Capítulo 2

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"En el otoño, la naturaleza se desprende de lo que no es esencial"

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"Empiezan a madurar los últimos frutos y caen las primeras hojas..."

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Habían pasado ya seis horas, Wang Yuan aún estaba esperando en la oficina de su padre. La maestra, al no ver que nadie venía a recoger al pequeño, decidió llamar a Wang Yibo, su secretaria fue la que tomó la llamada y decidió ir a recoger al pequeño.

Aún no llegaban los resultados de los exámenes y Xiao Zhan empezaba a doler la cabeza, al extremo de administrarle un sedante de espectro alto.

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En la sala de descanso se encontraba Yubin llorando amargamente. Su primer amor y mejor amigo estaba condenado a morir, sólo le quedaba un año de vida y con tratamiento un año y medio; pero aquello no era del todo fiable.

No entendía como aquel joven lleno de vida podía estar en esa situación ¿Cómo le diría al pelinegro de su condición sin que se altere? No era capaz de revelar una verdad tan cruel y dolorosa, Yang Yang aceptó decirle su condición, ya tenía muchos años lidiando con muchos casos en toda su carrera.

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"Nos podemos imaginar fácilmente un universo sin color o sin luz. Pero es prácticamente imposible imaginarnos un mundo sin tiempo"

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Wang Yibo seguía mirando unos papeles de un contrato muy importante, estaba dudando sobre la alianza que se formaría. No le gustó para nada lo que dijo aquella mujer, prácticamente lo estaba chantajeando y no quería ser infiel a su esposo. En cierta parte, beneficiaba a la empresa que estaba por quebrar, pero sabía perfectamente que era muy alto el costo.

Estaba demasiado metido en sus pensamientos que no se percató cuando su hijo se trepó a su regazo pidiendo un poco de atención.

-¿Bebé qué haces aquí? ¿Viniste con mamá?.

-No, mamá no fue a recogerme, la maestra Qing llamó y me trajo Suzy.

-¿Qué raro?. -tomó su celular y llamó-. No contesta, bebé puedes quedarte un rato aquí con Suzy, iré a buscar a mamá.

-Si.

Wang Yibo estaba preocupado, su esposo no respondía y eso era raro, volvió a llamar pero escuchó la voz de otra persona. Aquello le pareció extraño y empezó a dudar.

-Aló.

-Esa no es la voz de Zhan-. ¿Dónde está mi esposo?.

-Disculpe pero está en el baño, no puede contestar en estos momentos.

-¿Quién es usted?. ¿Por qué contesta su teléfono?.

-Soy un amigo, no reconoces mi voz.

-¿Yubin?.

-Si, no te preocupes le diré que te llamé.

-Está bien, sólo avísale que A Yuan está conmigo en la oficina, en un rato estaremos en casa.

-Bien, le daré tu recado.

OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora