Un día. Solo un día más y podía volver a la normalidad, todo esto lo tenia con los nervios de punta, la última semana fue la peor, ya que Minhyuk no lo pudo ni ir a dejar ni mucho menos a buscar entonces debía hacer su recorrido solo, aguantando silbidos e idiotas. Realmente sintió pena por las chicas que soportan aquello toda su vida e incluso se prometió a sí mismo ayudarlas en caso de ver que las molesten o acosen.
Su día iba agitado tanto que no tenía tiempo ni de un break solo quería ir a casa a dormir, por suerte quedaba una hora para que su turno acabará aún estando a full.
— Llegó tu novio —sonrió Jooheon mientras pasaba junto a él con una bandeja.
Hyungwon lo observó caminar hasta la misma mesa de siempre entonces recordó lo sucedido la última vez donde sus hormonas se alborotaron gracias aquel hombre y tuvo satisfacerse a sí mismo en el baño que por suerte queda lejos del contacto con gente. Simplemente ya no podía.
— Chang —lo llamó—. ¿Puedes ir a atender la mesa cinco? —lo miró y este frunció el ceño.
— ¿Por qué? él es tu cliente.
— Callate y hazlo —lo empujó levemente hasta que este rendido se encaminó hacia la mesa indicada.
Hyungwon se escondió tras el mesón atendiendo a los clientes obligándose a sí mismo a no mirar donde este se encontraba por más que sintiera su mirada sobre él.
— Listo, pero tu deberías ir a dejarle las cosas. —Apareció Chang— me preguntó por ti.
— ¿Que le dijiste?
— Que te lo quieres coger y te da vergüenza atenderlo.
— ¡Chang!
— Es broma —carcajeo—. Le dije que como es tu último día de trabajo te toca caja —se encogió de hombros.
Suspiró relajado pero triste a la vez, se sentía mal por toda la mentira en la que se vio envuelto Wonho.
Terminó yéndose tarde gracias a que los clientes se retiraron tarde y no podía dejar a los chicos solos, había mucho que hacer.
Ordenaron y limpiaron el lugar con rapidez, para eso de las nueve lograron salir, todos se fueron por lugares distintos.
— ¿No vas a venir por mi? —habló a través del celular.
— No, lo siento, el proyecto se retrasó y debo quedarme en casa de mi compañera.
— Bueno, cuidate.
— Tu igual.
Cortó la llamada resignando y caminó a la parada con frío, traía un vestido y solo un cardigan encima de este. Llegaría a meterse en agua tibia, necesitaba algo que lo entibiara.
Ya llevaba diez minutos esperando el bus y este aún no se asomaba. Sentía frío y más encima miedo porque aparecieron dos hombres de la nada que se ganaron algo cerca. Tenía lo nervios de punta.
— Dodo.
Levantó la vista al llamado y vio el auto parado frente a él, era Wonho.
— ¿Que haces aquí? —sonrió aliviado.
— Vengo del trabajo —sonrió—¿Quieres que te lleve?
Hyungwon miró a su alrededor y técnicamente estaba entre la espada y la pared, dos opciones peligrosas pero una menos que la otra así que sin pensarselo donde veces asintió y se subió al auto del rubio.
— No crees que es algo tarde.
— Cerramos tarde hoy. —Jugó con los bordes de su vestido nervioso— mucha gente estuvo hoy.
— Si lo note, no me atendiste hoy —lo miro una vez que freno en el semaforo.
— Es que... —lo miro— Es mi último día. —Un cabello se le fue a la cara— me dejaron en caja.
— Si —levantó su mano hasta su cara, colocó el cabello tras su oreja acariciando parte de su rostro por unos segundos dejandolo casi babeando por lo suave que fue su tacto— eso me dijo tu compañero.
Volvió la vista a enfrente y se dedico a conducir cuando la luz dio verde.
Hyungwon miró por la ventana rezando para quitar aquellos pensamientos que sólo lo hacían sentir pervertido.
Llegaron a la casa de Hyungwon y una vez que se estacionó fuera de esta se quedaron en silencio.
— Gracias por traerme.
— De nada.
— Ya me voy —se acomodo para bajar pero Wonho le tomó la mano.
— Deberíamos vernos una vez más —se miraron torpemente quedando a sólo centímetros de sus rostros.
— No creo... Que-
Se besaron.
Ni ellos notaron el momento en que sus labios terminaron sobre los del otro pero tampoco tenían intenciones de alejarse, hasta que Hyungwon reaccionó. Wonho no lo besaba a él. Besaba a Dodo.
— No, no —se alejó— esto está mal —salió del auto y cerró la puerta encaminadose a la puerta de su casa.
Wonho se bajó también y corrió a este, lo tomó del brazo quedando frente a frente.
— ¿Mal?
— Escucha Wonho, eres un hombre que deja a cualquier mujer en el piso, incluyéndome, pero no me gustas mas allá de lo sexual —aclaro quitando su brazo—. Lo siento si te cree falsas ilusiones.
Wonho rió levemente y lo miro a los ojos.
— Que bueno saberlo, el sentimiento es mutuo. —Mordio su labio— y creo que eso... Es algo que se puede saciar fácilmente ya que ambos sabemos lo que queremos —lo tomo de la cintura.
Hyungwon sintió un escalofrío ante la forma en que lo tomó y se le fue inevitable no suspirar.
— ¿Entonces?
— Entonces no lo entiendes. —Se alejó quitando sus manos— soy un hombre Wonho —se quito la peluca revelando su cabello corto y con la manga de su cardigan quito algo de su maquillaje.
El más alto con temor a su reacción simplemente le observó como retrocedía algo sorprendido por la sorpresa.
— ¿Eres un hombre?
— Si.
El silencio se hizo presente, un silencio nervioso que sólo dejaron al más alto lleno de temor pero luego de un rato se le hizo extraño que su reacción sea tan calmada.
Wonho rió levemente luego de asimilar la situación. Se acercó nuevamente a este y lo tomó por la cintura ahora dejandolo a él en shock.
— Curiosamente. —Acercó su boca hasta su oreja— soy de mente abierta —se alejó nuevamente sin antes dejar un beso en su mejilla.
Lo miró unos segundos más y caminó hasta su auto al cual se subió para luego marcharse dejando a un confuso Hyungwon en la puerta de su casa a punto de colapsar.
— ¿Que... fue... eso? —observó la calle por donde se había ido el auto.
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Open Mind
FanfictionHyungwon perdió una apuesta, Hyungwon debe vestirse como el estereotipo determinado de chica para ir a trabajar durante dos meses, y para su mala suerte, el hombre más sexy que jamás piso el lugar donde trabaja comenzó a ir más seguido. ____________...