rostro de su viejo amigo.

La velada continúo sin contratiempos, acompañada de un intercambio de miradas constante entre ambos jóvenes.

Cuando la cena finalmente terminó, ambos decidieron salir a pasear por los jardines, con el único pretexto de estar solos.

~Extrañaba esto, estar contigo, pasar tiempo juntos. Comentó mientras la atraía hacia él.

~También te extrañe Hugo, no hubo ni un día que no pensara en ti.

Sus miradas se hicieron una y el impulso de besarse atravesó su mente.

En ese momento, el carruaje de Clio descendió en el jardín principal, provocando que ambos se separaran abruptamente.

La princesa morena bajó del carruaje, siendo recibida por James y Amber que la esperaban con impaciencia.

La mirada de Hugo se quedó estática en Clio y por un momento, olvidó que Sofia se encontraba a su lado.
Fue entonces cuando se acercó para recibirla y darle un beso en la mano, provocando que la joven riera con pena.

Rápidamente, Sofía se dio cuenta de lo que ocurría, ya que la sonrisa coqueta de Hugo salió a relucir en reiteradas ocasiones.

Un dolor se asentó en su corazón, al recordar lo que había ocurrido unos minutos antes y un sin fin de pensamientos inundaron su mente...tal vez ella también le gustaba, pero no tanto como Clio.

Desde entonces, solo entablaron una relación de amistad, hasta que el joven le confesó, que se uniría en matrimonio con la princesa Clio.

Fin del flashback.

~Todo sera perfecto, Hugo. Sofia sonrió mientras el príncipe la llevaba al interior del castillo para mostrarle algo.

De entre sus cosas, sacó la medalla que había ganado durante la corona voladora y se la entrego a Sofía.

~¿Por qué me la das? Es muy preciada para ti. Exclamó.

~Quiero que la tengas, sé que tienes una igual, pero, la mereces más que yo, gracias a ti ganamos.

Sofía la tomó entre sus manos y la acercó a su corazón.

~Hugo... ¡Yo! Te amo tanto y me duele haber reunido el valor para decirlo hasta ahora, quizás... si no hubiera tenido miedo, tú te casarías conmigo...

Hugo la miró con asombro y una leve sonrisa se marcó en sus labios.

~Sofia yo... No puedo negar que he estado enamorado de ti toda mi vida, pero debemos seguir caminos diferentes, si nos quedamos juntos, ninguno podría lograr sus objetivos, somos tan diferentes.

~¿Nuestros objetivos? Susurro para sí misma... Realmente estoy feliz por ti. Mencionó una vez más.

En ese momento el mayordomo tocó la puerta para avisar al joven que era hora de la ceremonia.

~Sofia ¡Dime qué estás bien! De otra forma no podré ser feliz.

~Estoy perfecta, amigo mío, ahora ¡Apresúrate! No debes hacerla esperar. Comentó dándole un ligero empujón.

Hugo abrió la puerta y le dió una última mirada. ~Gracias por todo Sofía, te quiero mucho.

~Te quiero mucho... Solo te quiero mucho...susurro mientras caminaba detrás de él.

Una ovación se escuchó por todo el palacio, fue entonces cuando observó a Clio parada en la puerta de la iglesia.
Su cabello se encontraba atado en un chongo y su vestido blanco resplandecía.

Sofia nunca había sentido tanta envidia por una persona... Pero a pesar de todo, deseaba que fueran felices.

Fue entonces cuando entró a la iglesia y se posó al lado de su vieja amiga, mientras jugaba a ser una dama de honor.

Los ojos de Sofía se posaron en Hugo, mientras Clio repetía sus votos. El joven príncipe, miraba a su prometida con ensoñación, como si no existiera nadie más que ella en la iglesia, cómo si su charla de unos minutos atras, no hubiera significado nada, ya que ni siquiera se percató de su mirada fija en él, fue entonces cuando entendió, que en ese momento, ella no existía para él...
Apretó su vestido y fingió una sonrisa para evitar que alguien más descubriera su sufrir.
Nadie más que Amber se percató del dolor de su hermana, sin embargo no podía hacer nada para ayudarla.

Finalmente las campanas sonaron dando aviso de que la boda había terminado.

Hugo y Clio sellaron su matrimonio con un tierno beso, acto que provocó que el estómago de Sofía se contrajera de los nervios.

La feliz pareja salió de la iglesia y de inmediato las jóvenes rodearon a Clio esperando que lanzara el ramo.

Sofía observó todo desde un rincón, mientras notaba como la mirada de Hugo la seguía con insistencia.
Sus miradas finalmente se cruzaron y el príncipe le regaló una de sus sonrisas coquetas por última vez.

En ese momento, el ramo cayó a sus manos y todos corrieron a felicitarla esperando que muy pronto, ella también pudiera conocer al hombre perfecto.

~Siempre te amare Hugo, pero no eres mío. Mencionó antes de retirarse del lugar.

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